El vestido más solidario e ilusionante del armario de Erika

La solidaridad de los vecinos de Singla y de todo el municipio de Caravaca de la Cruz va a permitir que Erika Rodríguez, una joven que vive en esta pedanía, pueda adquirir un traje de neuroterapia que le permita andar y ser un poco menos dependiente. Hace unos días, algunos vecinos se pusieron de acuerdo en realizar alguna acción para ayudar a la familia. La iniciativa saltó a las redes sociales y fue compartida por muchas personas que querían ayudar. En la tarde del pasado martes, ya se habían recibido unos 5.000 euros y se confía en llegar muy pronto a los 7.500 necesarios para entregarla en la clínica valenciana donde ya ha recibido algunas sesiones con el traje de neuroterapia.

«Quiero dar las gracias a toda la gente que me está apoyando y que está aportando su granito de arena para conseguir el traje que me permitirá ser un poco menos dependiente. Gracias de corazón, me estoy sorprendiendo por la cantidad de gente buena que aún queda en el mundo y quiero animar a toda esa gente que esté pasando por una situación similar», dice Erika a LA VERDAD. La joven también se muestra muy agradecida por «por la gente que me anima a seguir adelante, no tengo palabras» y finaliza expresando un deseo: «Espero que se consiga, para mí es muy importante».

Erika Rodríguez tiene 22 años y vive en Singla, localidad donde se trasladó con su familia desde Nerpio cuando tenía 6 años. Tiene una hermana, Saray, de 10 años, y junto a sus padres, Luis y Dulce, comparten una humilde casa en la plaza de España de Singla. La situación económica de la familia no es boyante, ni mucho menos.

A Erika le detectaron la enfermedad de Charcot Marie Tooth cuando tenía apenas dos años. Luis, su padre, asegura que «nos dimos cuenta de que no se ponía de pie, de que no caminaba». Es una enfermedad degenerativa que causa trastornos en los nervios y hace los músculos más pequeños y débiles, con pérdida de sensibilidad. También afecta a pies, piernas, brazos y manos.

«Desde pequeña ha necesitado siempre de ayuda –comenta su madre– ya que la enfermedad le impide andar sola». Erika cursó sus estudios de Primaria y también asistió a clase en el instituto de Archivel. Le gustaría seguir formándose, se le da bien la informática y le gustaría ampliar sus estudios de Administración.

El traje de neuroterapia estimula sus nervios mediante pequeñas descargas y le ayuda a necesitar menos ayuda, siendo menos dependiente. Con esta terapia podría volver a experimentar la sensación de andar y valerse casi por sí misma para algunas actividades diarias.

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