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Lunes, 21 de junio 2021, 09:06

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A las ocho de la mañana, las calles principales de la localidad eran ya un hervidero de caravaqueños que se preparaban para participar en los rituales que recrean la historia medieval de la ciudad. Fieles a su cita, como todos los años, la peña «El Café», de Benidorm, repartía tortas y café, con un poco de anís, para quien así lo quisiera, a todos los que se aproximaban a esta pequeña plaza ubicada en las inmediaciones de la parroquia de El Salvador. Entre el público que se dio cita en la plaza, se encontraba la comitiva oficial con la hermana mayor, Elisa Giménez-Girón, y el alcalde, José Moreno; que minutos más tarde se dirigían hacia el Monasterio de Santa Clara, en la calle de Las Monjas, para recoger de manos de la priora de las clarisas la Bandeja de Flores.

JUAN F. ROBLES.
A las ocho de la mañana, las calles principales de la localidad eran ya un hervidero de caravaqueños que se preparaban para participar en los rituales que recrean la historia medieval de la ciudad. Fieles a su cita, como todos los años, la peña «El Café», de Benidorm, repartía tortas y café, con un poco de anís, para quien así lo quisiera, a todos los que se aproximaban a esta pequeña plaza ubicada en las inmediaciones de la parroquia de El Salvador. Entre el público que se dio cita en la plaza, se encontraba la comitiva oficial con la hermana mayor, Elisa Giménez-Girón, y el alcalde, José Moreno; que minutos más tarde se dirigían hacia el Monasterio de Santa Clara, en la calle de Las Monjas, para recoger de manos de la priora de las clarisas la Bandeja de Flores.
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JUAN F. ROBLES.
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A las ocho de la mañana, las calles principales de la localidad eran ya un hervidero de caravaqueños que se preparaban para participar en los rituales que recrean la historia medieval de la ciudad. Fieles a su cita, como todos los años, la peña «El Café», de Benidorm, repartía tortas y café, con un poco de anís, para quien así lo quisiera, a todos los que se aproximaban a esta pequeña plaza ubicada en las inmediaciones de la parroquia de El Salvador. Entre el público que se dio cita en la plaza, se encontraba la comitiva oficial con la hermana mayor, Elisa Giménez-Girón, y el alcalde, José Moreno; que minutos más tarde se dirigían hacia el Monasterio de Santa Clara, en la calle de Las Monjas, para recoger de manos de la priora de las clarisas la Bandeja de Flores.
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JUAN F. ROBLES.
A las ocho de la mañana, las calles principales de la localidad eran ya un hervidero de caravaqueños que se preparaban para participar en los rituales que recrean la historia medieval de la ciudad. Fieles a su cita, como todos los años, la peña «El Café», de Benidorm, repartía tortas y café, con un poco de anís, para quien así lo quisiera, a todos los que se aproximaban a esta pequeña plaza ubicada en las inmediaciones de la parroquia de El Salvador. Entre el público que se dio cita en la plaza, se encontraba la comitiva oficial con la hermana mayor, Elisa Giménez-Girón, y el alcalde, José Moreno; que minutos más tarde se dirigían hacia el Monasterio de Santa Clara, en la calle de Las Monjas, para recoger de manos de la priora de las clarisas la Bandeja de Flores.
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JUAN F. ROBLES.
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JUAN F. ROBLES.
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JUAN F. ROBLES.
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A las ocho de la mañana, las calles principales de la localidad eran ya un hervidero de caravaqueños que se preparaban para participar en los rituales que recrean la historia medieval de la ciudad. Fieles a su cita, como todos los años, la peña «El Café», de Benidorm, repartía tortas y café, con un poco de anís, para quien así lo quisiera, a todos los que se aproximaban a esta pequeña plaza ubicada en las inmediaciones de la parroquia de El Salvador. Entre el público que se dio cita en la plaza, se encontraba la comitiva oficial con la hermana mayor, Elisa Giménez-Girón, y el alcalde, José Moreno; que minutos más tarde se dirigían hacia el Monasterio de Santa Clara, en la calle de Las Monjas, para recoger de manos de la priora de las clarisas la Bandeja de Flores.

JUAN F. ROBLES.
A las ocho de la mañana, las calles principales de la localidad eran ya un hervidero de caravaqueños que se preparaban para participar en los rituales que recrean la historia medieval de la ciudad. Fieles a su cita, como todos los años, la peña «El Café», de Benidorm, repartía tortas y café, con un poco de anís, para quien así lo quisiera, a todos los que se aproximaban a esta pequeña plaza ubicada en las inmediaciones de la parroquia de El Salvador. Entre el público que se dio cita en la plaza, se encontraba la comitiva oficial con la hermana mayor, Elisa Giménez-Girón, y el alcalde, José Moreno; que minutos más tarde se dirigían hacia el Monasterio de Santa Clara, en la calle de Las Monjas, para recoger de manos de la priora de las clarisas la Bandeja de Flores.
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A las ocho de la mañana, las calles principales de la localidad eran ya un hervidero de caravaqueños que se preparaban para participar en los rituales que recrean la historia medieval de la ciudad. Fieles a su cita, como todos los años, la peña «El Café», de Benidorm, repartía tortas y café, con un poco de anís, para quien así lo quisiera, a todos los que se aproximaban a esta pequeña plaza ubicada en las inmediaciones de la parroquia de El Salvador. Entre el público que se dio cita en la plaza, se encontraba la comitiva oficial con la hermana mayor, Elisa Giménez-Girón, y el alcalde, José Moreno; que minutos más tarde se dirigían hacia el Monasterio de Santa Clara, en la calle de Las Monjas, para recoger de manos de la priora de las clarisas la Bandeja de Flores.
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JUAN F. ROBLES.
A las ocho de la mañana, las calles principales de la localidad eran ya un hervidero de caravaqueños que se preparaban para participar en los rituales que recrean la historia medieval de la ciudad. Fieles a su cita, como todos los años, la peña «El Café», de Benidorm, repartía tortas y café, con un poco de anís, para quien así lo quisiera, a todos los que se aproximaban a esta pequeña plaza ubicada en las inmediaciones de la parroquia de El Salvador. Entre el público que se dio cita en la plaza, se encontraba la comitiva oficial con la hermana mayor, Elisa Giménez-Girón, y el alcalde, José Moreno; que minutos más tarde se dirigían hacia el Monasterio de Santa Clara, en la calle de Las Monjas, para recoger de manos de la priora de las clarisas la Bandeja de Flores.
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JUAN F. ROBLES.
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JUAN F. ROBLES.
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JUAN F. ROBLES.
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A las ocho de la mañana, las calles principales de la localidad eran ya un hervidero de caravaqueños que se preparaban para participar en los rituales que recrean la historia medieval de la ciudad. Fieles a su cita, como todos los años, la peña «El Café», de Benidorm, repartía tortas y café, con un poco de anís, para quien así lo quisiera, a todos los que se aproximaban a esta pequeña plaza ubicada en las inmediaciones de la parroquia de El Salvador. Entre el público que se dio cita en la plaza, se encontraba la comitiva oficial con la hermana mayor, Elisa Giménez-Girón, y el alcalde, José Moreno; que minutos más tarde se dirigían hacia el Monasterio de Santa Clara, en la calle de Las Monjas, para recoger de manos de la priora de las clarisas la Bandeja de Flores.

JUAN F. ROBLES.
A las ocho de la mañana, las calles principales de la localidad eran ya un hervidero de caravaqueños que se preparaban para participar en los rituales que recrean la historia medieval de la ciudad. Fieles a su cita, como todos los años, la peña «El Café», de Benidorm, repartía tortas y café, con un poco de anís, para quien así lo quisiera, a todos los que se aproximaban a esta pequeña plaza ubicada en las inmediaciones de la parroquia de El Salvador. Entre el público que se dio cita en la plaza, se encontraba la comitiva oficial con la hermana mayor, Elisa Giménez-Girón, y el alcalde, José Moreno; que minutos más tarde se dirigían hacia el Monasterio de Santa Clara, en la calle de Las Monjas, para recoger de manos de la priora de las clarisas la Bandeja de Flores.
A las ocho de la mañana, las calles principales de la localidad eran ya un hervidero de caravaqueños que se preparaban para participar en los rituales que recrean la historia medieval de la ciudad. Fieles a su cita, como todos los años, la peña «El Café», de Benidorm, repartía tortas y café, con un poco de anís, para quien así lo quisiera, a todos los que se aproximaban a esta pequeña plaza ubicada en las inmediaciones de la parroquia de El Salvador. Entre el público que se dio cita en la plaza, se encontraba la comitiva oficial con la hermana mayor, Elisa Giménez-Girón, y el alcalde, José Moreno; que minutos más tarde se dirigían hacia el Monasterio de Santa Clara, en la calle de Las Monjas, para recoger de manos de la priora de las clarisas la Bandeja de Flores.

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JUAN F. ROBLES.
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