«Su estilo fresco, dinámico y visceral nos trasporta a un mundo entre idílico y realista»

Después de realizar la entrevista a Raúl, caravaqueño nacido en 2001, tengo que reseñar que quedé impactada tanto por la lectura de su libro «La historia de un cuervo», como por el carácter enigmático y revelador de este escritor potencial en su camino hacia la exigencia absoluta.

Raúl ha estudiado A.D.E, pero le gustaría estudiar Literatura por el amor que siente hacia todo lo relacionado con ella, pero puedo asegurar, sin miedo a equivocarme, que está excepcionalmente formado en ese ámbito de manera autodidacta. En su condición de disléxico, su desafío tiene un valor extraordinario, como él mismo asevera «amparado en las tormentas de las palabras y las letras que le llevan torturando toda una vida». Estoy de acuerdo con él en que escribir un libro es todo un reto contra uno mismo, un claro ejemplo de que las batallas más difíciles a menudo son las que libramos contra nosotros mismos.

Adicto a la lectura le gusta imbuirse en ella, subrayar frases, ir anotando reflexiones y siente que los clásicos son la base para la realización de una buena obra, es una parada obligatoria para todo aquel que tenga necesidad de escribir, ya que marca un antes y un después su lectura.

El ánimo de escribir colma su vida, ya que lleva casi diez años escribiendo todo aquello que arroja su mente a pesar de su juventud: diarios, cuentos, sueños, autobiografía, proyectos y novela. Es una práctica diaria que irrumpe en su vida de manera insistente. Su estilo fresco, dinámico y visceral nos trasporta a un mundo entre idílico y realista muy persistente durante toda su escritura, presentándonos temas recurrentes como el amor, la muerte, la vida, tratados con inteligencia y contrastados para no errar, acompañados de las vivencias de un adolescente llenas de espontaneidad, sensibilidad, empatía y de energía descontrolada que nos solivianta desencadenándonos una reflexión intensa y adictiva. En su experiencia hasta ahora los esquemas constituyen un punto de salida, pero su obra adquiere una mezcla de creación espontánea y premeditación explicita. Le gusta describir su obra como un viaje humano capaz de acariciar el corazón de la persona que lo lee. Él mismo se definiría como: «estilo poético, reflexivo y crudo, que refleja el amor, la miseria, la tragedia, los misterios de la condición humana y límites de la existencia. Sus palabras no buscan consuelo ni claridad; son cicatrices que permanecen en la consciencia, son raíces que se hunden en la mente, retorcidas, persistentes, arraigadas para siempre en el corazón del lector».

Es exigente a niveles extremos, pero a la vez disfruta de una serenidad templada para marcarse sus metas conseguidas con la ambición necesaria y la disciplina propia de esta profesión con una pasión desmedida por lo que hace.

En su primera novela refleja, sin lugar a duda, la forma de escribir pasando por estados de emociones distintos que marcan un camino de estado de crisis depresivo pasando por una metodología influida por momentos de inspiración. Como él mismo nos comenta «los libros ya están escritos en mi mente, las palabras resuenan en mis oídos, resplandecen como visiones ante mis ojos cada vez más cansados anhelando ser plasmadas en el papel». Esta novela generalmente la ha escrito por la noche, cuando llegaba a casa después de trabajar, en un estado de crisis existencial. A pesar de que le gusta tocar el piano, el deporte, leer… en esta etapa de creación se aisló mucho del mundo exterior convirtiendo la novela como el único y verdadero fin de su vida.

Para escribir tienes que entrar en un estado emocional semejante al que se está describiendo, ponerte en el lugar del otro para conseguir reflejar una verdad, de manera evidente. Nadie nace sabiendo escribir una novela hasta que empieza el proceso, equivocándose, rehaciéndola, alternando momentos vacíos de inspiración con desafíos mentales, pero llega el momento en que la historia empieza a crecer a desarrollarse con vida propia incluso apoderándose de la lógica del autor, por cada una de estas dificultades considero que Raúl ha alcanzado la meta con mucha intensidad y maestría.

Dentro de sus referentes nos encontramos al escritor Luis Leante. Le inspiró una frase que dijo en una conferencia: «Empecé a escribir mis diarios». Un acto tan sencillo con el que se sintió identificado y despertó en Raúl un sueño que escondía por miedo e inseguridad. Le han influenciado escritores como Séneca filosóficamente y en el campo literario los escritores rusos son los que más le han asombrado por la crudeza de sus textos y las descripciones psicológicas tan bien reflejadas como Fiódor Dostoyevski, Lev Tolstoi. También admira mucho a escritores españoles como Unamuno, ya que nunca habrá escritor como el de tu propio idioma, y otros como Alejandro Dumas, Dorian Grey, Dante, etc

Raúl tiene miedo de que su próximo trabajo no tenga la calidad deseada, una de sus frases sintetiza este temor: «La inteligencia que busca respuestas también crea ilusiones y trampas, siendo a la vez la herramienta y el obstáculo del progreso«, yo sinceramente estoy deseando disfrutar de la lectura de sus nuevas obras, porque estoy segura de que este es sólo el primero de muchos.

Bienvenido, Raúl, a la VII Edición de Icon Talents.

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