Compañía de Armaos, la guardia de honor de la Vera Cruz
Con las palabras «Hasta la última gota de nuestra sangre» finaliza el acto del Pleito Homenaje que en la tarde del 2 de mayo, el capitán de la Compañía de Armaos de la Vera Cruz pronuncia ante la Sagrada Reliquia antes de iniciarse la procesión. Cada vez que la Santísima y Vera Cruz de Caravaca abandona el recinto amurallado de su Basílica-Santuario lo hace custodiada por los Armaos.
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Este acompañamiento tiene lugar en dos ocasiones al año: para las fiestas de mayo que se celebran en su honor (desde la tarde del día 2 hasta la tarde del 5); y para la procesión del 14 de septiembre, día de la Exaltación de la Cruz.
Este cuerpo de guardia recuerda a aquellos caballeros, primero templarios y después santiaguistas, que desde el siglo XVIII custodiaron la Sagrada Reliquia en el santuario caravaqueño. El ritual del Baño de la Cruz, que comenzó a realizarse en el siglo XIV, hizo que se incrementara esta presencia, ya que implicaba sacar a la Vera Cruz de su Santuario y del recinto amurallado.
En el siglo XVI, tras la reconquista de Granada, la custodia de la Vera Cruz en sus salidas de la fortaleza siguió a cargo de soldados que estaban a las órdenes del alcaide de la fortaleza, nombrado por la Orden de Santiago. En el siglo XVII, tras la expulsión de los moriscos de España por el rey Felipe III, el peligro desaparece pero la necesidad de custodiar a la Sagrada Reliquia va aumentando a medida que crece el número de días que está fuera de los muros de la antigua villa medieval. Esta circunstancia da lugar a la creación de un cuerpo de guardia específico para custodiar el Lignum Crucis fuera del recinto amurallado, creándose así la Compañía de Guardia de la Santa Cruz, formada en aquel entonces por miembros de la aristocracia caravaqueña. En 1804 comenzó a denominarse a este grupo como «Compañía de Armados», derivando después a «Compañía de Armaos» que es como se les conoce desde el siglo XX.
En 1998 se produce la refundación o renovación de la Compañía que se organiza en seis escuadras, con un alférez al frente de cada una, y siendo su principal representante el Capitán. Las escuadras se dividen por colores (Hueso, Verde, Oro, Morado, Rojo y Azul).
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