Un gran profesional y un gran amigo
JUAN F. ROBLES.
CARAVACA DE LA CRUZ
Martes, 16 de febrero 2021
El coronavirus acabó hoy con la vida de Ramón Serna, médico del Hospital Comarcal del Noroeste; donde desarrolló su labor profesional como ginecólogo durante más de treinta años. Serna llevaba ingresado varias semanas en la UCI del hospital Los Arcos, como consecuencia de la Covid-19. Durante todo este tiempo muchas personas, fueran o no pacientes suyos, han seguido muy de cerca su evolución esperando una mejoría y una recuperación que finalmente no han llegado.
Vino a Caravaca de la Cruz cuando el Hospital Comarcal del Noroeste abrió sus puertas y ha dejado una imborrable huella entre sus compañeros de profesión, entre el personal del centro hospitalario y en toda la sociedad caravaqueña.
Nació el 28 mayo 1957 en Sant Vicent del Raspeig. Estudió Medicina en la Universidad de Navarra. La especialidad de ginecología y obstetricia la desarrolló en el hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia. Creó una clínica ginecológica privada en Caravaca y estuvo volcado plenamente toda la vida a su trabajo y la familia, con cuatro hijos y dos hijas. Ayudaba activamente a distintas asociaciones sociales, así como órdenes y cofradías religiosas. Buena persona, dedicado a ayudar al prójimo, fiel a sus convicciones y ayuda humanitaria.
Para el recuerdo quedan las horas que dedicó a cada una de sus pacientes, tanto en el acompañamiento y vigilancia de los embarazos como en el momento del parto. Quien escribe estas líneas ha sido testigo en dos ocasiones (el nacimiento de mis dos hijos) del trabajo y el desvelo de este ginecólogo. En la primera, estando a pie de paritorio durante doce largas horas, vigilando los centímetros de dilatación para ver cuándo se produciría el alumbramiento; no faltaba una palabra de ánimo y, aunque al principio no tenía muy claro que el padre pudiera estar presente en el parto, finalmente hasta bromeaba conmigo sobre la posibilidad de haber grabado ese momento o, por lo menos, haber hecho alguna fotografía. («¡Para el periódico!», bromeó). En la segunda ocasión, la espera fue más rápida, pero la profesionalidad fue la misma.
En el perfil de Twitter del Área IV de Salud han publicado este mensaje: «Hoy despedimos a un buen compañero, gran ginecólogo y mejor persona. Todos los profesionales del Hospital y Centros de Salud del Noroeste queríamos mucho al Dr. Ramón Serna y acompañamos a su mujer y a sus hijos en estos momentos tan difíciles. Nunca te olvidaremos, Ramón».
Las muestras de cariño hacia su familia en Caravaca no han dejado de llegar durante toda la tarde. El entierro será mañana, Miércoles de Ceniza, a las cinco de la tarde en el tanatorio de Caravaca de la Cruz.
Entre sus compañeros también deja huella. El jefe del Servicio de Cirugía del Hospital Comarcal, José Luis Pardo, lamentaba que la pandemia «se haya llevado también a nuestro querido amigo Ramón Serna». Pardo y Serna trabajaron juntos en este centro durante las últimas tres décadas. El cirujano no dudaba en calificarlo como un «genio, a quien poder confiar tu vida». Sobre su profesionalidad, afirmó que «era un gran obstetra; el mejor que ha tenido y que probablemente tendrá el Área IV de Salud».
Ramón vivió en sus últimos años una profunda experiencia religiosa que no dudaba en compartir con los demás. A su fe y confianza en Dios, también se refirió su compañero de profesión, «descansa en paz Ramón y si de verdad tenías razón con el mas allá ve preparando nuestra acogida para seguirnos peleando». Pardo se refería a los numerosos debates e intercambios de punto de vista, en muchas ocasiones contrarios, que compartieron como compañeros en el hospital.
