«Me bloqueé al ver salir la cabeza del bebé», defiende la acusada de matar a su recién nacida en Yecla

Sandra M. , la joven que está siendo juzgada en la Audiencia Provincial por dejar morir a su bebe recién nacido en su casa de Yecla, reiteró este martes durante el juicio que nunca supo que estaba embarazada hasta el momento de parir. «Fui consciente de que estaba dando a luz cuando vi la cabeza del bebé, y me bloqueé», explicó a la fiscal.

Con esta declaración, Sandra M. se defendió de la acusación de ser responsable de la muerte de su bebé, al que, según mantiene el Ministerio Fiscal, presuntamente abandonó recién nacida y sin prestarle asistencia en su casa de Yecla.

En la segunda sesión del juicio, la procesada declaró ante un jurado popular que mantuvo relaciones sexuales sin protección con su pareja en el verano de 2014, pero nunca supo que se había quedado embarazada en todo el tiempo de la gestación. Ni siquiera cuando acudió al médico en el mes de octubre por unas fuertes náuseas y mareos que sufrió. La doctora, aseguró, le diagnosticó una gastroenteritis «Me creció un poco la barriga en el último mes, pero como aún tenía la regla, no pensé que estaba embarazada ni me hice test alguno».

Además, durante la vista oral, el abogado defensor mostró al jurado popular unas fotografías en las que la acusada aparecía posando tras participar en una carrera popular poco antes de parir «y en las que no se apreciaba el menor abultamiento del vientre».

Dos semanas después de hacer esas fotos, la joven relató que se despertó a las seis de la mañana en 4 de mayo de 2015 con mucho dolor de barriga y fue al cuarto de baño de la casa de sus padres, donde vivía. Se duchó, y los dolores fueron en aumento.

«Me senté en la taza del váter para ver si se me pasaba el dolor y empecé a apretar. De repente, me asomé, vi la cabeza del bebé y me bloqueé. Salí de la taza del váter y me puse en cuclillas. Puse una toalla para que no cayera al suelo y volví a empujar. Cuando salió, la cogí y vi que no respiraba, ni lloraba. Seccioné el cordón con unas tijeras de cortar las uñas, que es lo que se hace en las películas. Me volvió a doler la barriga y la dejé encima de una toalla. Luego expulsé una bolsa y empecé a sangrar muchísimo».

Sandra aseguró que se sentó al lado de la bebé «y no me salía la voz», y así estuvo un rato sin poder moverse. «La tenía al lado sin respirar, y le coloqué una toalla encima». Pocos minutos después, entró su madre al cuarto de baño y la vio en el suelo sangrando. La progenitora aseguró que no llegó a ver a la bebé, «pensaba que era un aborto de dos o tres meses, y soy muy aprensiva con la sangre», declaró. No llamó a los servicios de emergencia hasta que una conocida que es sanitaria a la que telefoneó se lo indicó pasada una hora. En todo ese tiempo, afirmó, no asistieron a la niña. Los sanitarios atendieron a la joven y la trasladaron al hospital.

La fiscal Eva María Torres pide para la acusada una pena de 18 años de prisión por un presunto delito de asesinato con la agravante de parentesco.

La defensa mantiene que Sandra, que cuando sucedieron los hechos tenía 19 años, sufrió lo que se denomina una patología denominada 'negación del embarazo', que se define por el hecho de estar encinta y no tomar conciencia de su estado hasta el final, algo que provoca que su cuerpo no manifiesten las señales típicas de una gestación.

Según la Fiscalía, esta supuesta patología no está reconocida en ningún país del mundo, y sostiene que la acusada ocultó su embarazo para deshacerse de su hijo cuando naciera.

Así, cuando dio a luz en mayo de 2015, el bebé, que llegó a respirar de forma independiente de la madre, fue abandonado en el cuarto de baño de la vivienda donde residía la acusada con sus padres en Yecla hasta que sufrió un cuadro de asfixia.

Durante el interrogatorio, la fiscal le preguntó acerca de los mensajes de WhatsApp que intercambió con su pareja antes de dar a luz. En uno de ellos, su novio le preguntó si estaba embarazada, a lo que ella le respondió: «Si, de ocho meses, según las cuentas de la gente». Sandra explicó que lo hizo de manera irónica, ya que en la localidad había varios rumores que decían que había varias chicas embarazadas que lo mantenían en secreto. En otro mensaje el chico le preguntó que por qué se tapaba la barriga y siempre se estaba subiendo las mallas para taparse. «Tengo esa manía», admitió.

Los jurados deberán pronunciarse sobre la culpabilidad de la acusada y sobre si sufre algún trastorno mental, entre otras cuestiones. La vista oral se prolongará en varias sesiones hasta el 24 de mayo.

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