Las altas de los alumnos en prácticas se ralentizan por las lagunas de la norma
Los estudiantes que están de baja, de permiso de maternidad, los que no tienen NIE y los enfermos crónicos de las mutuas estatales no pueden iniciarlas por las dudas
Desde el pasado 1 de enero, las prácticas no remuneradas y curriculares –incluidas en el plan de estudios– de los estudiantes universitarios y de ... Formación Profesional ya han empezado a cotizar. Es decir, computan como tiempo trabajado para la jubilación. La tramitación de esas altas, que ha sido objeto de quejas y denuncias por parte de las instituciones –universidades y consejerías– a cargo de los estudiantes se inició en la Región el primer día del año por parte de las tres universidades y de la Consejería de Educación, pero las múltiples dudas que se plantean por las lagunas de la normativa han ralentizado el proceso en los casos que despiertan interrogantes. Un retardo amparado por el Gobierno central, que permite que el alta en la Seguridad Social para quienes empiecen sus prácticas en el primer trimestre se pueda comunicar hasta el 31 de marzo de 2024 aunque tendrá que tener la fecha del día que empiecen, según se especifica en una de las disposiciones adicionales del decreto de medidas anticrisis que publicó a final de diciembre en el BOE.
Los interrogantes planteados afectan a casuísticas heterogéneas. ¿Qué ocurre cuando un estudiante está de baja de su trabajo –por ejemplo, una limpiadora embarazada que no puede hacer esfuerzos a partir de la semana 30, pero sí asistir a las prácticas–? ¿Y con los muchos estudiantes de FP que no tienen documentación oficial? –en referencia al NIE, Número de Identidad de Extranjero–. Otro inconveniente de peso que han encontrado las instituciones al dar de alta a sus estudiantes en prácticas lo protagonizan los alumnos que están cubiertos por mutuas del Estado por sus padres, como Muface. Muchos de esos estudiantes siguen tratamientos por enfermedades crónicas, oncológicas, de salud mental... y ya tienen una terapia programada a través de la mutua. Si se les da de alta en la Seguridad Social, pierden la cobertura y tienen que reiniciar toda la tramitación en el Servicio Murciano de Salud. «Hay estudiantes que tienen ya sus citas programadas, próximas intervenciones... y no quieren renunciar a ello. No podemos darles de alta. Lo mismo ocurre con una alumna de Enfermería que trabaja, está embarazada, y debe estar de baja laboral desde la semana 29», explica Alicia Rubio, vicerrectora de Estudiantes y Empleo de la Universidad de Murcia, que lleva semanas tratando de dar respuesta a toda esa casuística. También a las dudas planteadas con los estudiantes erasmus, ya que las instrucciones no dejan claro si es necesario dar de alta también a los que vienen a la Comunidad.
En la Región suman unos 25.000 estudiantes de la Universidad de Murcia (UMU), la Politécnica de Cartagena (UPCT), la UCAM y de FPlos que realizan cada año prácticas curriculares (las obligadas en el plan de estudios, y que son mucho más numerosas en los grados sanitarios y de educación) que tienen que ser dados de alta.
Se pueden comunicar hasta el 31 de marzo, aunque deberán tener la fecha del día que empiecen a realizarlas
Aunque el Gobierno bonifica el alta a la Seguridad Social durante el periodo de formación (hasta el 95% en el caso de las universidades), las instituciones han tenido que enfrentar la gestión del procedimiento, lo que ha provocado la sobrecarga de sus servicios administrativos ante la negativa de empresas e instituciones a asumir el nuevo procedimiento. La Consejería ha tramitado poco más de 200 altas, pero el grueso llega a partir de marzo, que es cuando realizan sus prácticas los alumnos de FP. La Universidad de Murcia ha dado de alta a más de 2.100 estudiantes, y la UPCT a centenares.
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«La heterogeneidad del colectivo plantea numerosos interrogantes»
Los rectores murcianos comparten el sentir de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (Crue), que han denunciado que «la enorme dimensión y heterogeneidad del colectivo estudiantil plantea numerosas dudas a la hora de realizar los procesos de altas y bajas. Quedan por resolver otras muchas que afectan, por ejemplo, a cómo actuar con el estudiantado en movilidad saliente o entrante o con el estudiantado que en este momento recibe tratamiento médico dentro de la cobertura que se proporciona a sus progenitores a través de Muface».
La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas ha manifestado además su «sorpresa al ver el alto grado de improvisación y de confusión con el que esta medida se está implementado. En todo este proceso las universidades no hemos sido consultadas ni informadas por los cauces normales de una relación leal entre instituciones». El rector de la Universidad de Murcia, José Luján, lamenta, además, el exceso de volumen de gestión que la situación ha generado para las instituciones, que «ha obligado a dejar aparcados otros convenios y contratos».
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