Inmigrante acogido en Cartagena: «Estoy agradecido porque nos están tratando muy bien»
Samba Sowe, un gambiano de 21 años, dejó a su familia a principios de mes en su país para buscar una nueva vida en Europa
Juana Martínez
Cartagena
Viernes, 27 de octubre 2023, 01:35
A principios de mes, Samba Sowe dejó atrás a su familia en Gambia, en África Occidental, para lanzarse al mar en busca de un futuro ... mejor en Europa. Tras una larga travesía en cayuco «llegué el 10 de octubre a Canarias en una patera». Desde el martes está acogido en Cartagena, donde este joven de 21 años no sabe todavía cuánto tiempo permanecerá.
De momento unos cien subsaharianos tutelados por la ONG Accem, que colabora en el proceso de protección e integración de estas personas en todo el territorio nacional, están instalados en el Hotel Manolo de la Urbanización Mediterráneo, así como en varios pisos de Barrio Peral. A la espera de conocer novedades sobre su futuro, este joven y sus compañeros de aventura aguardan en los alrededores del hotel a pasar las entrevistas con las trabajadoras sociales de la ONG para conocer su situación y empezar a mover sus solicitudes de asilo. Es el principio de todo el proceso de integración, aunque ya ayer algunos de los inmigrantes cogieron los autobuses urbanos para desplazarse al centro de la ciudad desde su hospedaje. Tienen libertad total de movimientos.
Los 'sin papeles' apenas hablan castellano. Se manejan en inglés, como es el caso del joven gambiano y, sobre todo, en francés, un idioma que muchos senegaleses dominan.
Hasta el momento, Sowe está muy contento con la atención recibida por parte de la asociación que se hace cargo de ellos. «Estoy muy agradecido porque nos están tratando muy bien aquí, nos han dado ropa y comida». También, les han realizado una revisión médica. Algunos de sus compañeros todavía portan la pulsera de los servicios sanitarios.
Varones mayores de edad
La historia de Sowe es similar a la del resto de inmigrantes que desde el martes se alojan en Cartagena tras ser trasladados a la península desde Canarias. «Nos llevaron a Madrid en un vuelo y de ahí nos trajeron a Cartagena en un autobús». Todos son varones, mayores de edad y algunos de ellos rondan la treintena. Y pocos detalles más da Samba sobre sus aspiraciones e ilusiones en la tierra soñada. Porque los trabajadores de Accem evitan que tengan contacto con los periodistas. En la ONG tienen instrucciones del Ministerio de no dar información sobre los acogidos. Casi todos ellos son perseguidos en sus países de origen y llenan sus mochilas de historias muy duras que prefieren no compartir con extraños.
Ahora, lo habitual es que estos inmigrantes contacten con familiares y conocidos que ya residen en Europa para que les echen un cable. Por el idioma, muchos acabarán en Francia. Pero España también es un destino preferente.
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