Los agentes acusados de no evitar el asesinato de Kevin piden protección
Su defensa explica al juez que cientos de personas están organizando una protesta para cuando vayan a declarar el próximo 4 de agosto
Los tres policías locales y dos guardias civiles acusados de no impedir el asesinato del joven Kevin Morales en la madrugada del pasado 1 de mayo en Jumilla deberán pasar por el juzgado el próximo 4 y 5 de agosto. Según ha podido saber LA VERDAD, la defensa de los procesados –que ejerce el letrado Manuel Martínez– ha enviado un escrito al juez advirtiendo de que ha tenido conocimiento de que, a través de las redes sociales, se están movilizando cientos de personas para personarse en las inmediaciones del juzgado esos días con el fin de increpar a los agentes.
Esta parte reclama al instructor que se oficie a la Policía Local de Jumilla «para que se adopten las medidas de seguridad oportunas para evitar disturbios y males mayores, dada la enorme crispación existente en relación al hecho que se enjuicia».
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Jumilla tramita desde junio las querellas contra estos agentes. Fueron interpuestas por los padres y la novia del joven Kevin, que acusan a los agentes de no haber actuado con la diligencia obligada para evitar el crimen. Marta Martínez, la pareja del fallecido, aseguró, en una entrevista con este diario, que «solo nos protegió un agente; el resto no hizo nada por evitar el crimen».
Sus letrados reclaman que se adopten «las medidas de seguridad oportunas para evitar disturbios y males mayores»
Las querellas fueron presentadas por los letrados Melecio Castaño, Francisco Adán y Javier Verdú por supuestos delitos de homicidio imprudente y falsedad documental. En concreto, en su escrito sostenían que la intervención de los policías locales y de los guardias civiles fue «tan sumamente medrosa y negligente que no evitaron, pudiendo hacerlo, el apuñalamiento del joven, que fue herido de muerte delante de ellos». Asimismo señalaron que 'a posteriori' «fabularon» en el atestado confeccionado sobre el crimen, al exponer que no pudieron evitar el luctuoso resultado porque la reyerta era «multitudinaria».
El asesinato de Kevin provocó varias noches de disturbios en Jumilla que dejaron un reguero de heridos y varias detenciones.