Borrar
David Panales, en la Escuela de Artes Herminio Estrella. La pintura se ha convertido para él en algo terapéutico. Vicente Vicéns / AGM

La adicción que crece en la Región de Murcia: «Hay gente muriendo por el 'chemsex'; yo era un cadáver»

El consumo de drogas en prolongadas fiestas sexuales se ha convertido en un problema de salud pública. Lo advierte David Panales, un peluquero de 45 años que ahora lucha por recuperarse

Lunes, 20 de octubre 2025, 01:24

A principios de esta década, mientras el mundo vivía pendiente de la pandemia de covid, David Panales, un peluquero murciano de 45 años, experimentó su particular viaje a los infiernos. O, más bien, cayó en un precipicio al que llevaba mucho tiempo asomado. «Desde muy joven, el consumo de drogas y alcohol era para mí algo habitual cuando tenía sexo. Yo fui un adolescente gay en la Murcia de los 90. Cuando tuve mi primera relación, con 15 años, estaba aterrado. Siempre fui muy peleón, muy revolucionario; te crees que la homofobia no te hace mella, pero no es así. La interiorizas. Consumes para sentirte mejor, y desnaturalizas el sexo», relata.

Las drogas recreativas siguieron presentes en momentos de ocio durante años, pero eso no le impidió abrir su peluquería y llevar sus rutinas de lunes a viernes. Hasta que llegaron a Murcia los 'chill' o sesiones de 'chemsex', un fenómeno que entró en España por Madrid y Barcelona, y que está haciendo estragos principalmente entre hombres gais y bisexuales. Se trata de largas sesiones de sexo con consumo de distintas drogas, que van desde la mefedrona, al GHB, pasando por la ketamina y fármacos como la viagra. A este cóctel, en el que no hay ninguna sustancia inocua, se sumó en el caso de David el alfa, una droga especialmente destructiva que ha hecho saltar todas las alarmas.

«Al principio piensas que es una droga más de discoteca, así que la pruebas y ya está. Si llevas dos días de 'chemsex', tú no estás en tus cabales: ni controlas lo que tomas ni lo que haces. A la segunda o tercera vez que lo consumes, ya tienes un problema muy gordo del que no puedes salir».

El resultado fue, efectivamente, devastador. «Yo petaba en las sesiones de 'chemsex'. Podían durar tres días, y empecé a consumir entre semana. En la peluquería los clientes me decían: pero qué delgado estás. También mi familia, y yo me cabreaba mucho. Pero es que me había convertido en un cadáver». Se estaba jugando la vida. El alfa puede llegar a ser letal en una mala combinación o sobredosis, y además puede producir brotes psicóticos. Pero hasta que tocó fondo, como suele ocurrir en cualquier adicción, David no pudo frenar. Cuando lo hizo, llamó a una amiga médica e ingresó en la Unidad de Desintoxicación del Reina Sofía. Aquello ocurrió hace ya un par de años. Hoy David lucha cada día contra el 'craving', las ganas irrefrenables de volver al alfa.

«Fui el paciente cero»

No lo ha tenido fácil. Se sintió muy perdido. «Cuando ingresé me dijeron que era el paciente cero, que no conocían bien la sustancia. Pero es que cuando me dieron el alta y me derivaron al CAD (Centro de Atención a la Drogodependencia), me encontré con unos psicólogos totalmente saturados y con revisiones cada mucho tiempo. Además, no había un conocimiento de lo que era el 'chemsex'». David Panales tampoco encontró en el resto de recursos públicos un abordaje específico de esta práctica, en la que al riesgo de adicción a drogas y al sexo se suma el uso compulsivo de determinadas 'app' de contactos y, en muchas ocasiones, traumas o problemas de autoaceptación no resueltos.

Las claves

  • ¿Qué es el 'chemsex'? El término surge de la fusión de las palabras 'chems', como alusión a las drogas, y 'sex'. Se trata de un tipo particular de consumo sexualizado de sustancias durante largas sesiones.

  • ¿Qué drogas se consumen en estas sesiones? GHB/GBL, mefedrona, cocaína, poppers, metanfetamina, ketamina, speed, éxtasis/MDMA y fármacos para favorecer la erección. En la Región empieza a consumirse también alfa, particularmente peligrosa

  • ¿Qué impacto tiene? Según un informe del Ministerio de Sanidad, el 21% de quienes realizan esta práctica han tenido ideaciones suicidas, y más del 50% presenta síntomas de depresión o ansiedad. Al impacto en salud mental se suma el aumento de infecciones de transmisión sexual

 

David terminó, gracias a su círculo de amigos, en la Coordinadora de VIH (Cesida) de Valencia, y allí encontró a una psicóloga clínica, Tina Belando, con experiencia en este campo. Fue su salvación, confiesa. Ahora, David trata de reconstruir su vida con ayuda de herramientas como la pintura, que le resulta terapéutica. «Tienes que buscar nuevas aficiones, porque todo en esta sociedad está relacionado con el consumo de alcohol, y la bebida tiene que desaparecer», confiesa. También toca rehacer la forma de vivir la sexualidad, ligada durante tanto tiempo a la droga, y eso tampoco es fácil.

El peligro del estigma

Tina Belando matiza que hay «realidades muy diversas» a la hora de hablar del 'chemsex'. Esta práctica «se caracteriza por el consumo de diferentes sustancias, y unas son más difíciles de manejar que otras. También varía la vía de administración». Los expertos piden no estigmatizar. «A veces, las personas LGTB tienen la sensación de que les están juzgando cuando van al médico. Si hay algo que tiene una carga moral importante es la vivencia de la sexualidad», advierte Tina Belando. David Panales ha vivido esa homofobia latente. «Se juntan todos los estigmas: maricón, adicto y promiscuo».

Pero, pese a esa losa, David ha decidido dar la cara. Lo ha hecho en 'Chemsex, un viaje al interior', un documental de Cesida que busca analizar este fenómeno. «En la Región de Murcia, las autoridades sanitarias no han reaccionado, y la gente está muriendo. Yo he estado cerca de la muerte», advierte. «Detrás de algunos suicidios está el 'chemsex'. Conozco un caso en Murcia, un chaval muy joven. De esto no se habla, pero tras la adicción, cuando intentas dejarlo, aparece la ideación suicida. ¿Cuánta gente muere por esto?»

«En Murcia no estamos reaccionando, yo busqué aquí ayuda sin encontrarla»

David es muy crítico con algunos enfoques que, en su opinión, relativizan los riesgos del 'chemsex'. «Nadie entendería que hablásemos de un uso recreativo o controlado de la heroína o el fentanilo. Me parece una barbaridad hacerlo en este caso. ¿Cómo vas a controlar lo que tomas o vas a protegerte en las relaciones sexuales en estas sesiones? A quien está experimentando ahora con el 'chemsex', lo que le pediría es que salga corriendo»

Pero, más allá de acertar con el enfoque, lo primero que hay que hacer es actuar, recuerda. A la saturación de los CAD se une la falta de servicios comunitarios, especialmente después de que el Ayuntamiento de Murcia recortase el 'checkpoint', eliminando la figura del educador social. La Consejería de Salud, por su parte, asegura que trabaja en un proyecto específico con diversas ONG. Pero mientras llega la respuesta, el problema sigue creciendo.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad La adicción que crece en la Región de Murcia: «Hay gente muriendo por el 'chemsex'; yo era un cadáver»

La adicción que crece en la Región de Murcia: «Hay gente muriendo por el 'chemsex'; yo era un cadáver»