Así actúa la 'banda del Porsche'
Los investigadores atribuyen a estos ladrones una treintena de asaltos en la Región en solo un mes y otros 50 en Madrid, Almería y Alicante
Región de Murcia, Almería, Alicante, Valencia y Madrid. Estas son las provincias que están en el punto de mira de la 'banda del Porsche' ... , un grupo de atracadores muy profesionalizado y peligroso que ha cometido ya ochenta robos con fuerza, una treintena de ellos en la Región de Murcia. Una de sus peculiaridades es el uso de coches robados de alta gama, como Porsche y Audi, a los que colocan matrículas dobladas o falsificadas para cometer los asaltos. Estaciones de servicios, salones de juego, establecimientos de hostelería y concesionarios son sus principales objetivos.
Tal es la frenética actividad delictiva que han desplegado que Guardia Civil y Policía Nacional han montado un equipo conjunto de investigación, con agentes de las unidades centrales de Andalucía, Madrid, Alicante y Murcia, ya que el centenar de robos se han producido en demarcaciones de ambos cuerpos.
El primer asalto del grupo del que se tiene constancia este año en la Región se produjo el 20 de enero en el bar Rincón de Verónica, situado en la diputación cartagenera de Miranda. El establecimiento ya había sido objeto de otros dos asaltos en septiembre y en noviembre de 2019. En la primera ocasión, los ladrones hicieron un boquete en la cerradura de la persiana y la abrieron. Accedieron al interior y reventaron las dos tragaperras y la máquina del tabaco para llevarse la recaudación.
Sus objetivos prioritarios son las gasolineras, salones de juego, concesionarios de coches de alta gama, tiendas de telefonía y bares
En noviembre volvieron a entrar al local cortando con una sierra, de lado a lado, la persiana. De nuevo se llevaron el dinero de las tragaperras y de la máquina de tabaco. Después de los asaltos, su dueña instaló un dispositivo de seguridad que, una vez activado, expulsa un humo tóxico ante cualquier movimiento extraño. «Me llamaron el 20 de enero a las 4.07 horas para decirme que había intrusos en mi local y que el sistema de seguridad estaba lanzando el humo. Por ese motivo, los intrusos estuvieron menos tiempo que en las anteriores veces. Me robaron las ganancias de las tragaperras, pero al menos no las de la máquina del tabaco», explica la propietaria del bar
Los investigadores indicaron a la dueña que los tres robos los perpetró el mismo grupo. «La llamaron la 'banda del Porsche', porque casi siempre se movían en un coche de esa marca. Parece que la forman cinco personas de complexión fuerte, que actúan encapuchadas y con guantes», advierte. Su modo de operar es siempre el mismo: uno vigila y el resto fuerza la entrada y revienta las máquinas para llevarse el dinero en menos de cinco minutos. Siempre actúan en zonas próximas a una autovía o vía rápida. En el caso del local de Miranda, escaparon por la A-30, situada a escasos metros de la localidad.
Policía Nacional y Guardia Civil impulsan un operativo conjunto para desmantelar esta organización, que sorprende por su profesionalidad y extrema eficacia
Dos días después del atraco en el bar de Verónica, los miembros de la banda estamparon un Porsche Panamera contra la entrada de un salón de juegos ubicado en la pedanía murciana de Guadalupe. Al igual que en la ocasiones anteriores, cometieron el robo de madrugada, se hicieron con la caja registradora y forzaron la máquina de tabaco antes de darse a la fuga por la A-7. Los ladrones asaltaron ese mes otros dos salones de apuestas. Uno de ellos ubicado en la diputación cartagenera de El Algar. En esa ocasión, robaron una cantidad de dinero importante.
El segundo local de juego que fue atacado por la banda del Porsche está situado en Lorquí. Allí desvalijaron una de las máquinas. Para forzar la entrada usaron una pinza de presión hidráulica, la misma herramienta que emplean los efectivos de emergencias para la excarcelación de víctimas de accidentes de tráfico. La autovía A-30 fue su vía de escape.
Una madrugada frenética
Su actividad delictiva se ha mantenido este mes, principalmente en localidades del Campo de Cartagena. En la madrugada del lunes 3 de febrero los integrantes de la organización delictiva viajaron a bordo de un Porsche Panamera de color gris, y asaltaron una gasolinera BP, ubicada a la entrada de La Manga. Posteriormente se desplazaron de nuevo hasta El Algar, donde irrumpieron en un taller y local de compra y venta de coches.
Según explican los testigos, fracturaron el cristal de la puerta de entrada y trataron de abrir algunos vehículos de alta gama que estaban expuestos, usando las llaves que encontraron en el establecimiento. Sin embargo, no lo consiguieron y huyeron. Su siguiente parada fue otro concesionario de automóviles de Los Alcázares. Aquí volvieron a intentar robar un vehículo de gama alta, un Audi, pero no lo lograron.
Sí lograron su objetivo -la recaudación de la caja registradora- en una estación de servicio del mismo municipio. La frenética madrugada delictiva acabó pasadas las cuatro de la madrugada, después de un asalto frustrado en un salón de apuestas en la pedanía murciana de Espinardo. De allí tuvieron que huir porque no se percataron de que en el interior aún quedaban clientes.
Accidente en Totana
El pasado miércoles, la banda sufrió, en apariencia, un accidente cuando viajaba en un Porsche Panamera por la autovía A-7, a la altura de Totana. Tras el siniestro, en el que se llevaron una señal de tráfico por delante tras reventar una rueda, se deshicieron del vehículo y lo quemaron en un descampado del polígono El Saladar para evitar dejar huellas. Se marcharon en otro que tenían preparado.
Para prender fuego al vehículo, según confirman fuentes de los servicios de extinción de incendios, usaron un tipo de acelerante tipo D, un compuesto de metales combustibles reducidos a virutas muy finas, como el aluminio. Ese fuego solo se puede apagar con polvo seco, ya que el contacto con el agua crea una reacción que suele finalizar en una explosión. Por ese motivo, los bomberos dejaron que las llamas devoraran el coche, lo que dejó el espectacular Porsche reducido a los cuatro hierros calcinados del chasis. Un perfecto erial a la hora de encontrar huellas.
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