Los accidentes laborales aumentan en la Región por quinto año consecutivo

El análisis recoge que «esta progresión no está exclusivamente vinculada a la recuperación económica y al crecimiento del empleo, ya que no solo aumenta el número de accidentes laborales con baja producidos en el trabajo, sino también la incidencia, que se acentúa en los siniestros graves o mortales». El ascenso se manifiesta en todos los sectores económicos, aunque «es más intenso en el sector de construcción, con una subida del 5,2%», según el CES.

A este le siguen los grandes sectores productivos en los que las subidas oscilan entre el 4,3% en servicios, el 2,6% en la industria y el 1,2% de la agricultura. «Preocupa, en particular, que el índice de incidencia de accidentes graves se acrecienta en un 2,6% y el de accidentes mortales, un 16,7%», recoge el informe.

Las estadísticas revelan a que el año pasado el número de accidentes que causan la baja del trabajador durante la jornada laboral ascienden a 16.507, un 8,7% más que en 2016. Este incremento rebasa en 3 puntos porcentuales los datos de 2016 y se elevan tanto los accidentes con baja durante la jornada de trabajo como los 'in itinere'. La suma de ambos arroja un total de 18.774 accidentes con baja, es decir, 1.355 más que en el año anterior, lo que supone un incremento del 7,8%.

La memoria elaborada por el CES vuelve a constatar un nuevo deterioro de las condiciones de seguridad laboral, obligando a «no demorar más el estudio de este problema y a que el Gobierno regional y los agentes sociales lleven a cabo actuaciones orientadas a rebajar el grave deterioro de las condiciones de la seguridad laboral».

Falta de recursos

«El problema no es solo consecuencia del aumento del empleo, sino que se debe también a la reticencia de las empresas a aumentar los recursos para mejorar el cumplimiento de las obligaciones en materia de prevención por el impacto de la crisis en sus cuentas económicas», sostiene el informe del CES.

El documento de síntesis de la situación socioeconómica y laboral recoge, además, la posible influencia del tipo de empleo que se genera mayoritariamente por la desmesurada temporalidad e intensa rotación laboral, que se une a factores como la escasa formación y experiencia de los trabajadores, la creciente externalización de actividades productivas y el efecto derivado de ciertas modificaciones normativas y decisiones de gasto.

El CES tampoco descarta la influencia del aumento del denominado 'presentismo' -trabajadores enfermos que acuden al trabajo- para no acumular ausencias que puedan justificar el despido objetivo o no ver disminuidas sus percepciones ante el recorte experimentado en muchos casos por los complementos en situación de incapacidad laboral. El análisis también indica que «pudieran haber influido las disminuciones presupuestarias aplicadas a la política regional de fomento de la prevención de riesgos laborales».

«La paulatina recuperación económica no lleva aparejada mejora en las condiciones de seguridad y salud laboral de los trabajadores, más bien al contrario», afirma el CES. Por lo que el Consejo ha anunciado que se encuentra en un proceso de elaboración de prevención de riesgos laborales cuya entrada en vigor se prevé para el próximo año.

Urge un nuevo plan

«Es inaplazable un nuevo Plan Regional de Prevención de Riesgos Laborales, puesto que el último finalizó en 2012 y las iniciativas posteriores no aportan el suficiente compromiso en cuanto al contenido, plazo, programación temporal de las actuaciones, financiación, seguimiento y control», explica el CES, y señala «la conveniencia de emprender acciones para rebajar los accidentes laborales de tráfico en colaboración con las autoridades estatales competentes».

Entre las medidas que promuevan mejorar la seguridad laboral, el CES recomienda acciones como el posible establecimiento de incentivos para favorecer los planes de movilidad en polígonos y empresas, el uso del coche compartido, la racionalización de los horarios para reducir los desplazamientos y hacerlos más seguros y la supervisión de los medios de transporte colectivos utilizados para el desplazamiento de los trabajadores, entre otras medidas.