«Primero el Ebro y ahora el Tajo»

«Primero el Ebro y ahora el Tajo. ¡Basta ya!». Este eslogan escrito a brocha gorda resumía el sentir mayoritario de las miles de personas -unas 15.000 según la Policía Local- que se manifestaron ayer por la principal avenida de Murcia en defensa del acueducto Tajo-Segura y frente a la «amenaza» del Estatuto de Castilla La Mancha. Empresarios, sindicatos, miembros del Gobierno autonómico, parlamentarios y dirigentes regionales del PP y PSOE, con sus secretarios generales a la cabeza, arroparon a los regantes del Trasvase en una asamblea extraordinaria que terminó con una advertencia de estos últimos: Si el Estatuto de Castilla La Mancha es contrario a los intereses de la cuenca del Segura tomarán «acciones más contundentes». «No vamos a dar un paso atrás», gritaron.

No eran el día y la hora (5 de la tarde) más adecuados. Tampoco se trataba de una manifestación con pre calentamiento, por lo que la protesta de ayer resultó discreta en comparación con la multitudinaria marcha de julio del 2005. Asimismo, los murcianos no son muy dados a movilizarse, pese a que la capital es la séptima ciudad española, con más de 400.000 habitantes. Con estos condicionantes, los organizadores consideraron un éxito de participación la marcha que desfiló por la Gran Vía, ya que superó sus previsiones, cifradas en 5.000 personas. Entre pitos y al ritmo de La Parranda, el himno de Valencia, y las canciones de Serrat y Julio Iglesias, y , se cubrieron los 500 metros del recorrido.

Respaldo el PP y PSOE

El presidente Ramón Luis Valcárcel y el consejero de Agricultura, Antonio Cerdá, se encontraban en la feria hortofrutícola de Berlín. Estuvieron representados por el resto de consejeros, el presidente de la Asamblea Regional, Francisco Celdrán, y la plana mayor del PP, con el alcalde Miguel Ángel Cámara al frente. Por parte del PSRM-PSOE acudió su secretario general, Pedro Saura, y los miembros de su ejecutiva. IU también mostró su adhesión a las reivindicaciones de los regantes. Dirigentes empresariales y sindicales y de las organizaciones agrarias completaron una representación en la pancarta de cabeza, en la que predominaron las caras del Partido Popular. Saura desfiló entre el presidente del Parlamento y el portavoz del PP, Juan Carlos Ruiz.

La marcha estuvo nutrida por regantes de Murcia, Alicante y Almería y otros colectivos, como el de que lidera la eurodiputada murciana Gutiérrez-Cortines Hubo pocos vecinos de la capital. Quienes no acudieron a la concentración sí se enteraron de sus efectos por el colapso de tráfico que causó el corte del centro de la ciudad.

«Agresión frontal»

Francisco del Amor, presidente del Sindicato de Regantes y portavoz del Comité de Crisis, denunció «la agresión frontal y la amenaza directa» del Estatuto de Castilla La Mancha, que cree poblado de «demagogia y mala hierba» cada vez que se califica al trasvase de anacrónico, insolidario e insostenible. Pidió a los políticos murcianos «que no cedan ni un ápice» en la tramitación de este Estatuto. Propuso que no se utilice el Trasvase Tajo-Segura como un arma política que enfrenta a dos regiones vecinas y hermanas y apostó de nuevo por la necesidad de un gran pacto nacional. Recordó que el texto castellano manchego quiere acabar con el acueducto en el año 2015, establecer una reserva de 600 hectómetros, eliminar la compra de agua y fiscalizar desde Toledo el uso del agua del Tajo.

En el otro platillo de la balanza puso los «derecho fundados» de los regantes del Segura sobre los excedentes de la cabecera del Tajo, los beneficios de la balanza comercial debido a la exportación hortofrutícola y la creación de puestos de trabajo en un sector que está mitigando los efectos de la crisis económica.

En la asamblea abierta celebrada en la Cámara de Comercio, y que sirvió de antesala a la concentración, Francisco del Amor propuso el rechazo al Estatuto y se lamentó de que nadie les facilite información de las negociaciones políticas que se llevan a cabo en Madrid. «¿Vamos a renunciar a lo que hemos conseguido? ¿Vamos a permitir que nuestros hijos emigren? ¿Vamos a consentir que nos quiten el Trasvase Tajo-Segura, del que dependen más de 70.000 familias?», preguntó Del Amor a los asistentes antes de que se echaran todos a la calle.

Texto bloqueado

Los convocantes esperan acuse de recibo del Gobierno central y de los negociadores del Estatuto de Castilla La Mancha, que se encuentra «empantanado» en el Congreso de los Diputados. Nadie es capaz de dar un pronóstico sobre el futuro de este texto, ni siquiera los parlamentarios nacionales del PP y PSOE que estaban ayer en la concentración. La ruptura de voto de dos diputados murcianos del PP, en octubre pasado, cuando se admitió a trámite el Estatuto, ha sido un aviso a la cúpula nacional de este partido. A la postre ha servido a Valcárcel y a Francisco Camps para fortalecer su veto a Cospedal. En cuanto a las filas socialistas, cada día crecen las probabilidades de que el texto vuelva a las Cortes de Toledo, según fuentes de este partido.