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Un lobo ibérico aúlla en el monte. RAFAEL MARCHANTE

Más protección para el lobo

El Ministerio quiere que la población de este carnívoro aumente en 50 manadas y que su ámbito de distribución se amplíe entre un 10% y un 20% en los próximos diez años

Miércoles, 18 de noviembre 2020, 22:58

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Más lobos y en más sitios. El borrador de la Estrategia para la Conservación y Gestión de esta especie en España propone homogeneizar su estatus a nivel nacional para incluir a todas las poblaciones en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. El objetivo es pasar de las 300 manadas actuales (según el censo de los años 2013-2014) a 350 en 2030, reducir su persecución ilegal y que el ámbito de distribución del 'Canis lupus' se amplíe entre un 10% y un 20%, también durante los próximos diez años, para garantizar su supervivencia a largo plazo.

Estas líneas de acción prioritarias propuestas por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, «para que la gestión y conservación sea coherente en todo el territorio español, asegure sus poblaciones y distribución y garantice la coexistencia con el hombre», han sido presentadas este miércoles en la reunión telemática del Grupo de Trabajo del Lobo, en la que han participado representantes de la Administración General del Estado y de las comunidades autónomas con presencia de la especie. El documento supone la actualización de la Estrategia para la Conservación y la Gestión del Lobo en España, aprobada en 2005.

La situación legal del lobo cambia según donde se encuentre: su estatus de protección es diferente al norte y al sur del Duero. Así, las poblaciones al sur de este río están incluidas en los anexos II y V de la Ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, como especie de interés comunitario que requiere de la designación de Zonas Especiales de Conservación (ZEC) para una protección estricta. Por eso, todas las poblaciones al sur del Duero están incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. Al norte del Duero, por el contrario, sus poblaciones están incluidas en el anexo VI, como especie cuya explotación puede ser objeto de medidas de gestión. Como la caza.

Nueva gestión con un enfoque común

El Ministerio quiere dar un giro a esta situación para abordar la gestión del lobo, una especie emblemática de la fauna ibérica, mediante «un enfoque común». Y lo justifica por tratarse de un predador clave para el funcionamiento de los ecosistemas, por el hecho de que su área de distribución abarque territorios de varias comunidades autónomas y que éstos hayan ido cambiando en los últimos tiempos (ya hay ejemplares también al oeste y este del Duero), así como por las amenazas que le afectan.

La inclusión de todas las poblaciones españolas de lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, como aconsejó el dictamen del Comité Científico, es necesario por «su importancia como patrimonio cultural y científico, así como por los servicios ambientales que produce la presencia de esta especie en los ecosistemas naturales», según el Ministerio, que contempla las poblaciones viables de lobos como «parte integral de los ecosistemas españoles en coexistencia con el hombre».

Los expertos dan por extinguido al lobo en Sierra Morena

Mientras los sectores científico y conservacionista trabajan en la protección del lobo, en ocasiones frente a la presión de algunos ayuntamientos, ganaderos y cazadores, que apuestan por mantenerlo a raya, se ha constatado la expansión reciente de la especie, fundamentalmente hacia el sur (Sistema Central, provincias de Ávila, Segovia, Guadalajara y Comunidad de Madrid) y su dispersión demográfica en el noreste, así como en zonas de llanura de la submeseta norte. También se ha comprobado la presencia esporádica de lobos sin reproducción (uno o dos ejemplares) en el Pirineo catalán y en Aragón. Por el contrario, el Ministerio da por extinguido el lobo en Sierra Morena.

Para avanzar en la conservación del lobo se proponen las siguientes medidas:

Conectividad. Adecuación de las infraestructuras que suponen un efecto barrera y provocan mortandad en la especie por atropello, como carreteras y vías de ferrocarril, «siguiendo los principios de actuación incluidos en la Estrategia Nacional de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas».

Refugios. Creación de bosques-isla en zonas agrícolas que sirvan de cobijo y reproducción para el lobo y que permitan mantener la conectividad con otras áreas.

Sanidad animal. Programa coordinado a nivel nacional de seguimiento y control de enfermedades transmisibles de este cánido salvaje, entre otras acciones.

Participación social. Colaboración de todos los agentes sociales, por lo cual se promoverán acciones de divulgación para conseguir el apoyo ciudadano para la conservación y recuperación de este animal emblemático. Entre otras, la Estrategia plantea incentivar la participación social en la toma de decisiones con el establecimiento de una mesa sectorial de diálogo sobre el lobo con naturalistas, ONG profesionales de la ganadería, personal técnico, ayuntamientos, sector de la ciencia, administraciones, cazadores, profesionales del turismo, etc.

Nuevo censo. Con el objetivo de avanzar en el conocimiento de la especie, se propone la realización de un nuevo censo durante los años 2021-2022 y se recomienda su actualización cada cinco o seis años, con una revisión anual de su área de distribución.

Control. Seguimiento de los grupos de lobos y directrices comunes de gestión para cuando se observe un incremento notable en el número de ejemplares en un determinado entorno que pueda generar tensiones. Gestión siempre en el contexto del equilibrio ecológico.

Solución a otras amenazas. La hibridación con perros asilvestrados pone al lobo en una situación de introgresión genética y de erosión de las características genéticas propias de la población ibérica. Por otro lado, la retirada generalizada de carroñas de ganado del medio natural durante las pasadas décadas dificulta su alimentación.

Apoyo económico. Puesta en marcha de líneas de ayudas en aquellos casos debidamente justificados.

La Estrategia ha sido elaborada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y las comunidades autónomas en el seno del Comité de Flora y Fauna Silvestres de la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad. La reunión ha supuesto una primera puesta en común del documento y se espera continuar el proceso de revisión y su enriquecimiento técnico con aportaciones de todos los agentes implicados en la gestión del lobo en España.

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