'Parque Jurásico' en Moratalla

«Si el dinosaurio murió donde se encontraron los fósiles, es posible que encontremos algún hueso más, pero esa zona fue un entorno fluvial donde quizá los restos fueron arrastrados», explica a LA VERDAD la geóloga Nuria Torrente García (Calasparra, 36 años), que firma el estudio sobre este descubrimiento junto con Miguel Ángel López Sandoval y el autor del hallazgo.

Los dos fósiles localizados hace casi dos años en Benizar encajan en una pieza de 25 centímetros perteneciente al fémur de un saurópodo que vivió en el Noroeste en un periodo del Cretácico inferior conocido como Albiense. Pero se trata de una diáfisis, la parte central de la articulación, lo que dificulta la identificación de la especie, si bien los investigadores se inclinan por asegurar que podría tratarse de un titanosaurio:un 'dino' herbívoro de largo cuello y cabeza pequeña, posiblemente subadulto. Las otras tres opciones, los mucho más grandes diplodocus, camarasaurus y braquiosaurio, están descartados. Si el hueso de la extremidad inferior medía unos 80 centímetros, el animal tuvo una altura máxima de 180 centímetros.

El análisis de las porciones de hueso ha permitido reconstruir el paleoambiente de esta zona de Moratalla hace más de cien millones de años: un ecosistema deltaico de arenas finas, aportadas por un cauce fluvial en sus avenidas, y un área de drenaje de la cuenca formada por bosques de coníferas. Un «gran ecotono» en el que confluían tres ambientes: continental, fluvial y marino. «Este es el motivo de la gran variedad de especies en el registro fósil del yacimiento, con troncos silicificados que parecen piedras, y también moluscos, gasterópodos y bivalvos, entre otros», detalla Nuria Torrente.

Los investigadores murcianos, que no son expertos en paleontología, recibieron el encargo de profundizar en la historia de este fósil de parte de Gregorio Romero Sánchez, jefe del Servicio de Patrimonio Histórico de la Comunidad Autónoma, y del profesor de la Universidad de Murcia Francisco Guillén Mondéjar, a quienes agradecen una oportunidad «increíble y emocionante». Una vez lanzada la primera hipótesis, ahora esperan que el dinosaurio de Benizar interese a los especialistas en la materia y determinen exactamente su especie.

Los fósiles del dinosaurio moratallero están depositados en el Museo Arqueológico de Murcia, donde ya han sido expuestos.

La pandemia ha paralizado la prospección en el yacimiento, de propiedad particular. Mientras tanto, Nuria Torrente prepara su tesis doctoral en la UMU con un estudio sobre el patrimonio geológico de Calasparra, un conjunto en el que sobresalen el volcán de Cabezo Negro, la falla de Socovos, el Cañón de Almadenes, las terrazas del entorno del santuario y una dunas singulares en las orillas del río Segura.