Un nido 'fantasma' de tortuga boba

Cuando el foco mediático apuntaba al nido de tortuga boba que está a punto de eclosionar en La Manga –protegido y vigilado durante las 24 horas del día, con cámaras que graban y retransmiten en directo cualquier mínimo movimiento en la arena que cubre los huevos–, en la costa salvaje de Lorca nacía sin testigos un número indeterminado de crías de este reptil amenazado. Y este acontecimiento extraordinario habría pasado desapercibido de no ser porque dos personas se encontraron el pasado viernes por la noche con una tortuga recién nacida en una cala de difícil acceso en Calnegre y dieron el aviso.

De inmediato se puso en marcha un operativo de búsqueda para localizar la nidada que no dio resultado, aunque en la madrugada del martes fue encontrada en el mismo lugar otra tortuga, igualmente recién nacida, informa el Gobierno regional a LA VERDAD. La Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente continuará con las batidas esta semana, con la ayuda de la asociación lorquina Naturactúa, en un último intento de dar con la puesta y poner a salvo los huevos que puedan quedar sin romper, o de hallar más ejemplares de 'Caretta caretta'.

Dos y dos son cuatro: se trataría de un nido que ha pasado inadvertido durante todo el verano debido a lo apartado de la zona, un tramo del litoral de la Región de Murcia escarpado y salpicado de pequeñas calas donde el acceso solo es posible a pie. Puesto que el periodo de incubación es de entre 50 y 70 días, lo más probable es que la tortuga boba desovara en el sector lorquino del Parque Regional de Cabo Cope-Calnegre entre finales de junio y mediados de julio. Con toda la tranquilidad del mundo.

Las dos tortugas pesan poco más de catorce gramos y han sido trasladadas a los tanques del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (Imida) en San Pedro del Pinatar, donde hacen compañía a once de las 21 que nacieron el 18 de septiembre del año pasado en Calblanque –las otras diez se trasladaron al Oceanogràfic de Valencia–. Aunque por poco tiempo, porque estas últimas serán devueltas al mar próximamente en el espacio protegido del litoral cartagenero una vez que han superado con creces el kilo de peso y ya pueden iniciar una nueva vida en su medio con garantías de supervivencia.

La vulnerabilidad de las pequeñas tortugas bobas explica el interés de encontrar el nido 'fantasma' de Calnegre para criarlas en cautividad, al menos durante el primer año. Los científicos calculan que solo llega a adulta una de cada mil nacidas: la inmensa mayoría son depredadas en los primeros días por aves marinas o grandes peces.

Otro nido del que no se tenía constancia 'explotó' también el pasado fin de semana, esta vez a plena luz del día y ante un grupo de turistas que no daban crédito a lo que veían, en la cala menorquina de El Pilar. El vídeo se ha hecho viral en las redes sociales.