El acuífero inyecta al Mar Menor 1.575 toneladas de nitratos cada año y solo 8,5 hm3 de agua dulce

Al Mar Menor entran cada año 1.575 toneladas de nitratos y solo 8,5 hectómetros de agua dulce –una cantidad menor de la esperada— procedentes del acuífero Cuaternario. Estas son las principales conclusiones del estudio sobre las descargas de caudales subterráneos a la laguna encargado a la empresa pública Tragsatec por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para ajustar al máximo la eficacia del conjunto de medidas que deben aplicarse para recuperar el buen estado ecológico del humedal.

Las agresiones históricas que han dejado al Mar Menor en 'shock' ambiental –minería, construcción excesiva, vertidos urbanos y contaminación por nitratos de la agricultura y ganadería intensivas...–, cuyos efectos acumulados fueron agudizados por las lluvias torrenciales de septiembre de 2019, han obligado a las diferentes administraciones a actuar para evitar la muerte del espacio natural. El estudio sobre la intrusión de agua dulce a la laguna es una pieza clave para ultimar los detalles del plan de 'vertido cero'.

El informe 'Cuantificación, control de la calidad y seguimiento piezométrico de la descarga de agua subterránea del acuífero Cuaternario del Campo de Cartagena al Mar Menor', realizado entre el 1 de junio de 2018 y el 31 de octubre de 2019, revela que el 70% de las entradas de agua dulce a la laguna se localizan en la mitad norte del borde costero, entre Villananitos y la desembocadura de la rambla del Albujón, con los mayores volúmenes en el tramo comprendido entre Santiago de la Ribera y Los Alcázares. El caudal diario calculado es de 22.284 m3, que contendrían 4,1 toneladas de nitratos. En el periodo analizado –17 meses– entraron 11,6 hectómetros.

En cuanto a la recarga del acuífero, se calcula en 12,78 hm3 anuales, con una entrada interna lateral de 6,32. En los 6,46 hm3 restantes, la mayor parte corresponde a retornos de riego (60%) y el resto (40%) a la infiltración de agua de lluvia. Como anualmente salen algo más de 10 hectómetros (además de las descargas al Mar Menor, se pierden 0,79 hm3 por evapotranspiración en los saladares, 0,60 en el Mediterráneo, 0,54 de bombeos y 0,06 que afloran en la rambla del Albujón), el acuífero almacena cada año 2,5 hectómetros.

Las aguas de descarga presentan un contenido medio de nitratos de 180 mg/litro y una conductividad promedio de 4.982 microsiemens/cm. El contenido de fosfatos es «reducido, llegando a encontrarse en la mayoría de las muestras por debajo del límite de detección del procedimiento». Y en lo que se refiere a los metales pesados, únicamente se han registrado valores de mercurio por encima de la normativa de referencia empleada en puntos próximos a las ramblas de Carrasquilla y Ponce.

El ámbito del estudio abarca una franja de tres kilómetros medida desde el borde costero del Mar Menor hacia el interior, lo que supone un área de 106 km2, aproximadamente el 10% de la superficie total de la masa subterránea de agua del Campo de Cartagena. En el espacio físico analizado se incluyen los núcleos urbanos de San Pedro del Pinatar, San Javier, Los Narejos, Los Alcázares, Los Urrutias, Los Nietos, Los Belones, Mar de Cristal e Islas Menores.

La red de control desplegada por los técnicos de Tragsatec ha constado de setenta puntos «con una distribución homogénea a lo largo de la zona de estudio», puede leerse en el documento. Se trata de accesos al acuífero Cuaternario de diferente naturaleza:pozos y sondeos en explotación, antiguas norias y puntos de investigación y control de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) e Instituto Geológico y Minero (IGME). En 30 de ellos se tomaron además muestras para su análisis químico en laboratorio.

Este documento despeja dudas y aclara la relación entre el Mar Menor y la masa de agua subterránea del Campo de Cartagena más superficial y cercana al litoral. Los resultados obtenidos casi doblan la cifra de 5 hm3 al año estimada en 1991 por el Instituto Geológico y Minero (IGME) y considerada hasta ahora como dato oficial;de hecho, es la que se tiene en cuenta en el Plan Hidrológico de Cuenca (2015/21).

Sin embargo, otros estudios más recientes aportaban cifras mucho mayores de las que acaban de hacerse públicas: una modelización a cargo de varios autores sugirió en 2016 una entrega de hasta 68 hm3/año –el 13% del volumen de la laguna–, y una cuantificación de la consultora Future Water para la Comunidad de Regantes Arco Sur estimó en 2017 el flujo interno entre 38 y 46 hm3 anuales. Un año después, un artículo científico que cruzaba los datos de diferentes estudios y datos piezométricos entre 1925 y 2015 cifró la descarga subterránea en 35 hm3 al año.