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Funeral por dos iraníes del avión derribado. REUTERS
Irán enriquece más uranio que nunca

Irán enriquece más uranio que nunca

El presidente Rohaní lanza otro órdago a unos países europeos que temen el chantaje de Trump si no frenan los avances nucleares de los ayatolás

mikel ayestaran

Corresponsal. Jerusalén

Jueves, 16 de enero 2020, 22:56

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Los últimos episodios del contencioso nuclear añaden aún más tensión a un Irán donde las autoridades comenzaron a entregar a las familias los cuerpos de los fallecidos en el derribo del avión ucraniano. En los primeros funerales se mezclaron el dolor y la indignación por la mentira mantenida por el régimen durante los primeros días en los que defendió que un «fallo técnico» causó la caída del Boeing 737 pocos minutos después de despegar.

Apenas 48 horas después de que Alemania, Francia y Reino Unido anunciaran la activación del mecanismo de resolución de disputas del acuerdo nuclear para presionar a Irán, el presidente Hasán Rohaní declaró que «nuestro enriquecimiento diario (de uranio) es hoy mayor que en la época anterior a que firmáramos el JCPOA (siglas en inglés del Plan Conjunto de Acción Integral suscrito en 2015 con EE UU, Rusia, China, Alemania, Francia y Reino Unido). No nos hemos quedado de brazos cruzados, si ellos han reducido sus compromisos, nosotros también».

El mandatario respondió así a una decisión europea que se produjo bajo la amenaza de Estados Unidos de imponer un arancel del 25% a los vehículos importados de Europa si Berlín, París y Londres no denunciaban a los iraníes, según confirmó la ministra alemana de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer, que calificó el mensaje estadounidense de «amenaza». La estrategia de Irán ante esta nueva situación es continuar con sus planes «sin ninguna restricción en el campo de la energía nuclear», en palabras de Rohaní. Un nuevo órdago a Occidente en un momento delicado para la diplomacia del país. O, según algunos analistas, un mensaje para calmar la inquietud de los sectores más duros del régimen.

Según el pacto de 2015, acordado con Barack Obama en la Casa Blanca, Teherán no puede superar un límite de almacenamiento de uranio de 300 kilos y de nivel de enriquecimiento del 3,67%, pero desde la salida unilateral de Estados Unidos en 2018, los iraníes han ido dando pasos que los alejan del texto como medida de presión a Europa. El objetivo de la república islámica es que los firmantes europeos pongan en marcha mecanismos que permitan a Teherán superar los castigos de Donald Trump, pero Alemania, Francia y Reino Unido han sido incapaces de hacerlo. El régimen de los ayatolás se siente así traicionado porque, según todos los informes de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), cuyos inspectores siguen trabajando sobre el terreno, cumplía todos los puntos acordados. Un extremo que nada importó a Trump a la hora de ordenar la vuelta a las duras sanciones.

«El matón de Secundaria»

El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, se reunió con el ministro de Exteriores iraní, Javad Zarif, e insistió en la importancia de mantener vivo un acuerdo gracias al cual «hoy Irán no es un poder nuclear». Borrell cerró las puertas a un nuevo pacto, tal y como pretende Trump secundado por Boris Johnson, y recordó que «negociar este acuerdo nuclear costó doce años y ha conseguido con éxito hacer del mundo un lugar mejor». Todo lo contrario de lo que sostiene Washington, que presiona para que los países comunitarios se sumen a su política de sanciones y presión máxima contra la república islámica.

Cancilleres de los países con víctimas en la tragedia, reunidos en Londres.
Cancilleres de los países con víctimas en la tragedia, reunidos en Londres. AFP

Zarif lamentó que los firmantes europeos del acuerdo hayan cedido al chantaje de Trump y les recordó vía Twitter que «no funcionará, mis amigos. Ustedes solo abrieron su apetito. ¿Recuerdan a su matón de la Secundaria?». El diplomático lamentó la «falta de base moral» que aprecia en Londres, París y Berlín y les reprochó que, al hacer caso a Estados Unidos, «venden los restos del acuerdo para evitar las nuevas tarifas» con las que resultaría perjudicada su industria automovilística.

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