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Viernes, 31 de mayo 2019, 21:19

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La Laguna de Chicabal, una cuenca sagrada de los mayas color verde esmeralda y rodeada por un bosque de nubes donde se escucha el murmullo del quetzal, es un encuentro espiritual de indígenas: antes del amanecer, centenares de indígenas Mam suben una montaña empinada para llegar al centro del cráter de Chicabal, que desde hace cientos de años se ha convertido en el escenario de la «Rogativa de la lluvia».

EFE
La Laguna de Chicabal, una cuenca sagrada de los mayas color verde esmeralda y rodeada por un bosque de nubes donde se escucha el murmullo del quetzal, es un encuentro espiritual de indígenas: antes del amanecer, centenares de indígenas Mam suben una montaña empinada para llegar al centro del cráter de Chicabal, que desde hace cientos de años se ha convertido en el escenario de la «Rogativa de la lluvia».
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