Las novias más mediáticas de la Casa de Alba
Puntadas con hilo ·
Desde que doña Cayetana contrajese matrimonio con Luis Martínez de Irujo, las bodas de la familia han sido foco de atención, aunque unas más que otrasLa primera gran boda moderna de la Casa de Alba fue la de Cayetana Fitz-James Stuart con Luis Martínez de Irujo, en 1947. La ceremonia, celebrada en la Catedral de Sevilla, fue una de las bodas más fastuosas tras la Segunda Guerra Mundial. Cayetana lució un vestido diseñado por Flora Villarreal, modista de su confianza y que, como la propia duquesa dijo, «nunca la reconocieron como a Balenciaga». Estaba confeccionado en seda marfil con una majestuosa falda compuesta de capas de tul superpuestas. Completaba el conjunto con un velo de encaje de Bruselas del siglo XVIII de la colección familiar y una diadema de brillantes y perlas que había pertenecido a la emperatriz Eugenia de Montijo.
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Cuando volvió a casarse, en 1978, con Jesús Aguirre, la duquesa rompió con la tradición y se decantó por un vestido muy alejado de los modelos clásicos de novia. Eligió un vestido del diseñador francés afincado en Roma André Laug, con estampado floral, mangas largas abullonadas y cuello alto. En su tercera boda, en 2011, con Alfonso Díez, Cayetana apostó por un estilo romántico y desenfadado firmado por los andaluces Victorio & Lucchino, era en un tono rosa pálido de gasa natural de seda, que llevaba un encaje de Valencia en el mismo tono, con bordados florales, volantes en el bajo y un cinturón de terciopelo verde oliva que decidió ponerle el novio. Un estilismo que completó con medias de rejilla y bailarinas, muy fiel a su estilo, y para el que se hicieron numerosas pruebas sin pasar al Palacio de Dueñas. «Nos llevaba a una casita que había al lado para que la prensa no se diera cuenta», contaron a posteriori los modistas.
La familia volvió a convertirse en foco de atención con las bodas de los hermanos menores. En 1998, Eugenia Martínez de Irujo, la benjamina, se casó con Francisco Rivera Ordóñez en una boda que paralizó Sevilla y fue retransmitida por televisión. Su vestido, obra del diseñador Emanuel Ungaro, era de raso duquesa color marfil, con escote cuadrado, mangas largas y falda recta, rematado por un velo de encaje antiguo familiar y la tiara de Eugenia de Montijo, como su madre. Un estilismo para el que estuvo asesorada por Naty Abascal.
En 2005, Genoveva Casanova se casó con Cayetano Martínez de Irujo, luciendo un vestido de Manuel Mota, director creativo de Pronovias, con cuerpo de encaje, manga larga y cuello alto, acompañado de una amplia falda en línea A. Era un diseño sobrio y refinado acorde a un escenario como el palacio de las Dueñas. De Mota también se vistió la siguiente novia de la familia, Inés Domecq, para su enlace con Javier Martínez de Irujo. La novia, siempre elegante, lució un diseño de silueta sirena, con escote cuadrado, mangas farol y una larga cola adornada con un lazo tipo fajín.
Ya en la nueva generación, en 2018, el Palacio de Liria volvió a vestirse de gala con el enlace de Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James Stuart, actual duque de Huéscar y heredero del ducado de Alba. Sofía deslumbró con un vestido de su tía, la reconocida Teresa Palazuelo. El diseño, en seda natural color marfil, de líneas limpias y escote barco, con ausencia de tiara y velo. Belén Corsini y Carlos Fitz-James Stuart y Solís, actual conde de Osorno, se casaron en 2021. Ella se enfundó un vestido de Navascués. Era un diseño de silueta imperio confeccionado en georgette de seda natural, con doble falda, enagua de satén y mangas abullonadas. Belén decidió no llevar tiara, aunque sí lució joyas familiares, continuando con un estilo más sencillo.
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Navascués también ha diseñado el vestido de novia que lucirá doña Bárbara Mirjan en su boda con Cayetano Martínez de Irujo. Una creación que aúna tradición, simbolismo y artesanía, fiel al sello de identidad de la firma. El vestido, confeccionado en crepe con cortes en godets de organza bordada con hilos de seda, evocando a las flores del mantón de Manila en un delicado guiño a Sevilla. Los bordados en el puño derecho toman como referencia la saya que lució la Virgen de las Angustias de la Hermandad de los Gitanos durante la pasada Madrugá del Viernes Santo. El diseño se completa con una sobrefalda en organza y tundra y un corselete bordado en hilo de seda. La cola es independiente, en organzas con bordado y el velo en tul de seda natural.
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