Álvaro de Marichalar, el acompañante que nadie quiere en Bla Bla Car

Hace unos días, la periodista y escritora Sabina Urraca vivió una experiencia que no cualquier usuario de Bla Bla Car se encuentra en uno de esos trayectos de acompañantes desconocidos. Cuenta en su blog 'El estado mental' que ella viajaba de Logroño a Madrid con el conductor de un coche con el que reconocía haber conectado fácilmente y con quien la conversación era buena.

Todo se truncó cuando al llegar a Soria, dos nuevos viajeros subieron al coche. Uno de ellos era él, Álvaro de Marichalar, hermano de Jaime de Marichalar y excuñado de la Infanta Elena. Sabina explica que no reconoció al personaje, pero descubrió quién era cuando se presentó en una de las muchas llamadas telefónicas al interlocutor.

Cuenta la periodista que Álvaro de Marichalar se comportó como una especie de déspota en el interior del vehículo en el que viajaban cuatro personas que Bla Bla Car había unido. Sabina Urraca describe como el «noble» hablaba todo el tiempo por el móvil, casi gritando, no dejando al resto entablar conversación. También dice que, tras un descanso, le impuso cambiar de asiento con un «ahora yo voy a ir delante» y que se negó a ponerse el cinturón porque decía haber tenido una mala experiencia con él en un accidente de tráfico.

El texto contiene numerosas críticas a Álvaro de Marichalar que el cuñado de doña Elena no ha podido pasar desapercibidas y ha mandado una carta abierta a La Vanguardia que se publicó ayer. En ella, Álvaro de Marichalar no es mucho más amable de lo que fue en su viaje en Bla Bla Car ni tampoco suiviza mucho más que Sabina Urraca el tono de su queja; con un lenguaje, eso sí, tan cuidado como el de ella.

«Mal afamada Sabina Urraca», comienza el personaje de alta cuna. Álvaro de Marichalar pretende desmentir lo escrito por la periodista; el aristócrata afirma que su «estupendo» viaje en Bla Bla Car ocurrió hace varios meses y que ella ha publicado ahora esta «pequeña basura que has diseñado durante meses» a modo de traición.

Esta guerra entre Álvaro de Marichalar y Sabina Urraca ha alcanzado extremos políticos. Ella afirma ser asidua a manifestaciones y siente no haber podido decirle durante ese trayecto a su acompañante todo lo que pensó de él entonces. Él culpa a los «tópicos» de su pensamiento y da un oportuno repaso Pablo Iglesias: «Ahí está Iglesias homenajeando ayer a las brigadas internacionales en el Parlamento de todos, como el sectario matón que intenta ser».