Un policía se despide poniendo más de 200 multas dos días antes de jubilarse
El policía dejaba claro hace dos años su disconformidad con la decisión del ayuntamiento de Vitoria y dijo que se iría «dejando huella»
C. Patricio
Miércoles, 24 de junio 2015, 19:29
Parece una situación sacada de una 'sitcom', pero ha ocurrido en la vida real: un policía local de Vitoria ha puesto 205 multas antes de jubilarse. Ocurrió el pasado mes de marzo, cuando a este agente de Vitoria le quedaban tan solo dos días para el comienzo de su jubilación. En lugar de tomárselo con calma decidió aprovechar para despedirse a lo grande multando como si no hubiera un mañana.
¿Quería aprovechar para poner todas las multas que no pudo en su momento? ¿O se trataba de una venganza? Según el diario Deia, hace dos años el Ayuntamiento de Vizcaya dio la orden a los agentes encargados de los coches radar, o 'multacar' como los llaman algunos, de no aparcarlos en zonas no preestablecidas para dejar claro a los ciudadanos que el Consistorio no tiene afán recaudatorio cuando multa por excesos de velocidad. Entonces, tal como cuenta el diario, tras tener conocimiento de tal medida, el policía ya dejó claro que no le gustaba y, como cuenta una concejala del Ayuntamiento, adelanto que se iba a jubilar «dejando huella».
Y eso hizo. Puso nada más y nada menos que 205 multas por exceso de velocidad en menos de 48 horas. ¿Cómo consiguio semejante cifra? El 'abuelo multador', como ya lo llaman en el pueblo, colocó el coche del radar en dos calles muy largas y con límite de velocidad de 50 km/h. Hecho esto, y sabiendo que la mayoría de los conductores sobrepasan el límite de velocidad en dichas vías, tan solo le restaba esperar a que los infractores fueran cayendo en la trampa.
En el ayuntamiento de la capital vasca han calificado la "hazaña" de este policía local como una «gamberrada», ya que las multas han sido puestas a traición, aunque dentro de la legalidad. Por lo tanto, aunque el comportamiento del agente de policía no haya sido ejemplar, desde el ayuntamiento se insiste en que estas multas deben ser pagadas.
A este policía díscolo también se le ha abierto un expediente disciplinario, ya que tampoco respetó la decisión del ayuntamiento de aparcar el coche radar en un lugar señalizado. Pero como ya se ha jubilado, tanto le darán las consecuencias, y probablemente ya estará disfrutando de su retiro con no poca satisfacción perversa en el cuerpo.