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Ayan Zhademov, de Kazajistán, vestido de chica para suplantar a su novia en un examen.

Se hace pasar por su novia en un examen de selectividad

«Al principio pensábamos que debía ser otra mujer la que estaba en el lugar de esta candidata, pero nunca llegamos a pensar que se trataba de un hombre, hasta que empezó a hablar», cuenta un portavoz del tribunal de las pruebas

C. Patricio

Jueves, 11 de junio 2015, 12:06

Los límites del amor a veces pueden ser tan imprevisibles como disparatados. Ayan Zhademov, un chico de Kazajistán, estaba tan desesperado por ayudar a su novia, que cuando esta le contó que estaba preocupada por su último examen, decidió idear un alocado plan para impresionarla: vestirse como ella para hacer la prueba en su lugar.

La chica, que se estaba preparando para el 'Unified National Testing', un examen en que deben hacer los alumnos para poder entrar a las universidades de Kazajístan, el equivalente a la PAU, o selectividad española, apenas dormía y tenía ansiedad, lo que llevó al desesperanzado novio a planear una verdadera hazaña.

Una vieja peluca morena, una falda gris, una apretada blusa, un poquito de maquillaje y ¡voilá! Ayan Zhademov estaba dispuesto, cual colegiala, a suplantar a su novia en el examen de la ciudad de Zhetisai, en el sur de Kazajistán. Pero fue finalmente, por desgracia de ambos, el joven fue interceptado por los examinadores, que se dieron cuenta de que la chica parecía diferente a la de su carnet de identidad.

«Al principio pensábamos que debía ser otra mujer la que estaba en el lugar de esta candidata, pero nunca llegamos a pensar que se trataba de un hombre, hasta que empezó a hablar», cuenta un portavoz del tribunal de las pruebas. Quien además cuenta que cuando apartaron al sospechoso para hacerle un interrogatorio, este intentaba hablar con voz de mujer, «pero era obvio que se trataba de un hombre».

No se sabe nada del futuro académico de la novia de Zhademov, pero él ha sido multado con 1.400 dólares por estas acciones. Aunque parece que el 'héroe romántico' está de suerte: un hombre de negocios, sorprendido por la ingenuidad de este veinteañero, se ha ofrecido a pagar la sanción porque cree que es el gesto más romántico que ha visto en su vida.

«A veces el amor nos empuja a hacer tonterías, ojalá mi novio fuese tan romántico», comenta una compañera de la novia de Ayan Zhademov.

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