El 'tiktoker' Cenando con Pablo visita el primer 'gastrohotel' de la Región de Murcia: «De aquí no te vas con hambre»
El creador de contenido gastronómico ha probado el menú degustación
Ana de Dios
Viernes, 29 de noviembre 2024, 12:43
El pasado mes de octubre abrió sus puertas el primer 'gastrohotel' de la Región de Murcia. Casa Borrego, impulsado por Salvador Fernández, es un espacio que combina alta cocina y descanso en un entorno natural único, rodeado por el paisaje del río Mula, en Bullas. Este proyecto ofrece a los huéspedes una experiencia completa, ideal para quienes buscan disfrutar tanto del placer culinario como del confort. Con una propuesta tan atractiva, no es de extrañar que creadores de contenido gastronómico, como Pablo Cabezali (más conocido en redes sociales como Cenando con Pablo), se hayan aventurado a disfrutar de sus instalaciones y elaboraciones.
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El tiktoker, que ha visitado la Región de Murcia en varias ocasiones, ya ha probado las delicias de algunos de sus restaurantes más emblemáticos, como Cabaña Buenavista, Lebeche en Cartagena, o La Peña, famoso por su 'gastro show' Mariscos a lo Bestia. Sin embargo, parece que su ruta gastronómica por la Comunidad aún no ha terminado. En esta ocasión, Cabezali degustó un menú de 75 euros por persona, describiéndolo como una colección de «platos creativos de aquí, de la Región de Murcia».
El menú comienza con hueva de mújol y crema de almendra marcona, un bocado que describe como «puro mar». A este le sigue un panipuri de mojama de atún, y tras probar estas dos propuestas iniciales, adelanta: «Esto va bien». No podía faltar en su mesa un homenaje a la clásica marinera murciana, aunque con una presentación diferente. «Atención murcianos. Es diferente. Tenemos la anchoa, la base de ensaladilla rusa y una crema de pimiento», comenta. Además, destaca un detalle especial del servicio: «De primeras te traen una cestita con varias clases de pan y aceitito aparte», apunta.
Otro clásico reinterpretado son los caballitos. Aquí se presentan de forma particular, con el crujiente por un lado y las quisquillas con aceite de oliva para que cada comensal las monte a su gusto. Tras probarlos, bromea: «Yo por esto me apuntaba a equitación».
Platos que homenajean la tradición
La experiencia continúa con patatas con ajo, buñuelo de ajoharina y morcilla marina con huevo, un plato que rinde homenaje al bar de los padres del chef. También incluye unos callos reinterpretados, preparados con gallo y gambas rojas. Cabezali comenta que estos «recuerdan a los clásicos» y que incluso «gustarían a quienes no les gustan los callos». Como alternativa, se presenta un guiso de matanza, un plato que, según describe, tiene «gusto tradicional pero modernizado».
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El menú sigue con huevos a 62 grados, setas confitadas y galleta de piñones, así como con arroz de Calasparra, vino de Bullas y conejo, del que destaca su toque a vino, «presente pero no excesivo». El último plato salado es cordero segureño a baja temperatura, boniato a la brasa y almendra marcona, un plato tras el cual asegura: «De aquí no te vas con hambre».
Para cerrar, el menú incluye dos postres: un flan cremoso con chantillí de queso y una torrija con 'toffee' salado. Aunque ambos le parecen excelentes, Cabezali se decanta por el flan, al que describe como «muy bueno y fácil de comer».
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