Cómo hacer sangre comestible para conseguir unas recetas de Halloween 'espeluznantes'

Halloween es la noche más terrorífica del año y una de las más deseadas por aquellos que sienten fascinación con todo lo relacionado con los fantasmas y lo paranormal. Alrededor de esta celebración, que poco a poco ha ido ganando más adeptos en España y que casi ha desbancado al Día de Todos los Santos, hay muchas costumbres, como pasar la noche viendo películas de terror y disfrazarse de alguno de estos personajes o decorar calabazas.

Pero cada año surgen nuevas actividades para celebrar 'la noche de brujas'. Las recetas se han convertido en un imprescindible en cualquier fiesta de Halloween. Manos de momia, pizzas fantasma, telas de araña o cerebros son solo algunas de las opciones que figuran en la larga lista de comidas que puedes incluir en tu menú tenebroso y que impresionarán a tu invitados. Una gran variedad que va desde recetas con una estética más cuidada a otras que son un auténtico trampantojo y te harán dudar de si realmente se trata de un alimento.

Más allá de la típica sangre artificial que sirve para caracterizar más al personaje que se ha escogido para aterrorizar a la gente, y con la irrupción de la gastronomía en Halloween, hay que buscar alternativas para dar con una mezcla que simule a la sangre real pero en versión comestible para poder incluirla en tus recetas y, además, también puedas utilizar como parte de tu disfraz.

Lo cierto es que preparar de manera casera este néctar rojizo es menos complicado de lo que te imaginas y no requiere de muchos ingredientes. Lo cierto es que son varios los productos que puedes emplear en función del gusto que quieras que tenga, pero el aspecto está bastante conseguido.

Con tan solo miel, agua y colorante rojo podrás conseguir darle un aspecto aún más terrorífico a tus recetas. El truco es mezclar el colorante con la miel, las proporciones dependen del color que quieras obtener. Una vez realizado este paso, debido a la consistencia espesa de la miel es recomendable incluir un poco de agua para que el aspecto sea un poco más líquido y consiga igualar por completo la apariencia de la sangre.

También están los que optan por incluir en esta mezcla un poco de sirope de chocolate o cacao en polvo para darle un toque diferente a la receta. También se puede utilizar unas gotas de colorante negro para darle un tono más oscuro .

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