Un paseo culinario con Joan Belda
El propietario del Baret ofreció un variado y atractivo juego de maridajes
Cuatro vinos, dos cócteles y seis platos. Esta ha sido la nada desdeñosa propuesta de Joan Belda para la cata 'Los maridajes en el Baret de Joan Belda'. El valenciano afincado en Murcia, que fue sumiller en La Cabaña Buenavista de Pablo González y que abrió hace dos años el restaurante El Baret en Murcia, ofreció una variada propuesta cargada de sabor.
«Trabajamos con vinos de pequeños viticultores y productos de temporada», explicó el empresario antes de dar paso a los platos y caldos. Para empezar, ostras. Un escabeche muy ligero con un toque de Jerez acompañado de patata y del cóctel French 75, con ginebra alemana, manzana infusionada con el agua de ostra con limón, angostura y espumoso de Pedro Martínez. Una elaboración de Fernando Fernández, jefe de sala de El Baret.
De ahí se pasó a un tiradito de lecha acompañada de leche de tigre con almendra y un vino de Jerez de Corta y Raspa, que nace en una bodega cuyos responsables «no se dedican especialmente a la elaboración del vino», explicó Belda. Elaboran vinos «muy delicados, finos y aromáticos».
La tercera tapa fue «uno de mis productos fetiche, el puerro confitado con mantequilla», indicó Paco Salas, jefe de cocina de El Baret sobre una tapa que estuvo acompañada por el vino de Borgoña de la variedad chardonnay. «Prácticamente vais a catar los mismos aromas en la botella que en el plato», advirtió el sumiller.
Los níscalos en escabeche fueron protagonistas de la cuarta tapa, acompañados de daditos y una sopa de calabaza. Un plato que recuerda al monte del Mediterráneo que se sirvió junto a un vino de Alberto Redrado. La tapa dio pie a un steak tartar con carne joven de novilla de la raza cachena. «El steak tartar es complicado de maridar, por eso defiendo los vinos del marco de Jerez para ello», indicó el sumiller antes de dar paso a la sexta propuesta, el postre. Un cierre por todo lo alto con un plato que nació tras un viaje a la región italiana de Apulia. «Probé un tiramisú que me quedó impactado», aseguró Belda antes de servir su tiramisú acompañado de un cóctel Espresso Martini elaborado por su jefe de sala. Una delicia para redondear la cata y poner punto final con un buen sabor de boca.
