«En el futuro quiero montar mi restaurante»

Apenas lleva un mes matriculado en el Centro de Cualificación Turística de Murcia (CCT) y ya ha recibido, aseguró este lunes, ofertas de empleo de varios restaurantes con los que, a lo largo de los cuatro días que ha durado el congreso Región de Murcia Gastronómica, ha podido compartir horas de trabajo. Se llama Juan Pablo Calvete, nació en Uruguay, y confiesa que siempre le gustó la cocina, pero nunca imaginó enfrentarse tan pronto a unas prácticas profesionales.

Como cada edición, el congreso de LA VERDAD, ofrece a los alumnos de diversas escuelas de hostelería de la Región la oportunidad de tomar contacto de forma real con la que en el futuro será su profesión. Una experiencia que, reconocen cada año sus protagonistas, les enriquece y les aporta un conocimiento extra que no pueden obtener en clase.

A Calvete, su paso por el congreso le ha valido, además, para darse a conocer entre los propietarios de reconocidos establecimientos de la Región. Aunque, como el resto de sus compañeros pasó por diversos servicios, el joven realizó varios turnos de trabajo en la zona '1.001 Sabores', donde siete establecimientos de la Región, entre ellos Hispano, El buen paladar, Taúlla, La tapería de la huerta, Los Chispos, Umami y Matavinos, sirvieron menús de comida y cena de forma rotatoria. «El trato con la gente me ha encantado», reconoció este alumno de CCT.

Por esta décima edición de Región de Murcia Gastronómica han pasado cerca de 120 voluntarios, todos ellos estudiantes de varias escuelas de hostelería de la Región, así como del Grado de Gastronomía de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM). Además del CCT, el congreso ha contado con alumnos de Eh!, la Escuela de Hostelería de Cáritas; y de la Escuela de Hostería Murcia Emplea del Ayuntamiento de Murcia.

A esta última pertenece Laura Jiménez, para quien la experiencia en el congreso ha sido reveladora. «Me he dado cuenta de que es a esto a lo que me quiero dedicar», confesó. Nacida en 1990, a esta joven la gastronomía siempre le llamó la atención, pero no había tenido la oportunidad de trabajar en una cocina de forma tan directa. «Ha sido muy gratificante. Me gusta trabajar de forma organizada, en equipo, y con presión», apuntó.

Junto a Jiménez, Lucía Barceló también ha podido conocer de primera mano cómo es el día a día en una cocina profesional. Es alumna de primer curso del Grado de Gastronomía de la UCAM, y la cita culinaria ha sido su primera experiencia profesional: «Me ha encantado», comentó aún con el delantal puesto y en plena faena. «Todo esto me sirve mucho para aprender. Entré en Gastronomía sabiendo que era la carrera de mi vida y en el futuro me gustaría montar mi propio restaurante», un deseo que también comparten muchos de sus compañeros.

No es el caso de Younes Dahbi, marroquí de apenas 20 años para quien la cocina es, más que una profesión con la que disfrutar entre fogones, «una oportunidad para salir adelante». Llegó a España hace cinco años, y a Murcia hace tan solo uno. En este tiempo ha vivido momentos «buenos», pero también «malos». Nacido en Fez, salió de su ciudad natal «buscando algo mejor» y actualmente se forma en la escuela de Cáritas y vive en Jesús Abandonado. Región de Murcia Gastronómica ha sido para él, reconoció este lunes, último día del congreso, una «experiencia positiva», algo que comparte con todos los voluntarios.

Esta misma idea la reseñó Antonio Chacón, formador en el CCT y amplia experiencia en el congreso. Para él, los voluntarios no solo se llevan un importante bagaje profesional, también «una convivencia increíble entre escuelas» y un trabajo compartido que les enriquece en el terreno de lo personal.

Divididos en sala y cocina, los voluntarios de Región de Murcia Gastronómica desarrollaron a lo largo del congreso diferentes tareas, tanto en las zonas de tapas y servicio de menú, como en la sala de ponencias y talleres con el objetivo de que todos los alumnos, apuntó Chacón, pudieran «hacer de todo». Y entre esas labores, destacó el formador, la oportunidad de «poder estar al lado de cocineros con estrellas Michelin» como Pablo González o Nazario Cano, quienes sirvieron menú de cocina en vivo el viernes y domingo, además de aprender de grandes profesionales tanto en las catas y talleres de atún que se han llevado a cabo en el conrgreso, como en las ponencias, concluyó.

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