Lariz: delicadeza explosiva
María y Miguel Ángel de Perro Limón se ponen serios y abren el restaurante Lariz en la plaza de San Juan elevando un escalón la propuesta de su actual local
Estamos de enhorabuena. ¡Vivan los novios! Bueno, más que los novios, el matrimonio Albaladejo-Crespo que forman Miguel Ángel y María, quienes tras habernos hecho ... disfrutar durante los últimos años con una cocina informal, viajera y callejera en Perro Limón, se han lanzado a abrir Lariz, un nuevo concepto de cocina más cuidada, con una sala más refinada y un ticket medio más alto, pero con unos platos creativos, sabrosos y delicados que rozan, con tan solo una semana de rodaje, las cotas más altas de las propuestas gastronómicas murcianas.
El espacio es un amplio comedor bien iluminado y decorado con tanta armonía que prefiero sentarme dentro antes que en la terraza. Buen servicio de sumillería, buena bodega de vinos y, en general, un local bonito por donde lo mires.
Y es que María y Miguel Ángel entienden la cocina desde el punto de vista del sabor, pero sin descuidar la presentación. En el nuevo espacio Lariz [que, por cierto, el nombre viene de un artista murciano del siglo XVIII], la pareja de cocineros ofrecen diferentes platos terminados a la brasa –horno Josper– como la zamburiña, la alcachofa con papada ibérica y tomillo limonero, pimientos de piquillo con yema y ajos o las navajas con lima Kabir, entre otros.
Del desfile de platos destaco la navaja, la alcachofa, la empanadilla y el foie casero, que llega en forma de tableta de chocolate acompañado de una manzana asada y un hojaldre dulce en maridaje perfecto
La carta tiene diferentes platos para compartir, media docena de pescados, cinco carnes y unos entrantes individuales que van de una mantequilla ahumada con caviar a una deliciosa empanadilla de col y rabo de toro, pasando por un buñuelo de bacalao.
Déjese llevar
Yo me dejo llevar por las recomendaciones de la sala, porque ante tal abanico de opciones tengo el peligro de pedir la carta entera y, además de que no podría comérmela en un par de horas, conozco muy bien los postres de María y sé que al menos dos me voy a embaular, por lo que tengo que dejarme hueco.
Del desfile de platos destaco la navaja, la alcachofa, la empanadilla y el foie casero que llega en forma de tableta de chocolate acompañado de una manzana asada y un hojaldre dulce en un maridaje perfecto. Con margen de mejora encuentro el pan bao frito con ternera por falta de temperatura y los pimientos asados con ajo y yema curada, a los cuales les falta ese aceite que sueltan cuando salen del horno y que tan rico está con un buen pan sopado.
Otro de los platos imprescindibles del restaurante es la caballa con guarnición en escabeche. Pasa también por el horno de brasas y las verduras y el punto ácido de la salsa convierten al plato en un auténtico disfrute para los amantes del vinagre y del pescado. De gran contundencia encuentro el canelón de pollo asado y bechamel ahumada. El único inconveniente es que sale de cocina un grado más que el volcán de La Palma y tengo que pedir un plato para ir enfriando la combinación. Muy rico.
La Pavlova la hacen de mango y fruta de temporada y es un auténtico espectáculo. Merengue seco y nata con fruta. También pruebo el chocolate con flores, que recoge distintas texturas y sabores, destacando la violeta con el propio chocolate.
EVALUACIÓN
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Sobre 10 puntos Cocina: 8. Calidad precio: 7. Servicio: 7 Local: 7 Bodega: 8. Nota media: 7,5.
En definitiva, Lariz es otra buena noticia para la capital. El equipo que María y Miguel Ángel han hecho es un placer para los sentidos y muy pronto, un referente regional.
Plaza San Juan, 6. Murcia. Tlf. 658 445 606. Horario: cierra lunes y martes. Precio: unos 60 euros por persona.
Pastel de carne del Hispano
Aunque los pasteles de carne tienen sus pastelerías de referencia como Bonache o Jesús Espinosa, el restaurante Hispano ofrece uno que es una auténtica bomba de sabor y de texturas. Con tapa de hojaldre por encima y por abajo, el relleno es una contundente carne fundente y especiada de ternera totalmente adictiva y deliciosa. Un homenaje que hace el Hispano a nuestro pastel de carne en tamaño mediano para que recordemos que no está todo dicho en la cocina tradicional.
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