Los cortes de jamón más solidarios
Las ventas de 250 platos de jamón de eLPOZO servirán para ayudar a los más necesitados del Banco de Alimentos del Segura
Está cansada, pero no deja de fijar la mirada en el jamón que tiene delante para sacar finas lonchas. La cortadora de jamón Susana Pérez trabaja como enfermera en el hospital Virgen de La Arrixaca y ha pasado la noche de guardia. «He salido del curro y me he venido corriendo aquí, porque siempre es gratificante trabajar para los demás», relata mientras afila uno de sus cuchillos para limpiar el Reserva de eLPOZO que tiene delante. «Hago lo que sea con tal de ayudar a quien más lo necesita, y más aún cuando se trata de una cosa solidaria», sonríe.
El congreso Región de Murcia Gastronómica acogió este domingo el Corte Solidario organizado por eLPOZO con la colaboración de la Asociación de Cortadores de Jamón de la Región (Asojam). Y el acto fue un éxito.
Los cinco especialistas en dejar los jamones 'limpios' dieron un espectáculo sobre el arte de cortar jamón. La responsable de Protocolo de eLPOZO, Cristina Pacheco, explicó que «estas personas vienen desinteresadamente a cortar cinco jamones reserva serie oro. Cada plato se venderá a tres euros, y la recaudación íntegra se destinará al Banco de Alimentos del Segura».
Por su parte, el presidente de Asojam, Ginés Muñoz Vera, señaló durante la cita que «somos una asociación benéfica, que no cobramos absolutamente nada. Y este tipo de eventos nos ayuda a animar a la gente para que se hagan cortadores, ya que es algo muy bonito, y más aún cuando el fin es solidario». Muñoz destacó, además, que esta organización suele ayudar en distintas iniciativas. «Colaboramos con la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). De hecho, uno de los cortadores y yo estamos pasando esa enfermedad, por lo que siempre intentamos echar una mano a quienes más lo necesitan».
Durante la jornada se cumplieron todas las expectativas, ya que cada uno de los cortadores sacó entre cincuenta y sesenta platos de jamón. La representante de eLPOZO celebró el éxito en las ventas de los platos, ya que «es muy bonito poder colaborar con los más necesitados». El acto duró unas cuatro horas, y los platos duraron relativamente poco encima de las mesas, ya que los asistentes al congreso gastronómico no dudaron en colaborar con esta causa benéfica, que además sirvió para degustar un producto «espectacular».