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Región de Murcia Gastronómica
Cata de quesos: manjar de la Región de Murcia para los sentidosLa Lechera de Burdeos ofreció diez bocados de queserías locales siguiendo los pasos de una degustación de vinos
El personal de Región de Murcia Gastronómica tuvo que montar alguna mesa de última hora para dar asiento a casi el centenar de apasionados del queso que esperaban para entrar a la zona de catas de la terraza. Allí esperaba Carmen, de la tienda murciana especializada La Lechera de Burdeos, con los platos llenos para que cada uno de los asistentes pudiera deleitarse con otro aperitivo en el inicio de la jornada del sábado.
Con todo el mundo acomodado comenzó el festín, que tuvo un importante y riguroso orden de cata, siguiendo las agujas de un reloj convertido en plato en el que giraban diez trozos de las más distintas variedades de quesos de la Región de Murcia. En el centro, unos cuantos picos hacían las veces de eje para acompañar la cata, aunque Carmen pronto explicó la verdadera intención de ese bocado crujiente: «Están pensados para tomar entre queso y queso, para dejar protagonismo a la verdadera estrella de la cata».
Para ayudar a los comensales, el funcionamiento corrió paralelo al de una cata de vino, ya que los pasos son muy similares. De hecho, a la experta le faltó ese vino o una cerveza para acompañar los bocados, aunque algunos asistentes fueron previsores y traían sus copas llenas para un maridaje perfecto. «Hay que observar, oler, probar, volver a probar el queso y después hacer caso al retrogusto que deja en boca», aseguraba Carmen, confirmando que el queso es un manjar para disfrutar con todos los sentidos.
La cata, que fue un 'in crescendo' de potencia y sabor, ofreció piezas de cinco queserías de la Región: La Zarcillera de Lorca, Beee en Moratalla, Ruperto desde San Javier, Sabores de Tallante de Mazarrón y El Roano en Murcia, además de la DOP Murcia. Todas ellas, la mayoría con leche de sus propias ganaderías, fueron las encargadas de poner quesos que comenzaron con un fresco curado y terminaron con dos azules, pasando por opciones mezcladas de vaca y cabra, rulo con hueva de mújol o uno elaborado en salmuera, entre otros. Tampoco faltó el característico queso al vino, el único de la DOP Murcia y un clásico en las catas de la ciudad.
Hacia el final de la cita no quedó trozo de queso a salvo en el plato de ninguno de los asistentes, a excepción de alguno que confesaba haberse dejado para el final su pieza preferida. Entre los favoritos parecieron triunfar el de hueva de mújol y los madurados, aunque al fondo de las mesas sonaban voces declarando que «todos», mientras muchos ya pensaban en el siguiente bocado del aperitivo en la Calle de las Tapas.
