Doña Sardina: «Mañana pitaré desde Cartagena y se va a oír en Murcia»
La empresaria y directora de la firma Pequeña Moma, Paloma Jáudenes González-Adalid, asegura que «esta crisis nos ha servido para valorar a la familia, los amigos y, sobre todo, la salud»
La empresaria cartagenera Paloma Jáudenes, que esta noche tendría que estar leyendo el Testamento como Doña Sardina en el balcón del Ayuntamiento de Murcia, reconoce estar apenada por la situación y por la suspensión de los actos sardineros, pero admite que «lo primero es la salud».
–¿Cómo está viviendo estos días?
–Con muchísima pena, sobre todo por los sardineros, que a lo largo del año han realizado un trabajo tremendo.
«Echo en falta cercarme al mar, que me encanta; y abrazar a mis padres, solo puedo hablar con ellos»
–¿Es partidaria de celebrar los actos después del verano, si se pudiera, o prefiere que se dejen para el próximo año?
–En la línea apuntada por el presidente de la Agrupación Sardinera, José Antonio Sánchez, quizá haya que dejar en suspenso este año todos los actos. Yo lo que quiero es que pase todo esto y que podamos disfrutar de las fiestas sin miedo y con alegría. Y eso ahora es muy difícil. Incluso en septiembre, reunir a casi un millón de personas en la noche del Entierro sería muy difícil y la gente tendría miedo de acudir.
–¿Es cierto que partió de usted la idea de grabar un vídeo con participación sardinera con la música y letra de 'Resistiré'?
–Así es. Ha quedado muy bonito y va a gustar un montón. Era necesario mandar un mensaje de ánimo a todo el mundo y recordar que el Entierro está más vivo que nunca. Y que los murcianos se preparen para el año que viene porque se va a llenar Murcia de alegría y volverá a brillar el Entierro con su máximo esplendor. Solo puedo agradecer la colaboración de todos los sardineros. Han tenido una disciplina casi militar.
«Mis hijos me han sorprendido porque están llevando la crisis mejor que los adultos»
–¿Va a participar mañana en la 'pitada solidaria' convocada por la Agrupación Sardinera en homenaje a sardineros y fuerzas y cuerpos de seguridad?
–Por supuesto que sí. Vivo en Cartagena, en la plaza de España, pero mi pitada se va a escuchar en Murcia.
–¿De qué otra manera va a celebrar la noche del Entierro?
–Me he descargado una aplicación porque nos vamos a conectar el Gran Pez y yo con el resto de los sardineros en directo para estar juntos y comentar anécdotas a través de la pantalla.
–¿Se desplaza a diario a su empresa o teletrabaja desde casa?
–Estoy trabajando más que nunca. Voy a menudo a la nave que tenemos en el polígono industrial de Cabezo Beaza, porque de los 18 puntos de venta que tiene nuestra marca, Pequeña Moma (con 5 tiendas propias y 13 espacios en centros de El Corte Inglés), la única fuente de ingresos es la web. El 95% de la plantilla (53 trabajadores) están en un ERTE porque no pueden estar físicamente en las tiendas. Solo hay otras tres chicas en la nave, dos que trabajan en la venta 'online' y una en administración.
–¿Cree que esta crisis va a servir para ser mejores personas?
–En la tienda de Cartagena hemos puesto un cartel en el que puede leerse: «Si después de esta pandemia no somos mejores personas, entonces no habremos aprendido nada». Esta crisis nos ha enseñado a valorar la familia, los amigos y, sobre todo, la salud.
–¿Qué echa en falta?
–Muchas cosas, como acercarme al mar, que me encanta. Y besar y abrazar a mis padres. Viven al lado y aunque a veces les dejo la compra en el rellano, solo puedo hablar un poco con ellos y algunas veces se me escapan las lágrimas.
–¿Y sus hijos?
–Me han sorprendido porque están llevando esta crisis mejor que los adultos. Les echo de menos porque como estoy separada de mi marido, pasan una semana conmigo y otra con su padre. Van del portal al coche. Los dos mayores son Nacho (21 años) y Juan (13), y las niñas Ana (12) y Paloma (9). Cuando están conmigo puedo trabajar menos pero hacemos cosas que antes ni se nos ocurrían, como hornear galletas.
–¿Cómo está de ánimo? ¿Tiene tiempo para hacer ejercicio?
–La primera semana me vine abajo, pero ya me encuentro con fuerzas y llevo dos semanas a tope. Y me he pedido un saco de boxeo para poder desahogarme.
–¿Cómo es la familia sardinera?
–Son muy generosos y solidarios. Me llevan en palmitas. Tengo un recuerdo imborrable de cuando fuimos al Carnaval de Tenerife. Para aguantar los días de fiesta en Murcia me había preparado un 'kit' de supervivencia con vitaminas, jengibre y tiritas.