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Pañuelos al aire para dar el pistoletazo de salida a la vuelta del Entierro de la Sardina
Los sardineros celebran su primer acto público en dos años para presentar el lugar de salida de su símbolo, el barrio de San Antolín, y la imagen del primer cartel del Entierro Infantil, diseñada por el pequeño Mateo García
Y casi dos años después volvieron a lanzar los pañuelos al aire y a escuchar su himno. La familia Sardinera emprendió este sábado el camino para el retorno de la fiesta con el primer acto de presentación de este curso, el que se espera que sea el de la vuelta a la normalidad. El reloj de la cuenta atrás ya está en marcha. Y había ganas de reencontrarse con este ambiente tan alegre y festivo.
Así, los curiosos se asomaban en la mañana de este sábado a la plaza Belluga, donde el 'Thriller' de Michael Jackson, o el 'My Way' de Frank Sinatra sonaban 'a todo trapo' y a ritmo de charanga. Mientras, un grupo de hachoneros recordaba a los vecinos sensaciones coloristas que habían quedado aparcadas en aquel fatídico marzo de 2020, justo, además, en unas fechas, en las que el carnaval debería haber tomado distintos puntos del municipio. Y en el centro de todo, la Sardina, con la que más de un transeúnte no resistió a tomarse una foto.
Esta puesta de largo, más allá de formalismos, tenía un motivo concreto: la presentación del lugar de llegada de La Sardina de este año y la presentación del que será el cartel del segundo Entierro Infantil. Como ya avanzó 'LA VERDAD', el venerado pescado azul emprenderá su viaje, el próximo jueves de la Semana de Primavera desde San Antolín, castizo barrio que vio nacer la fiesta en 1851 en la rebotica de la farmacia Rubio.
«Queremos hacer así un guiño a nuestras raíces, las de aquellos estudiantes murcianos que que inspiraron en las mascaradas de Madrid para traernos esta fiesta», explicó el presidente de la Agrupación Sardinera, José Antonio Sánchez, convencido que, tras dos años de sequía, «estas fiestas van a marcar un hito». «La ilusión es impresionante», proclamó, al tiempo que lanzaba agradecimientos a todos aquellos que han seguido apoyando esta tradición en momentos tan complicados como los pasados. «Y ahí tenemos a Doña Sardina -que encarna la empresaria Paloma Jaudenes este año-, más lozana que nunca, por lo bien que la hemos cuidado», apostilló con honor.
«Este barrio, que nació como un arrabal medieval, que conectaba la ciudad con la huerta, lleno de contratas, convivencia y talento, se siente orgulloso de ser el origen del festejo y de ser el primer punto del municipio del que sale la Sardina, sabiendo que suele partir de otros puntos de la Región», defendió el alcalde pedáneo del distrito Centro Oeste, Diego Avilés.
Junto al lugar de salida de este símbolo, cobró este sábado protagonismo el que será el primer cartel del Entierro Infantil. «Quería reflejar la felicidad que transmite esta celebración», señaló su autor, el pequeño de 12 años Mateo García, ganador del concurso para poner imagen a esta cita. Sobre el lienzo, la quema de una sardina arlequinada y rodeada de fuegos artificiales.
«Esta fiesta es una huella de nuestra historia, una seña de identidad de Murcia y es importante que los más pequeños se involucren en ellas», defendió el alcalde de Murcia, José Antonio Serrano, durante un acto en el que también estuvieron presentes el presidente del Cabildo Superior de Cofradías de Murcia, José Ignacio Sánchez Ballesta, y el presidente de la Federación de Peñas Huertanas, Juan Pablo Hernández. No hay que olvidar que estas tres festividades, protagonistas de la primavera murciana, son tres caras de una misma sociedad y cultura y que, en este municipio, siempre vienen de la mano.
«Hoy es un día magnífico; parece que por fin vemos la luz al final del túnel, y yo estoy ya nervioso por que lleguen las fiestas; primero por lo que llevan los murcianos soportando durante estos dos años y; después, porque serán especiales para mí, ya que serán las primeras que viva como alcalde y, por tanto, desde un punto de vista diferente», confesó Serrano. La cuenta atrás ya está en marcha y arrancó con un conocido grito de guerra jaleado al unísono: «¡Sardineros! ¡Hachoneros! ¡Viva el Entierro de la Sardina! ¡Viva Murcia!».