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Belluga se impregna de luto durante la misa a la Patrona de Murcia
El obispo pide «la intercesión» de la Fuensanta para que el Papa Francisco «alcance la vida eterna»
De luto se impregnó este martes la Virgen de la Fuensanta para despedir al Papa Francisco. De blanco roto pero con un crespón negro presidió la Patrona de la ciudad la tradicional misa en su honor del Día del Bando de la Huerta. La plaza Belluga de Murcia volvió a abarrotarse -con muchos huertanos pero también gente vestida de calle- para asistir a un oficio que mitigó su carácter festivo y huertano en señal de respeto por el fallecimiento del Sumo Pontífice.
«A él, que tenía buen sentido del humor, no le hubiera gustado que hubiéramos suspendido estas celebraciones, que se hacen en honor de la madre de los murcianos», señaló durante su homilía el obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, que ofició la ceremonia en presencia de un retrato del Santo Padre.
«Francisco siempre aspiró a la vida eterna y pedimos la intercesión de la Fuensanta, para que lo logre, esperando que se lo presente a Jesús», apostilló el prelado donde los himnos religiosos solemnes, en las voces de la Coral Discantus, sustituyeron a los habituales ritmos huertanos que los grupos folclóricos entonan cada año en este día.
Hizo suyas también el obispo algunas de las consignas que defendió Francisco durante su papado, pidiendo bendiciones para «los que lo pasan mal, para los voluntarios que prestan ayuda y para los que viajan», pero también «para las familias que educan a sus hijos en los valores cristianos y para las autoridades, para que velen por el bienestar de los ciudadanos».
Lució la Patrona el manto que le regaló la Reina Isabel II cuando vino a visitar Murcia a principios del siglo XIX, según explicó su camarera Pilar Cárceles, que habló de una jornada «agridulce». Este luto se plasmó, también, en las mantillas negras de la Reina de la Huerta y su Corte de Honor y en el negro riguroso que vistieron las autoridades asistentes al evento.
Se contaron entre estas el presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, el alcalde de Murcia, José Ballesta, la secretaria de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, María González Veracruz, la delegada del Gobierno, Mariola Guevara y miembros de los gobiernos autonómicos y municipales.
El presidente autonómico aseguró que el de hoy es «un día que debe ser de alegría, de celebrar la primavera, el orgullo de nuestra identidad, de nuestras tradiciones y de nuestra cultura, pero que hoy afrontamos desde la tristeza por la pérdida del Papa Francisco». «Estamos en el día de hoy del Bando de la Huerta para exaltar nuestra identidad como murcianos, pero el corazón y la cabeza la tenemos con el Santo Padre, con las enseñanzas que nos transmitió, sobre todo amar y ayudar a los que más los necesitan y a los más vulnerables», remarcó.
En este sentido, el presidente destacó que el pontífice «fue un ejemplo de vida, un ejemplo de la doctrina de la Iglesia Católica y hoy, por supuesto, estamos al lado de la Virgen de la Fuensanta y le pedimos que nos ayude, que nos acompañe y que acoja bajo su manto también al Santo Padre».
Acabada la misa, y aprovechando un tiempo excepcional aunque un poco caluroso -que podría truncarse esta tarde- salió la Fuensanta en procesión, un cortejo, sin petalada oficial, aunque sí hubo lanzamiento de flores a la altura de la plaza de Santo Domingo, y tronaera en esta ocasión, para mantener ese respeto y solemnidad impuesto por la muerte de Francisco.
