Ultimátum de Arribas a Felipe Moreno: o se cierra la venta ya o se marcha del Cartagena
Órdago al empresario cordobés del exfutbolista para que las acciones de Duino sean transferidas a Arrisanz esta semana y Belmonte salga del club
La cohabitación del FC Cartagena –si es que alguna vez existió– ha saltado por los aires. Se veía venir desde hace semanas, pero fue el ... pasado miércoles cuando Alejandro Arribas, interino en su función de presidente desde el pasado 17 de julio, se plantó definitivamente y dijo 'hasta aquí hemos llegado'. Ese día también salió de las oficinas del club su mano derecha, un Víctor Alonso que desde aquel 17 de julio estaba haciendo las veces de director general interino. Y no ha regresado. Ninguno de los dos estuvo el pasado viernes en el palco del estadio Cartagonova en el encuentro ante el Algeciras, en un plante que no era otra cosa que una llamada de atención a la persona con quien pactaron el pasado verano su llegada al club, Felipe Moreno. Así no se puede seguir. Ni un minuto más. Eso es lo que venían a decir dejando el palco huérfano.
El dueño del Real Murcia, que está en un montón de asuntos y también anda «ayudando» en la transición ordenada del Efesé, según sus propias palabras la última Junta de Accionistas del club grana, se reunió ayer con Arribas en Madrid, para ver si avanzaban en el cierre de una compraventa que nunca ha estado demasiado clara. Fuentes cercanas al grupo de Arribas indicaron a LA VERDAD que desde que llegaron han invertido cerca de 2 millones de euros en el FC Cartagena y que, por tanto, eso debería bastar para que, como mínimo, el 100% de las acciones del club pasen de Duino a Arrisanz.
Moreno no termina de ceder y aparecen y desaparecen cláusulas, hipótesis y condiciones que lo enredan todo
Pero Moreno no termina de ceder y en una negociación que se está alargando más tiempo del esperado aparecen y desaparecen cláusulas, hipótesis y condiciones que lo enredan todo y, de hecho, están cerca de acabar con la paciencia de Arribas. Tanto es así que el ultimátum ya está encima de la mesa: o se cierra la venta ya o se marcha del Efesé. El exfutbolista sabe que su figura se está viendo muy erosionada por esta tardanza en entrar en el club y no está dispuesto a que la actual situación se prolongue más en el tiempo. Esta semana debería quedar todo cerrado. De lo contrario, Arribas se marchará por dónde llegó, a expensas de saber si recupera el dinero que ha puesto, y dejará que entre Moreno y Paco Belmonte, todavía presidente del Efesé, aporten las soluciones que el club necesita a corto y medio plazo.
Firma apresurada
Arribas lleva varias semanas intentando cerrar la operación que abrió en julio, cuando el propio Moreno fue a buscar a su padre, Pedro Arribas, a quien conoce desde hace años. En una comida en Madrid le propuso quedarse con el Efesé y en cuestión de 48 horas los Arribas cambiaron de destino: se iban al Arenteiro y acabaron en el Cartagena. Todo se hizo de forma apresurada y el propio club, por orden de Belmonte, anunció la llegada de Arribas en un comunicado que no contó con el visto bueno de la parte compradora.
El problema principal es que han pasado casi 100 días de aquello y no se ha dado ni un solo paso hacia adelante a nivel jurídico. Las acciones de la SAD albinegra siguen inscritas en el CSD a nombre de Duino Inversiones, cuyo administrador es un Fernando Carreño que siempre fue un estrecho colaborador de Moreno. Y los tres sillones del Consejo de Administración siguen ocupados por Paco Belmonte, su hermano Mariano y Manuel Sánchez Breis. De este modo, Arribas y Alonso han echado el freno de mano. No pueden seguir trabajando en un contexto de bicefalia que acaba siendo un lastre para el propio club. Si la venta no se cierra ya tampoco estarán en el palco del Cartagonova el 1 de noviembre en el duelo ante el Villarreal B. Quedan diez días para ese partido.
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Pagos urgentes por acometer y deudas por saldar con pequeños proveedores que no pueden esperar
La verdadera dimensión del agujero económico existente en el FC Cartagena solo la conocen Felipe Moreno y Paco Belmonte, pero Alejandro Arribas y Víctor Alonso, que aceptaron entrar en el club el pasado mes de julio sin ver antes las cuentas ni pedir ninguna auditoría externa, saben que hay pagos urgentes por acometer antes de que acabe este mes y que, además, hay pequeños proveedores que no pueden esperar más para cobrar el dinero que se les debe.
Es obvio que Moreno buscó a Alejandro Arribas porque tenía cierta relación con su padre y sabía que no montaría ningún escándalo ni examinaría las cuentas de los ejercicios pasados de una manera minuciosa, pero en el grupo de Arribas consideran que, al menos, deben permitirles trabajar para ir asumiendo estos pagos. Si no se hace, la pelota irá creciendo a lo largo de la temporada y no es descartable que las cosas acaben igual -de mal- que la pasada campaña, cuya parte final estuvo presidida por los impagos a los futbolistas del primer equipo y del filial.
Según fuentes cercanas a la familia Arribas, ellos ya han desembolsado 2 de los 6 millones que prometieron pagar por el Cartagena. Estas mismas fuentes señalan que el acuerdo al que se llegó con Felipe Moreno es que tenían hasta el 1 de enero de 2027 para llegar a esa cantidad final de 6 millones, pero a cambio de que Paco Belmonte permaneciera en el proyecto se daba por hecho que las acciones se pondrían a nombre de Arrisanz. Lo primero ha ocurrido, pero lo segundo no.
Arribas trata de que esto se haga ya. Pero no está dispuesto a firmar ahora un acuerdo distinto al de julio, con otras cláusulas, cantidades y plazos. Antes de eso, se marchará y veríamos qué pasa con el dinero que ha puesto.
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Un rol principal en la resolución de un conflicto que se veía venir
Durante muchos años, tanto Paco Belmonte como Felipe Moreno restaron relevancia al papel que jugaba el segundo en la vida del FC Cartagena. El propio Moreno dijo hace unos días en la Junta de Accionistas del Real Murcia que solo había «ayudado» a Belmonte en el Efesé, «al igual que ahora estoy ayudando en la transición». No obstante, el ex del Leganés repitió que «no he tenido, tengo ni tendré ninguna acción del Cartagena». Y añadió: «tengo unas ideas y una manera de ser y yo suelo echar una mano a los amigos que me lo piden, pero nada más», aseveró Moreno.
El tiempo ha demostrado que su papel en todos estos años en el conjunto cartagenero ha sido mucho más importante de lo que siempre ha reconocido en público y, de hecho, diez años y medio después de su desembarco en el proyecto, nos encontramos con la mejor prueba de esto: Felipe Moreno está desempeñando un rol principal en la resolución de un conflicto que se veía venir. Tal vez, él soñó con que Belmonte y Arribas pudieran cohabitar y, de esta manera, matar dos pájaros de un tiro. Pero eso era imposible.
Así las cosas, todas las reuniones para cerrar la compraventa del Cartagena se están desarrollando en Madrid entre Moreno y Arribas, con Belmonte ejerciendo un rol de observador desde la distancia de su domicilio en Cartagena.
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