Todo por construir en el Cartagena
Las esperanzas de la pretemporada se desvanecen en El Plantío, donde el Burgos fue superior y el VAR tampoco ayudó
El Cartagena volvió a morder el polvo en El Plantío. De nuevo le metieron tres y, otra vez, pudieron ser cuatro o cinco. Da igual ... que los albinegros vayan a Burgos en pleno temporal de nieve o en un plácido domingo de agosto. Que de allí siempre salen revolcados. Dicen que en Burgos solo hay dos estaciones, el invierno y la del tren. Y para el Efesé solo hay un resultado allí: la derrota. Justa victoria de un Burgos con más calidad, más conjuntado y con una idea de juego clarísima. Este equipo con Jon Pérez Bolo sabe lo que hace siempre. Y si el encuentro es en su estadio, más todavía.
Duro baño de realidad para un Cartagena que había gustado bastante en la pretemporada, pero de nuevo se demuestra que los amistosos de verano no sirven prácticamente de nada. Esas esperanzas de los bolos veraniegos se desvanecieron este domingo en un primer tiempo horrible de los del Pitu Abelardo. Y eso que se encontraron pronto con un buen gol, anotado por Sergio Guerrero, tras una estupenda dejada de Luis Muñoz y un mortífero centro de Jairo desde el costado izquierdo.
Burgos
Cantero; Arroyo, David López, Aitor Córdoba, Florián Miguel; Álex Sancris (David González, 90), Raúl Navarro (Iván Morante, 76), Appin, Dani Ojeda (Íñigo Córdoba, 68); Curro y Fer Niño (Edu Espiau, 76).
3
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1
Cartagena
Cuñat; Aguirregabiria, Alcalá, Sipcic, Ríos Reina (Vukcevic, 75); Andy, Musto (Gastón Valles, 45); Luis Muñoz (Cedric, 75) Sergio Guerrero Jairo (Pocho Román, 81) y Ortuño (Escriche, 65).
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Goles : 0-1 (14): Sergio Guerrero. 1-1 (25): Fer Niño. 2-1 (40): Dani Ojeda. 3-1 (90+3): Curro, de penalti
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Árbitra Marta Huerta de Aza (comité tinerfeño). Mostró tarjeta amarilla a los locales Arroyo y Raúl Navarro; y a los visitantes Sipcic, Andy, Jairo y Escriche.
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El estadio El Plantío, con la presencia de 9.642 espectadores, 100 de ellos llegados desde Cartagena.
David López, central del Burgos, estaba en el suelo haciendo teatro tras una pugna limpia con Alfredo Ortuño en la que no había sucedido nada, y los visitantes aprovecharon ese claro desajuste defensivo de los locales para marcar su primer tanto de la temporada. Lo hizo, además, el jugador más destacado del Efesé en El Plantío, un Sergio Guerrero que empezó de segundo delantero y acabó de pivote defensivo, tras sacrificar Abelardo a Musto en el descanso para poner a Gastón Valles en punta junto a Ortuño.
Pablo Cuñat, cara y cruz
Casi todo lo hizo bien el exjugador del Atlético de Madrid B, valiente, abnegado e intenso. Casi todo lo hicieron mal sus compañeros a raíz del 0-1, desactivados, fríos y sin fuelle. No tuvo sentido que, después de hacer lo más difícil y adelantarse en el fortín burgalés de El Plantío, el equipo de Abelardo se diluyera completamente y se convirtiera en una especie de juguete roto en manos del Burgos. Es difícil de entender, desde luego.
Todo empezó tras un error gravísimo en la salida de balón del meta Pablo Cuñat, capaz de lo mejor y de lo peor como suele sucederle a los porteros tan jóvenes. El cancerbero cedido por el Levante le regaló la pelota a Dani Ojeda cuando quería dársela al lateral Martín Aguirregabiria. Pudo el exterior canario montar un ataque rápido, con la defensa del Cartagena descolocada, y el gol no llegó a la primera, sino a la segunda.
Fer Niño aprovechó un mal rechace de Cuñat en una jugada en la que previamente Ojeda se había ayudado de la mano para amortiguar la pelota. La debutante Marta Huerta de Aza no vio esa mano. En el VAR, ocupado por un sospechoso habitual como González Francés, tampoco le avisaron de que debía revisarla. Entendieron que era de rebote y que, por tanto, no había que señalarla. Es decir, lo que antes era mano, ahora ya no lo es. Y está bien, pero habrá que comprobar qué sucede en las siguientes jornadas. En un día histórico para el arbitraje español, al ser la palentina la primera mujer en pitar un partido del fútbol profesional masculino, no hubo mucho que celebrar. No estuvo bien la colegiada adscrita el colegio tinerfeño, pero nacida en una ciudad situada a solo 90 kilómetros de Burgos.
Suspenso general
Arbitraje al margen, se descompuso por completo el Cartagena con ese 1-1. Suspenso del equipo arbitral. Y suspenso también de un Cartagena muy pobre. Suspenso general, por tanto. Fer Niño le rompió la cadera a Alcalá y se sacó un zurdazo que iba a la escuadra. Ahí estuvo salvador un Pablo Cuñat que anteriormente había ganado un mano a mano a Álex Sancris, después de un error garrafal de Sipcic. En plena tormenta de juego local llegó el segundo. En un córner el balón le cayó a Ojeda, quien estaba solo en la frontal. Miraban Musto y Jairo y el extremo canario soltó un derechazo al que no llegó Cuñat.
Solo Luis Muñoz se rebeló con un par de cabalgadas, mientras Jairo, quien pudo hacer más daño a Arroyo, el eslabón más debil de la cadena defensiva del rival, no fue capaz de conectar con Ríos Reina en un perfil izquierdo que debió ser más productivo para el Efesé en El Plantío. A Ortuño, sustituido en el 65, no le llegó ni un solo balón en condiciones de ser rematado en toda la tarde.
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Impotencia albinegra
El segundo tiempo se convirtió en un ejercicio de impotencia para el Cartagena, que acabó con Cedric y los tres jugadores que llegaron el jueves, Gastón Valles, Escriche y Pocho Román, en el ataque. Como no se conocen y no les ha dado tiempo a saber qué necesita cada uno del otro, al final todos hicieron la guerra por su cuenta. Pero el Burgos estuvo cómodo, metido en su parcela y sin sufrir. Solo hubo un sobresalto para los de Bolo, cuando el Pocho Román se inventó una jugada genial para dejar solo a Gastón Valles delante de Cantero, pero en el mano a mano el delantero uruguayo se mostró muy inocente.
Después vino el despropósito arbitral, con un penalti señalado a Pablo Cuñat que no fue, ya que el portero del Cartagena tocó claramente la pelota y no a Íñigo Córdoba. Y en la última jugada, con todo finiquitado, Huerta de Aza pitó penalti por manos de Iván Morante, tras un centro de Vukcevic. Pero González Francés le avisó desde el VAR, para recordarle que estos penaltis que el año pasado se señalaban ahora ya no se van a pitar. Y la árbitra palentina se desdijo. Así acabó una mala tarde para el Cartagena en Burgos, donde siempre le pasan cosas malas.
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