Buffarini, un lateral que triunfó en el Boca Juniors y se enamoró del Cartagonova
El argentino confesó ayer que el estadio le «encantó» cuando vino hace tres semanas con el Huesca y que no dudó cuando recibió la oferta
Llegó sonriente, acompañado de su mujer, su hija enfundada con la casaca del Efesé y el dorsal número '4' que lucirá su padre y un bebé que, como buen retoño, se pasó toda la comparecencia durmiendo. Ayer, Julio Buffarini (General Cabrera, Argentina, 33 años) habló por primera vez para los seguidores cartageneros después de aterrizar cedido desde el Huesca. Y su estreno ante los micrófonos en la ciudad portuaria dejó alguna que otra anécdota llamativa.
Suena sorprendente que un tipo que ha jugado en la mítica Bombonera, estadio de Boca Juniors, se impresionara al entrar a un Cartagonova que, a pesar de haber sufrido un interesante cambio de cara, sigue siendo un recinto muy pequeño al lado del histórico estadio bonaerense.
«Se dio todo muy rápido. No lo dudé porque en cuanto me informé del club y de la ciudad todo me encantó», confiesa
«Hace tres fechas me tocó venir a jugar a Cartagena. Cada vez que voy a un estadio de visitante me gusta entrar y verlo. Accedí al Cartagonova, estaba con mis compañeros tomando mate, me puse a filmar para mandarlo a mi familia porque me gustó y mis compañeros, en broma, me decían: «Buffa, tú que has jugado en La Bombonera, ¿te pones a grabar el estadio?», relató el jugador. «La verdad es que me gustó mucho la instalación y el clima. Me sorprendió para bien este estadio y se lo dije a mi familia. Es una historia que representa bien las vueltas que da el fútbol y la vida», dijo a continuación.
Un equipo «competitivo»
Ya el domingo cató Buffarini el ambiente que se vive en Benipila. En esa ocasión, ante el Fuenlabrada, vio el partido desde la grada. Aún no estaba inscrito y no podía participar. «Lo que pude ver no me sorprendió. Sabía que el Cartagena es un conjunto muy competitivo y que por algo está sexto en una categoría tan exigente como la Segunda española», comentó sobre su primera toma de contacto.
Además, el lateral derecho contó cómo fue su salida al Cartagena. «Se dio todo muy rápido. No lo dudé porque en poco tiempo empecé a ver el club, las instalaciones, la ciudad... Y todo me encantó. Se pudo dar rápido. Lo hablé con los dirigentes del Huesca. Ni ellos ni el míster me dijeron que no contaban conmigo, fue una decisión más personal y familiar. Así que contento con este nuevo desafío», señaló el jugador, quien también aseguró que «ya venía viendo al Cartagena» en los partidos que han ido disputando los de Carrión este año.
El nombre del técnico también salió a escena. Afirmó Buffarini que habló con Luis Carrión «antes de venir y el primer día de entrenamiento, «donde tuve con él una charla muy linda». No obstante, al catalán ya le dejaron el camino liso dos miembros de su plantel: Gastón Silva y Pablo De Blasis. «Me dijeron maravillas. Se nota que en el vestuario hay un grupo muy ilusionado», explicó también.
Buffarini le hará la competencia a Julián Delmás, un fijo hasta la fecha y futbolista que ha visto como sus inmediatos competidores, David Simón y Antoñito, no siguen en la entidad por falta de minutos. «Si queremos tener aspiraciones la competencia es muy buena. Hace crecer al equipo, a los jugadores. Mientras que sea sana, bienvenida», recordó el argentino, ex de Boca Juniors, Sao Paulo, San Lorenzo, Ferro, Talleres y Atlético Tucumán.
Bulka frena al PSG de Messi y Mbappé en la Copa de Francia
El guardameta polaco Marcin Bulka, exportero del Efesé, fue el protagonista en el duelo que disputaron el lunes el París Saint Germain y el Niza, equipo en el que milita el arquero y en el que está cedido desde la entidad del Parque de los Príncipes.
Bulka, que todavía no había sido titular con el Niza este curso, se aupó como el protagonista de los octavos de final de la Copa de Francia, parando dos penaltis, a Paredes y a Xavi Simons.
Además, durante el transcurso del encuentro, detuvo algún disparo de Messi. El argentino, en la tanda de penas máximas, no falló. Tampoco Mbappé, que la mandó a la jaula. Sin embargo, Bulka se hizo con el definitivo y lo festejó como si de un título se tratase.
Resulta curioso que el polaco escribiera su nombre entre los destacados del partido parando desde los once metros. En el Efesé participó solo en cinco partidos el año pasado, encajó ocho goles en total y tres de ellos fueron desde el punto de penalti.
Ante el Mallorca, en su debut con la casaca albinegra, recibió dos tantos de penalti. También en la derrota por 1-3 de los de Benipila frente al Espanyol, donde Raúl De Tomás volvía a mandar el balón al fondo de las mallas desde los once metros.
El final de la película ya se conoce: Bulka terminó saliendo en enero, llegó Chichizola y el polaco tuvo que buscar acomodo en el LB Châteauroux, con el que descendió a la tercera categoría gala. Ahora, en el Niza, se ha convertido en un héroe. Inesperado. Pero héroe.
