Aarón Escandell, el portero paciente que nunca pone una mala cara
El héroe del Cartagena en Andorra recoge ahora los frutos de cinco años de trabajo en el Granada, donde vivió a la sombra de Rui Silva y Maximiano
El 8 de febrero de 2020 fue el día más feliz de su vida. Aarón Escandell (Carcagente, 27 años) debutaba aquella noche en Primera División ... en un escenario impresionante, el Wanda Metropolitano. Al poco de empezar el encuentro, el argentino Ángel Correa le hizo un gol, el único de aquel partido en el que el Granada de Diego Martínez, con el exalbinegro Ramón Azeez como titular, se le subió a las barbas al Atlético de Madrid (1-0). La siguiente semana volvió al banquillo, su hábitat natural durante sus cinco temporadas en el equipo nazarí. Después vino la pandemia. Y luego, más banquillo (solo 13 partidos de liga en esos cinco años).
El pasado domingo, tras un recital de paradas que no suele verse en una categoría como la Liga SmartBank, Escandell también estaba muy contento. Pero en esta ocasión, más maduro y por primera vez sintiéndose titular y pieza clave en un proyecto, el cancerbero valenciano priorizaba lo colectivo a lo individual. Él, que nunca puso una mala cara cuando no jugaba, tampoco quiere que ahora todos los focos le apunten, aunque sabe que lo que hizo anteayer fue una auténtica bestialidad. Hacía mucho tiempo que no se veía una actuación de tal calado de un guardameta en la división de plata.
-
Nombre y edad Aarón Escandell. Nació en Carcagente (Valencia) y tiene 27 años.
-
Trayectoria Valencia juvenil, Málaga juvenil, Málaga B, Recreativo Granada, Granada y Cartagena.
-
Contrato con el Cartagena Hasta el 30 de junio de 2024.
-
Valor de mercado actual 1 millón de euros.
«Estoy contento por mi actuación en Andorra, pero lo más importante es que el equipo estuvo muy bien, todos trabajamos como animales y en cada partido, estemos más o menos acertados, todos remamos en la misma dirección», resaltó el portero de Carcagente tras su exhibición del domingo en el campo del Andorra, donde completó diez paradas, varias de ellas absolutamente providenciales.
Curiosamente, una semana antes había cometido su primer fallo grave desde que es titular con el Efesé. Controló mal un pase del central Kiko Olivas, le regaló la pelota a Blanco Leschuk y permitió que Yanis Rahmani marcara el gol más fácil de su carrera, en cierto modo parecido al que Isak Jansson anotó en Andorra para darle los tres puntos al Cartagena el pasado domingo. La diferencia es que los albinegros sí tuvieron tiempo para remontar su partido ante el Eibar y le dieron la vuelta con los goles de Sadiku, de penalti, y Ortuño (2-1).
«Contra el Eibar tuve ese error que nos costó el gol y lo sentí mucho. Afortunadamente, fuimos capaces de ganar ese partido. Esto suele pasar en el fútbol: el error del portero se ve más, ya que no tenemos nadie detrás y si te equivocas acabas concediendo un gol. Pero insisto en que aquí de lo que se trata es de que cada uno aporte lo que tiene y que sigamos sumando muchos puntos y estando lo más arriba posible en la clasificación», explicó Escandell.
Un héroe en el banquillo
Aarón Escandell es indiscutible. No era fácil quitarle el puesto a Marc Martínez, héroe del ascenso del Cartagena en 2020 y figura clave en el club y en el vestuario. Renovó el pasado verano el arquero catalán, rechazando una propuesta muy interesante a nivel económico del Ibiza y tras haber estado en la órbita del Almería, antes del ascenso a Primera del conjunto indálico .
Y todo el mundo daba por hecho que Marc Martínez, quien cumplió 100 partidos con el Efesé en el debut liguero contra la Ponferradina, iba a ser intocable bajo palos para Luis Carrión. No lo ha sido. Hasta la jornada cinco estuvo en el banquillo Escandell, esperando su oportunidad. Le llegó en el partido ante el Albacete, donde ya hizo varias paradas estupendas. Y desde entonces es fijo en las alineaciones del Cartagena. Su gran juego con los pies, su buen uno contra uno y los reflejos demostrados el domingo en Andorra son sus principales virtudes. Su mayor defecto es que sufre en los centros laterales.
Mientras, Marc Martínez está asumiendo con naturalidad y resignación su nuevo rol de suplente, ese que tan bien conoce Escandell, quien siempre estuvo a la sombra de los portugueses Rui Silva y Maximiano en el Granada. Pese a ello, en tierras granadinas aún recuerdan el compañerismo y la bonhomía de Escandell. Era el primero que animaba y saltaba al campo a felicitar al portero titular al acabar los encuentros. Es un chico educado y noble, «un trozo de pan», lo definen quienes conviven con él cada día.
El 8 de enero, por cierto, será especial para él. Volverá con la camiseta del Cartagena al Nuevo Los Cármenes, en un partido que ya tiene horario confirmado (14.00 horas) y en el que se espera una nutrida presencia de seguidores albinegros en el estadio del Granada.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión