Unos que nacen otros morirán, unos que ríen otros llorarán; aguas sin cauces, ríos sin mar; penas y glorias, guerras y paz». La celebérrima canción ... de Julio Iglesias bien podría servir como banda sonora original de lo que parece ser una eterna campaña electoral sin solución de continuidad: partidos al borde de la extinción, otros con buenas expectactivas en las encuestas, pactos que parecen inalcanzables, pero al final sí, y luchas intestinas entre políticos. Y, como siempre, los que reirán y los que llorarán con el resultado de las urnas. Con el comienzo de la campaña electoral –la de verdad– para las elecciones generales del 23-J, lo que está claro es que los ciudadanos de a pie vuelven a estar rodeados de proclamas y promesas, de propaganda electoral a diestra y siniestra. Y, para colmo, están llamados a las urnas en plena canícula. Si al menos sirviera para que la vida, en tantas y tantas cosas, no siguiera igual.
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