Hecatombe en Ciudadanos: desolación al conocer que desaparece del mapa político regional
La candidata a presidir la Región de Murcia, María José Ros, señaló que evaluarán los resultados esta próxima semana con la dirección nacional
Raúl Sánchez
Lunes, 29 de mayo 2023, 00:58
Ciudadanos encaraba este domingo la noche electoral con bajas expectativas, pero los primeros avances vaticinaban los peores presagios. La desolación y el desánimo se fue apoderando de la sede de Ciudadanos en Murcia conforme se conocía el escrutinio. El silencio y las caras serias de los apoderados y simpatizantes adelantaban un cataclismo difícilmente de reponerse.
La formación 'naranja' desaparece en la Asamblea Regional, al quedarse sin representación en el Parlamento autonómico. Y en las municipales, solo la actual vicealcaldesa de Ceutí, Ángeles Martí entró en el Ayuntamiento y que no se convirtió en alcaldesa por «deslealtad al PP». La designación de María José Ros como candidata a la Presidencia de la Región no pudo frenar la hecatombe de Ciudadanos, que se extiende a lo largo y ancho del territorio español.
«Estoy triste; lo asumo en primera persona. Es el peor de los resultados: no tener voz en las instituciones»
«No estamos muertos, solo estamos agonizando», se escuchaba entre los presentes. «Vaya desastre», exclamó otra persona, mientras observaba cómo su formación ha pasado de ser una fuerza decisiva a la más absoluta indiferencia. Alrededor de las once de la noche, Ros se asomó acompañada de su equipo que la ha apoyado durante estas semanas en las que se ha esforzado en dar a conocer su programa basado en la lucha contra la corrupción y la recuperación del Mar Menor.
«Estoy triste; lo asumo en primera persona. Es el peor de los resultados: no tener voz en las instituciones», reconoció tras vivir la peor derrota de su facción política desde que se creó. «Hace un año y medio mi partido me propuso ser la coordinadora de Ciudadanos; lo fácil habría sido no tomar las riendas, pero hice lo correcto», prosiguió la política, quien cree que los electores votaron en clave nacional más que regional.
Ahora, se abre un momento de reflexión entre sus compañeros. «Vamos a evaluar esta semana con reuniones con la dirección nacional», aseveró Ros, al mismo tiempo que subrayó que seguirá defendiendo a partir de este lunes el espacio liberal. También felicitó a los ganadores a quienes les deseó el mayor de los aciertos, puesto que «será también el de las familias, jóvenes, autónomos y el Mar Menor». Ros confía en recuperar el segmento electoral perdido. «Estoy convencida de que este espacio liberal existe porque somos imprescindible, un partido capaz de llegar a acuerdos con todos», precisó la candidata 'naranja», quien reiteró que las encuestas internas daban más votos. Agradeció la labor de sus compañeros y a los candidatos que han optado por Ciudadanos, ya que «son un valientes» y «han dado la cara en los peores momentos».
Arropada de todo su equipo, Ros obvió a la pregunta de si continuará al frente del partido de la Región de Murcia, limitándose a asegurar solamente que analizará la situación, aunque hizo hincapié en que «no sale corriendo» y que no abandonará la coordinación del partido. Junto a ella, se encontraba el actual concejal de Cultura y Deportes y candidato al Ayuntamiento de Murcia, Pedro García Rex, quien dejó entrever su salida de la política o al menos de la formación. «Me siento orgulloso de estar y haber estado en este proyecto necesario, liberal y de centro», afirmó la candidata.
«Estoy convencida de que este espacio liberal existe porque somos imprescindibles, un partido capaz de llegar a acuerdos con todos»
Ros, visiblemente emocionada pero con firmeza, insistió en sentirse contenta por el «campañón» que ha realizado su equipo con «muchísima humildad», y que la ha llevado a conocer toda la Comunidad y presentar un proyecto «útil». La arquitecta, madre de dos hijos, afronta un periodo complejo en el que deberá resarcirse de la «debacle», tal como murmuraban algunas personas en la primera planta del edificio de Centrofama, donde la facción política donde se halla su cuartel general. Pero, confiesa que tiene las ganas de remontar desde cero para que su partido sea otra vez relevante en la política regional y municipal porque reiteró que su partido puede llegar a acuerdos con las demás formaciones. Ros entre en una etapa en la que tiene que conseguir que sus electores de hace cuatro años vuelvan a confiar en ellos y resurgir de las cenizas para formar parte de la vida política de nuevo.
La arquitecta que asumió el inmenso reto de obrar el milagro
A María José Ros (Cartagena, 1976) se le encomendó la ardua tarea de obrar el milagro de que la formación naranja conservara un papel relevante en la política regional, un inmenso desafío sobre todo después de la sonada eclosión en su partido que provocó la salida del Ejecutivo autonómico y un terremoto en todo el país. En tan solo dos años, su facción pasó del primer plano a la marginalidad en la competición política y, durante la campaña, ha observado un «apagón informativo» contra el que han luchado con iniciativas ingeniosas como una campaña que ha levantado ampollas entre sus principales rivales, PP y PSOE, al colocar una lona gigante en la que recuerda a ambas formaciones sus casos de corrupción. «La primera medida revolucionaria de Ciudadanos es acabar con la corrupción», perjuró Ros acompañada de otras líderes del partido liberal.
Denuncia que el PP se diera prisa en quitar el cartel de Ciudadanos, al mismo tiempo que lamenta que sus dirigentes no se vuelcan a «proteger el Mar Menor como cuidan de sus corruptos». Incansable, esta madre de dos hijos que asegura que no ha venido a la política para vivir de ella, mandó levantar otra lona donde reivindicaba la recuperación de la laguna, una de las banderas de sus campaña, además de reclamar una mejor gestión de los fondos europeos y más ayudas a empresarios y familias. Esta amante del deporte -practicó atletismo y jugó al baloncesto- afronta ahora un periodo de recomposición después de la debacle electoral que ha llevado a su partido de ser la llave del Gobierno a la indiferencia.
