Estos son todos los gastos que tienes que pagar al comprar una vivienda

Los gastos vinculados a la compra de una vivienda van más allá del precio que aparece en el anuncio de la inmobiliaria. La realidad es que afrontar esta decisión se ha convertido en una de las mayores preocupaciones de los ciudadanos a nivel financiero. Y es que, adquirir una casa en propiedad conlleva numerosos desembolsos, lo que engrosa significativamente el presupuesto.

Los expertos aconsejan tener unos ahorros que oscilen entre el 10% y el 12% del coste del inmueble, tal y como indica Idealista. Hay que tener en cuenta que la suma total dependerá también de aspectos como si la casa es nueva o de segunda mano y su valor. No obstante, este es el listado de facturas que habrá que asumir en 2024:

Si la propiedad se adquiere a través de una inmobiliaria, es posible que el comprador tenga que pagar una comisión. Esta tarifa depende de la oficina, pero suele rondar entre un 3% y un 7% del precio de la vivienda.

Los honorarios de los notarios, denominados aranceles, son uno de los gastos fijos, independientemente de si la vivienda es usada o no. Según Idealista, están regulados por el Estado, todos cobran lo mismo por el mismo servicio y para el otorgamiento de la escritura pública de compraventa hay que pagar entre 600 y 875 euros, en función del precio del inmueble.

Uno de los pasos del proceso consiste en inscribir la escritura que previamente ha firmado el notario en el Registro de la Propiedad. Esto tiene un coste fijo que se sitúa entre los 400 y 650, dependiendo del coste de la vivienda.

El comprador tiene que hacer frente a una serie de tributos que dependen directamente del precio y de si es de obra nueva o de segunda mano. Si se va a estrenar, el portal inmobiliario señala que uno de los «más importantes» es el IVA, que en 2024 se sitúa en el 10% en la Región de Murcia. Por lo tanto, si se ha pagado 100.000 euros por una casa, habría que pagar 10.000 euros más.

En el caso de las viviendas públicas, este porcentaje varía. A esto se suma el impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD), que depende de cada comunidad autónoma. En la Región de Murcia, este coste es del 2%.

Por el contrario, si es un domicilio usado, el impuesto más destacado es el Impuesto sobre las Transmisiones Patrimoniales (ITP). Según Idealista, esta cuantía depende del porcentaje que se aplica sobre el precio escriturado y de la comunidad autónoma en la que se encuentre la casa. En la Región de Murcia está fijado en el 8% este año. Es importante recalcar que para VPO, familias numerosas, personas con discapacidad, jóvenes o viviendas situadas en áreas rurales se suelen aplicar tarifas más reducidas.

Aquellos que prefieran dejar toda la gestión en manos de un profesional, puede acudir a una gestoría, aunque se trata de un gasto opcional. Esta se encarga de realizar la liquidación de los impuestos y ejecutar otras transacciones. La realidad es que no existe una factura concreta, ya que cada oficina aplica un importe distinto. No obstante, se puede calcular que el ticket será de unos 300 euros, dependiendo de los trámites que tenga que hacer.

Este gasto tan solo se aplica para aquellos que vayan a solicitar una hipoteca. En este caso, hay que pagar a una tasadora para que fije el valor del inmueble. De este modo, el banco puede establecer el porcentaje de financiación que le va a conceder a los futuros propietarios. Este proceso también tiene un coste, y aunque dependa de la entidad, el tipo de vivienda y su valoración, suele oscilar entre los 250 y 600 euros.

Al formalizar el préstamo, algunas entidades pueden aplicar una comisión. Esta puede alcanzar hasta el 2% del capital prestado. No obstante, se trata de un porcentaje que se pacta directamente con el banco. Esta cantidad se deduce directamente del dinero que se entrega al cliente. Cabe destacar que en muchos casos no se aplica este importe.

Uno de los gastos que no se suelen tener en cuenta en el caso de las viviendas de segunda mano son las deudas. Actualmente, ninguna ley impide que una vivienda con cargas no se pueda vender. Dependiendo del concepto, el comprador deberá saldarlas o no. Por ejemplo, si son de suministros, no tendrá que hacerse cargo de ellas, ya que recaen sobre los titulares. Sin embargo, se podría aplicar un coste al realizar un contrato nuevo.

Si se trata de un impago de hipoteca, el nuevo propietario sí será el responsable de liquidarlas. Misma situación si hay cuotas de la comunidad sin pagar o deudas tributarias de los dos últimos años. Por lo tanto, conviene informarse sobre las cargas de una vivienda antes de adquirirla.

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