Los fabricantes europeos de automóviles advierten de «paradas inminentes» en las líneas de montaje por la falta de chips
El conflicto entre Estados Unidos y China por la nacionalización de Nexperia provoca una caída en los suministros de semiconductores, vitales para el sector del automóvil
La teoría del caos sostiene que el batir de las alas de una mariposa puede desencadenar un huracán en otra parte del mundo. En este ... caso, la industria europea del automóvil podría convertirse en víctima colateral de las disputas entre Estados Unidos y China. La Asociación de fabricantes de Automóviles europea (ACEA) ha advertido este miércoles de «paradas inminentes en las líneas de montaje» debido a la escasez de chips, después de que Países Bajos (bajo presiones de Trump) nacionalizara la empresa Nexperia, lo que ha provocado que su filial china suspenda las exportaciones de semicondutores a Europa.
Los fabricantes europeos apuntan que «la industria está trabajando actualmente en base al stock que tienen, pero que el suministro se está agotando rápidamente». Según las encuestas de ACEA varios de esos fabricantes esperan «paradas inminentes en sus líneas de montaje», ya que aunque existen varios suministradores alternativos, «llevaría meses construir la capacidad adicional necesaria para hacer frente a la escasez de suministro».
El director general de ACEA, Sigrid de Vries, apunta que «las paradas en las líneas de montaje podrían llegar en días», por lo que ha hecho un llamamiento a Washington y Pekín para que resuelvan sus disputas y que encuentren una «solución diplomática».
Un conflicto político
Nexperia, uno de los principales proveedores de chips para automóviles, es propiedad de la china Wingtech. El conflicto con Washington comenzó cuando en 2024, Estados Unidos amplió las restricciones a la exportación que afectan a Wingtech y sus filiales. Además, el dirigente estadounidense, Donald Trump, presionara al Gobierno de Países Bajos, liderado por el ultraderechista Geert Wilders, para nacionalizar la compañía.
Por el momento, varios fabricantes han pedido que la disputa se resuelva de forma diplomática. El director general de Mercedes-Benz, Ola Källenius, ha asegurado que a diferencia de la crisis de semiconductores durante al pandemia, la escasez actual tiene causas políticas, por lo que la solución también debe ser política. Este fabricante cuenta con chips para seguir trabajando a corto plazo, pero ya busca proveedores alternativos ante las dudas sobre cuánto tardará en resolverse el conflicto. El grupo Volkswagen, por su parte, apunta que está en «contacto estrecho» con potenciales proveedores para «minimizar los efectos» de esta crisis, asegura una portavoz.
La industria europea del automóvil estará atenta este jueves a la reunión entre Trump y el líder chino Xi Jimping. No se reúnen desde 2019 y, aunque ya no están sobre la mesa los aranceles comerciales del 100%, son varias las tensiones entre las dos potencias.
Crisis del sector
La escasez de chips tiene lugar, además, en medio de la crisis que atraviesa el sector en Europa, que debe competir contra los vehículos eléctricos chinos, más baratos. En mayo, Bruselas impuso aranceles de hasta el 35,3% a los vehículos chinos importados a la UE, al considerar que estos fabricantes se benefician de «subsidios injustos», que provocan «un daño económico» a los productores europeos. Además, la Comisión Europea ha diseñado una serie de medidas proteccionistas que quieren asegurar la igualdad de condiciones de los fabricantes de la UE en el mercado global y la supervivencia de una industria que aporta el 7% del Producto Interior Bruto a la economía de la Unión Europea.
El Plan de Acción para la Industria Europea del Automóvil, presentada por el Ejecutivo comunitario, incluye la flexibilización de la normativa de emisiones de carbono, la puesta en común de los incentivos de compra de vehículos eléctricos de los distintos países europeos y la creación de una alianza comunitaria para los vehículos autónomos, entre otros. Esta iniciativa quiere reducir la dependencia europea de componentes del exterior, ya que «pone en riesgo la producción» y puede llegar a lastrarla, como ya ocurrió con la falta de suministro de semiconductores por parte de China en 2021. En este ámbito, Bruselas ha impulsado la creación de plantas de microchips en diferentes Estados miembros, pero el informe del expresidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi advierte de que «aún existen lagunas» en materia de innovación, inversión e infraestructuras que amenazan con dejar atrás a Europa en la fabricación de productos electrónicos. Y la crisis desatada por la disputa en torno a Nexperia no hace más que confirmar las palabras del político italiano.
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