La Región de Murcia, una potencia en la industria del alcohol

En la Región hay 156 empresas dedicadas a las bebidas alcohólicas, según datos de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Murcia (Croem). Las marcas de estas firmas son referentes en la mayoría de los rincones del mundo. El brandy Constitución, el Licor 43, la ginebra Martin Miller's o vinos aclamados como el Pie Franco y El Nido son algunos de los productos que ponen el toque diferenciador y bucean en un mercado que cada vez posee más oferta. De hecho, las exportaciones de este sector en la Región de Murcia se han triplicado en los últimos quince años.

Fuentes de Croem aseguran que «la Región tiene una marcada especialización en la industria dedicada a la fabricación de bebidas. Mientras que las empresas murcianas representan el 2,8% del tejido empresarial español, en el ámbito de la fabricación de bebidas el porcentaje sube al 5,4%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE)». Desde la patronal puntualizan que, «en 2021, los gastos salariales ascendieron a 29 millones de euros, lo equivalente al 1,6% de los costes de personal de la industria en la Región. El sector ocupó a casi 1.200 profesionales».

Según los datos que maneja el Instituto de Comercio Exterior (Icex), las ventas de bebidas alcohólicas al extranjero ascendieron a 346,78 millones de euros en 2021. Sin embargo, las estimaciones de facturación del INE llegan a los 357 millones. Según Croem, «estas dos cifras pueden chocar. El dato de exportaciones es real, mientras que el otro es solo una estimación. Además, creemos que en la Región se pueden exportar desde nuestros puertos productos que no se han fabricado en Murcia».

El director del Instituto de Fomento, Joaquín Gómez, señala el vino como uno de los productos estrella que viaja cada año a países como Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia y Corea, explica. «La Región cuenta con 68 bodegas y este sector exportó en 2021 por valor de 174 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 10% con respecto al año anterior», apunta. «Y lo mejor de todo es que, con esas ventas al comercio exterior, estos productos se convierten en nuestra bandera allá donde van. Uno de cada tres euros del PIB regional proviene de las exportaciones».

«El único secreto para conseguir el éxito es que el trabajo te guste y disfrutes haciéndolo», se enorgullece Olivares. Destilerías Bernal factura cerca de un millón de euros al año y exporta sus bebidas espirituosas a Suiza, Alemania, Suecia y China. «Nuestra joya de la corona es el brandy Constitución, que pasa más tiempo en barrica que otros. Entre 75 y 130 años. De hecho, lo bebían Fidel Castro, Alfonso XIII, Pablo VI... En 1927, nos hicimos distribuidores oficiales de la Casa Real española», revela. Pero en esta bodega también se fabrica la ginebra Manners, que recibió una medalla de plata en un certamen nacional en 2019, al igual que su ron Papaúpa, que logró el bronce.

En las tierras de Jumilla se elabora uno de los vinos más exquisitos, que además se ha convertido en un referente en el Levante español. Se trata del Pie Franco, de Casa Castillo. Su propietario, José María Vicente Sánchez-Cerezo, explica que la uva con la que se produce este caldo se encuentra en un «viñedo muy viejo» que plantó su abuelo en 1942. La guía creada por Robert Parker, 'The Wine Advocate', reconoció este vino, 100% Monastrell, con 100 puntos, la máxima calificación posible. «Nuestra producción es muy escasa, ya que tenemos una parcela con ocho hectáreas. Producimos al año entre 7.000 y 8.000 botellas. La mitad de ellas se comercializan en España, mientras que el resto se reparten por 21 países, como Estados Unidos, Alemania, Nueva Zelanda, Israel, Perú y Chile», señala el propietario, quien asegura que la empresa factura al año alrededor de tres millones de euros.

Lo curioso es que no todo el mundo tiene acceso a la compra de una botella de Pie Franco. «Este vino lo adjudicamos a través de un sistema de cupos. Es como una especie de lista de espera, pero solo lo vendemos a importadores, que son quienes lo comercializan. Aquí en Murcia se puede encontrar en los grandes restaurantes», revela el dueño.

Otro de los caldos que no deja indiferente a nadie es El Nido, de las bodegas jumillanas de Juan Gil. El responsable de esta empresa, Miguel Gil, explica que «la situación que atraviesan en estos momentos las bodegas es compleja, sobre todo por la caída de ventas de la pandemia y por la paralización de contenedores en Shanghái, ya que hay retrasos en los transportes». Sin embargo, sostiene, «nos hemos sabido adaptar al nuevo mapa absorbiendo una buena parte de nuestros márgenes de ganancias para que la subida de los costes no se traslade a nuestros clientes ni al consumidor final».

Bodegas Juan Gil hace unos 45 millones de euros al año de caja. «No hemos bajado la facturación. Al revés, hemos incrementado las ventas porque hemos diversificado nuestros mercados», cuenta Gil. «Al fin y al cabo, la única razón para conseguir éxito es trasladar al consumidor un gran producto al menor coste posible. Por eso, creo que la honestidad y el éxito son dos conceptos que tienen que estar ligados. Es algo fundamental», asegura. Los caldos de la firma jumillana llegan a 50 países de todo el mundo, como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido o Suecia. «Un 70% del vino que producimos sale fuera de España; estamos muy orgullosos».

Otra de las empresas con un éxito incuestionable es J. García Carrión SA, que cuenta con marcas como el aclamado vino Pata Negra (Monastrell con ocho denominaciones de origen), Don Simón y otros productos relacionados con la alimentación. Su gerente, José García Carrión, detalla que la facturación de la firma en 2021 fue de «unos mil millones de euros». De ese importe, el 40% se enmarca en productos como zumos, caldos, cremas y gazpacho. «El 50% de nuestras exportaciones -principalmente vinos y cavas, van a 150 países que nos compran todos los años, ya que son socios sólidos», detalla este empresario. «Es el caso de Inglaterra, los países del golfo de África, Alemania, Italia, Francia... Pero ahora estamos poniendo el foco en Estados Unidos, México y los países asiáticos. Nuestro reto de aquí a los próximos siete años es que el 70% de la facturación anual vaya fuera de España», apunta.

En relación al éxito de esta compañía, García Carrión sostiene que «somos una empresa con cinco generaciones ya. Los triunfos no se consiguen en un día. Creo que el secreto está en que viajamos mucho y nos adaptamos a las necesidades de cada país; esto nos ha dado un crecimiento continuo, ya que siempre estamos muy pendientes de las necesidades y de las demandas del consumidor final».

Pero la cerveza también gana un gran peso en la economía regional con Estrella Levante, que factura al año una media de 70 millones de euros y da empleo a 400 personas. El responsable de Comunicación y Relaciones Externas, Yayo Delgado, explica que «con la pandemia hemos tenido que reinventarnos. El cierre de la actividad de la restauración ha sido muy duro. Además, la temporada de verano 2022 se ha retrasado por las lluvias y el mal tiempo. Pero hemos recuperado las cifras de ventas, aunque no hemos conseguido los datos que esperábamos». La firma comercializa su cerveza en Murcia, Alicante, Valencia, Almería, Albacete, Jaén, Granada y Madrid, principalmente. «No exportamos fuera de España porque desde siempre somos una compañía de cercanía», confiesa Delgado.

Aparte de la fabricación de cerveza, destaca el motor que supone esta industria para la economía de la Región. «En el caso de Estrella Levante, somos un actor muy comprometido, ya que un tercio de los beneficios se dedican a eventos, patrocinio... De esta forma contribuimos y ponemos nuestro granito de arena en la zona en la que trabajamos».

El asiático es una seña de identidad de Cartagena. «Al principio era café, leche condensada y coñac a partes iguales. Les servía a los marineros del Puerto para combatir el frío», cuenta José Ángel Díaz, gerente de la empresa de suministros a la hostelería José Díaz. En el año 2000, la empresa catalana que fabricaba las copas donde se sirve el asiático echó la persiana. «Nadie fabricaba esos vasos. Nos pusimos a buscar y dimos con una empresa de Portugal, con la que llegamos a un acuerdo», explica. Ahora, José Díaz se encarga de comercializar esas copas tan especiales, «incluso a la competencia», pues tiene patentado el diseño. «Vendemos kits con todos los productos que lleva el café asiático, incluidas las copas y un recetario», señala. Cada vaso cuesta unos tres euros. «Solemos comercializar unas 100.000 copas cada año. Somos una empresa familiar con 50 trabajadores».

Por último, entre empresas de éxito en la industria de las bebidas espirituosas se encuentra Zamora Company SA, con sede en Cartagena, donde se elabora el afamado Licor 43, la ginebra Martin Miller's y el pacharán Zoco. La firma también está detrás del prestigioso vino Ramón Bilbao, entre otras marcas. En 2019, la mercantil cerró el ejercicio con una facturación que superaba los 170 millones de euros.

En definitiva, cifras millonarias, ventas al exterior y productos de primera categoría que sitúan la Región como el lugar donde nacen unos sorbos de primera categoría. ¡Salud!