Hidrógeno renovable, una oportunidad y un reto para la industria española

Según la Real Academia Española el hidrógeno es el elemento químico más ligero de todos y el más abundante en el universo. Combinado con oxígeno forma el agua, pero también se puede utilizar como materia prima en la industria. En la actualidad, el 90% del hidrógeno se usa para la fabricación de combustibles, en la producción de amoníaco, en la industria del acero y en la química, principalmente.

La industria ha decidido dar un paso más en su proceso de descarbonización y lleva varios años trabajando para sustituir el hidrógeno convencional por el hidrógeno renovable, considerado por la UE uno de los vectores clave para reducir las emisiones del continente. Este gas se consigue mediante la electrólisis del agua con energía eólica o fotovoltaica y destaca, sobre todo, por su gran versatilidad. Tiene múltiples aplicaciones y servirá para descarbonizar sectores industriales clave de la economía, producir combustibles 100% renovables, almacenar energía eléctrica e incluso mover vehículos de pila de combustible.

En España, el borrador de actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) aumenta el objetivo de producción para 2030 de 4 GW a 11 GW y empresas como Repsol ya tienen sobre la mesa proyectos para la generación de hidrógeno renovable. Hoy, Repsol es el principal productor y consumidor de hidrógeno de España y cuenta, además, con una de las estrategias de hidrógeno renovable más consolidadas del país, respaldada por organismos europeos a través de calificaciones de proyectos de interés común. Tiene un objetivo ambicioso pero realista: contar con hasta 0,7 GW de capacidad instalada de hidrógeno renovable en 2027 y hasta 2,4 GW en 2030. Para ello, instalará electrolizadores en sus centros industriales de España y Portugal, el primero de los cuales se inauguró en 2023 en su refinería de Petronor (Vizcaya).

En la Región de Murcia, Repsol ha proyectado la construcción de un electrolizador junto a otros socios en su complejo industrial de Cartagena. En la actualidad se trabaja en la fase de ingeniería, que consiste en el desarrollo de los estudios previos necesarios para la ejecución de cualquier proyecto. Según las primeras estimaciones, tendría un presupuesto superior a los 215 millones de euros y promovería la creación de más de 1.000 empleos en las diferentes fases de construcción y puesta en marcha.

La nueva planta de hidrógeno renovable, que se está proyectando para 2027, tendrá una capacidad de 100 MW en su primera fase, y evitará la emisión a la atmósfera de unas 167.000 toneladas anuales de CO2. El proyecto, que podría ser ampliado en el futuro, ha sido calificado por la Comisión Europea como proyecto 'Estratégico y de Interés Común Europeo', ya que contribuirá a la disminución del consumo de gas natural que utiliza la industria actualmente y, por tanto, a la consecución del objetivo marcado por la Comisión Europea de disminuir la dependencia energética del exterior.

Repsol se ha marcado como objetivo ser una compañía cero emisiones netas en 2050. Con esa meta, está trabajando en la implantación de diferentes proyectos que conviertan sus centros industriales en polos multienergéticos capaces de tratar una amplia variedad de materias primas y residuos para fabricar productos con baja huella de carbono.

Cartagena es un ejemplo de esa apuesta. Repsol ha puesto en marcha, hace apenas dos meses, la única planta de España y Portugal dedicada a la producción de combustibles 100% renovables a escala industrial, a partir de residuos como el aceite de cocina usado, y que ya hoy se pueden encontrar en más de 230 estaciones de servicio.

La compañía multinergética trabaja para seguir siendo un referente industrial en la Región de Murcia, con el primer proyecto de hidrógeno renovable, que se ubicará en el interior del complejo industrial y que servirá para descarbonizar procesos industriales de Repsol, y en concreto, para alimentar a la nueva planta de combustibles 100% renovables, y otras empresas del Valle de Escombreras.

Según Ana María Martínez, gerente de Estrategia Comercial de Hidrógeno Renovable de Repsol, este proyecto supone «una apuesta desde el punto de vista industrial para avanzar en la transición energética y, por otro, una nueva oportunidad para generar desarrollo social y económico en la Región, promoviendo el empleo de calidad y el impulso al tejido industrial».

La Asociación Española del Hidrógeno calcula que en España se crearán 227.000 empleos en esta década. «Si hacemos una simple búsqueda en LinkedIn de 'empleos hidrógeno España', aparecen más de 1.000 ofertas de trabajo», comenta su presidente, Javier Brey, para ilustrar la demanda de profesionales en un sector con diversas vertientes laborales. A su juicio, será una oportunidad para que «muchas personas que están trabajando en sectores afines se reciclen y migren al hidrógeno. Por ejemplo, quien fábrica o instala tuberías de gas natural o de propano, seguro que aprende a montar y mantener las tuberías para la red de hidrógeno con sus características técnicas específicas. Como en todo negocio que se está desplegando, la formación continua de los trabajadores va a ser imprescindible».

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