Intervención del presidente de Fecoam, Santiago Martínez, flanqueado por Julián Díaz y Pascual Hortelano.Rubén Aragón
Fecoam advierte de «la situación de incertidumbre» que padece el sector agroalimentario regional
Análisis ·
Las cooperativas agrarias y ganaderas de la Región de Murcia hacen balance de un 2023 marcado por el incremento sostenido de los costes de producción y los fenómenos climáticos extremos
Rubén Aragón
Murcia
Miércoles, 17 de enero 2024, 00:12
Para las cooperativas agrarias y ganaderas de la Región de Murcia, la campaña 2022-2023 ha estado marcada, de forma generalizada, por las incidencias climatológicas adversas y el incremento de los costes de producción, que han afectado a todos los sectores.
Así lo explicaron en rueda de prensa en las instalaciones de la Federación de Cooperativas Agrarias de Murcia (Fecoam), su presidente, Santiago Martínez, acompañado del vicepresidente, Julián Díaz; Pascual Hortelano, responsable de la sectorial de Melocotón y otras frutas; Francisco Carreño, secretario de Fecoam, y Joaquín Rubio, responsable sectorial del área de Cítricos.
Como aseguran desde la federación, la sequía, unida a las lluvias persistentes puntuales en mayo, el granizo, las olas de calor y el viento «han dejado unas mermas productivas muy significativas en los distintos sectores y unas pérdidas de rentabilidad intensas en determinados momentos de la campaña». Igualmente, la falta de lluvia provocó un descenso de producción en los cultivos de secano, como el olivar, la vid, el almendro y el cereal, que finalmente se materializó en un descenso de los rendimientos y pérdida de arbolado.
La federación lamenta el «importe mínimo» de ayudas por parte del Gobierno central para paliar la sequía
Tras estos meses de sequía, seguidamente tuvo lugar un periodo de lluvias muy fuertes e intensas durante el mes de mayo, lo que unido a las elevadas temperaturas, afectaron gravemente a la cosecha de frutales de hueso, melón y sandía, y el final de los cultivos de invierno, destaca la federación.
Además, se da la situación de que por parte de la entidad que gestiona los seguros agrarios no ha querido hacerse cargo de los cultivos que sufrieron esos daños.
Estas precipitaciones «llegaron tarde para algunas plantaciones de secano que ya habían sufrido graves daños estructurales durante el año anterior», y que finalmente no lograron recuperarse.
Por otro lado, la última parte del año ha sido extremadamente seca y cálida en la Región de Murcia, tal y como han advertido desde la Agencia Estatal de Meteorología.
La situación se agrava aún más debido al «importe ínfimo» de ayudas para paliar los efectos de la extrema sequía por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, destinadas a los productores de frutales y frutos de cáscara murcianos, y que además han dejado fuera a las plantaciones de viñedo y olivar.
Sobrecostes en la producción
Por otra parte, para Fecoam, el sector agroalimentario de la Región ha sufrido de manera notable en 2023 «el incremento de los costes de producción». Una situación «que se padece de forma continuada a lo largo de varias campañas, derivada de la subida de los costes en los insumos, en las materias primas, los trámites de producción, el envasado, combustibles, fertilizantes o la energía», entre otros.
Estos incrementos «no tienen una traducción fácil en los precios de venta del producto». La situación económica de inflación «persistente» ha dejado al sector agrícola y ganadero «en una situación de seria dificultad para rentabilizar las producciones». Desde Fecoam alertan además de que, sumado al recorte injustificado de agua del Trasvase Tajo-Segura, esta situación afecta a la viabilidad de la producción a largo plazo.
Así, la federación defiende «el cooperativismo como respuesta contra el cierre paulatino de explotaciones, el escaso relevo generacional y el despoblamiento progresivo de las zonas rurales», así como la importancia de las cooperativas en el sector agroalimentario como motores de desarrollo económico.
Desde Fecoam se estima necesario que las distintas administraciones «se impliquen en este sector estratégico que es el cooperativismo agroalimentario», así como generar las circunstancias necesarias para incorporar jóvenes al sector que representa.
Seguros adaptados a la realidad del sector
Fecoam reclama igualmente que los seguros agrarios actuales se adapten a la realidad del sector. La federación de cooperativas agrarias defiende el seguro «como la mejor herramienta» a disposición del sector agropecuario para hacer frente a los diversos daños climáticos que afectan a los cultivos y merman tanto su calidad como su producción.
Pero igualmente es necesario que, en un contexto de cambio climático como el actual, que está provocando siniestros cada vez más intensos, extensos y extemporáneos que conllevan una excesiva siniestralidad se reforme para que sea verdaderamente útil y adaptado a las necesidades de los productores.
Innovación e investigación
Desde Fecoam, destacan también el trabajo realizado en distintas líneas de investigación y colaboraciones en materia de innovación tanto a nivel regional, nacional, como europeo a lo largo del año. Ejemplo de estas líneas de investigación en este y en años anteriores incluyen campos como la reutilización de agua, agricultura de precisión, economía circular, descontaminación, ahorro energético, cambio climático o inteligencia artificial.
En este sentido, la federación de cooperativas agrarias «colabora con múltiples entidades con el fin de trabajar para el desarrollo económico regional, beneficiando a toda la sociedad».
La Federación de Cooperativas Agrarias de la Región de Murcia está compuesta por más de 22.000 agricultores y ganaderos de 76 cooperativas de toda la Región de Murcia. Desde Fecoam, a través de su actividad diaria, impulsa el desarrollo agrario, el aumento de la competitividad y la excelencia de todo el sector.
Sectorial de aceite
El inicio de la invasión rusa de Ucrania -en el mes de febrero de 2022- favoreció la campaña pasada el consumo de aceite de oliva junto con una subida de precios en el sector, lo que, unido a la situación de sequía generalizada sufrida en España, ha hecho que este producto excepcionalmente haya alcanzado precios «extraordinariamente altos». Así, se trata de una campaña que puede calificarse de «muy positiva» en lo que se refiere a los precios de salida, pero no así en la caída de la producción sufrida. En este sentido, se ha producido una reducción de los volúmenes de exportación del 34% con respecto a la campaña anterior, pero con un aumento del valor unitario de las exportaciones en todos los destinos, aumentando en conjunto un 45%.
Sectorial de arroz
El aumento de costes soportados por los agricultores tanto en insumos como en los combustibles ha repercutido en los precios del arroz, que se han mantenido al alza. El cultivo de la variedad Bomba se ha visto afectado por la Pyricularia, pese al gran esfuerzo de los agricultores en sus tratamientos poco efectivos dado a las restricciones en el uso de los fungicidas. Desde el sector explican que, desde la entrada en vigor de la prohibición de tratamientos aéreos, la aplicación de productos fitosanitarios en el cultivo del arroz a través de productos fitosanitarios de uso menor, «deja muchos temas sin resolver», como la ausencia de tratamientos fitosanitarios efectivos y la eliminación de sustancias activas o incluso de productos fitosanitarios, sin ofrecer otras alternativas. Así, reclaman a las distintas administraciones «herramientas eficaces y el apoyo decidido» en esta cuestión.
Sectorial de fruta
En términos generales, ha sido una campaña agrícola bastante atípica a causa de la meteorología: sequía, lluvia, tormentas y granizo. La campaña de fruta ha estado caracterizada por los daños causados, primero, por el frío tardío, que afectó a la floración, afectando las heladas de enero a la cosecha de las variedades extra tempranas. Posteriormente, se sufrió una dana que dejó precipitaciones persistentes y torrenciales entre mayo y junio, de manera ininterrumpida, imposibilitando realizar tratamientos fitosanitarios en el momento oportuno. Además, por segundo año consecutivo se ha perdido la cosecha de albaricoque las variedades destinadas a industria, y, en el caso del melocotón, el principal problema ha sido la incapacidad de entrar a las fincas a realizar la recolección, lo que provocó además rajado y manchado de los frutos. También en nectarina la lluvia ocasionó su rajado y otras enfermedades causadas por hongos y bacterias consecuencia de las condiciones favorables para su crecimiento, como son la alta humedad y altas temperaturas. La campaña de fruta de pepita en la zona de la Denominación de Origen Pera de Jumilla también se vio afectada por estas cuestiones, además de una deficiente polinización-cuajado, como consecuencia de la cada vez más escasa proporción de variedades polinizadoras en las plantaciones de Ercolini y de las elevadas temperaturas en floración.
Sectorial cítricos
La campaña de cítricos a nivel nacional se ha caracterizado esta campaña por una reducción generalizada de volúmenes en todos los cítricos, cercana al 16%, siendo más acusado el descenso en naranja y mandarina. La Región de Murcia ha destacado por producir más del 56% de la producción de limón nacional, cerrando con una producción 572.400 toneladas de limón, casi un 12% menos que la campaña anterior. Ha sido una campaña especialmente corta debido a esta reducción de la producción, observándose una caída del consumo marcado por la alta inflación y la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores. Además, se ha registrado un descenso del volumen exportado respecto a la campaña anterior, un 10% a países de la UE y un 23 por ciento a terceros países siendo la cifra más baja de las últimas cuatro campañas. Los volúmenes destinados a industria sufrieron una reducción del 34% respecto a la campaña anterior.
Sectorial de frutos secos
En nuestra Región se concentra casi el 14% de la superficie nacional productiva de almendra. Actualmente, el cultivo de la almendra en la Región de Murcia cuenta con más de 80.000 hectáreas, desarrollándose en más del 91% en secano y casi el 45% se encuentran ya certificadas en ecológico, según datos de superficie certificada del año 2022 del Consejo de Agricultura Ecológica de la Región de Murcia (CAERM). La campaña de almendra ha estado caracterizada por importantes mermas productivas por segundo año consecutivo, consecuencia de la intensa sequía, causando pérdidas de cerca del 37% de la cosecha media de las tres últimas campañas, afectando al calibre del grano considerablemente. Las plantaciones se encontraban en una situación de vulnerabilidad, lo que en algunos casos requirió de la realización de arranque de los árboles afectados y replantación de nuevos. Las precipitaciones de mayo y junio llegaron tarde para algunas plantaciones que ya habían sufrido graves daños estructurales, y que finalmente, no lograron recuperarse. A esto hay que sumarle la coyuntura de mercado, una comercialización muy lenta, y una bajada de precios generalizada en todas las variedades de almendra. En este sentido, el precio cayó más de 26% en almendra convencional, y más del 30% en ecológica. Así, y de forma generalizada, los socios productores y cooperativas se encuentran con dificultades para asumir los costes necesarios para el desarrollo de su actividad.
Sectorial ganadería
Los mayores retos a los que se enfrentan las cooperativas ganaderas vienen marcados por las normativas sanitarias y la falta de relevo generacional, sobre todo en las explotaciones familiares, y de trabajadores cualificados. Unido al precio de materias primas y forraje, distorsionando los costes, hace difícil la supervivencia de las explotaciones ganaderas. En lo que respecta a la producción porcina los precios se han mantenido estables, pero prosigue la paulatina desaparición de pequeñas y medianas explotaciones, incapaces de soportar costes elevados y las nuevas reglamentaciones, tanto sanitarias como de bienestar animal. El sector cooperativo del porcino está llevando a cabo una restructuración completa, sufriendo trabas burocráticas y medioambientales que dificultan el relevo generacional, y la escasez de ayudas y sin acceso a financiación. Por otro lado, en el caprino de leche destacan los precios históricos de liquidación. Aún así, el balance no es excesivamente positivo, debido a los elevados precios de las materias primas, paja, forrajes y en general, de los piensos utilizados en la alimentación. En lo que a la industria quesera se refiere, los altos precios de la leche han debido ser repercutidos en el producto elaborado, siendo más patente en los de mayor calidad como las denominaciones de origen. Este incremento de precios no ha sido aceptado por el consumidor, lo que ha dado lugar a una bajada de ventas en todos los tipos de queso, pero, especialmente, en los de oveja y cabra. En cuanto a ovino y al vacuno de carne, ambos han seguido la misma tónica, con precios favorables pero que no cubren costes de producción. La climatología ha hecho que no se pueda sacar a pastar a los animales debido a la ausencia de forrajes y pastos, con lo que aumentan aún más los gastos de alimentación. Al depender ambos de la exportación, sobre todo a países árabes, el conflicto bélico en Israel está provocando un excedente que queda de nuevo en España.
Sectorial flor y planta ornamental
La elevada inflación tuvo su reflejo en un menor consumo de flor y planta durante la pasada campaña. Con una oferta normal en producción, el incremento en los costes de producción, que no se pudo repercutir en su totalidad en el precio de venta del producto, ocasionó que los márgenes de beneficio para el sector productor se vieran mermados. Aún así, el inicio de la campaña de flores tuvo un comienzo positivo, con un consumo muy importante que alcanzó niveles de prepandemia. Con posterioridad, las ventas en el mercado se estabilizaron, con una producción muy rápida debido fundamentalmente a las suaves temperaturas invernales, y los precios de la flor en invierno fueron contenidos. En cuanto a planta, la campaña pasada se califica como difícil, ya que su consumo fue apático, sobre todo en primavera, donde hubo más de dificultad que en campañas anteriores para la salida normal del producto. Esto fue debido fundamentalmente a que se esperaba una reducción de producción en los países del norte, consecuencia del elevado coste energético, que finalmente no se materializó. Desde el sector se incide en que la situación actual de reducción de materias activas, que se sufre desde los últimos años con la prohibición de éstas en la UE, limita el número de productos disponibles para luchar contra las plagas, ocasionando que los cultivos sean más vulnerables por no existir alternativas viables, al tiempo que los productos sufren la competencia desleal de países con criterios fitosanitarios menos exigentes. Desde Fecoam se reitera ante las administraciones regional y central la necesidad de reducir en el sector de flores y plantas ornamentales el tipo de IVA, pasando del 10% al 4% superreducido.
Sectorial hortalizas
La campaña de hortalizas de invierno (brassicas y hoja) de la campaña pasada en la Región de Murcia vino condicionada por dos factores externos como son el elevado coste de producción y la climatología, condicionando en gran medida la salida normal de las producciones, marcando unos elevados costes de producción que mermaron o anularon la rentabilidad de una parte de los productos. Las elevadas temperaturas marcaron un inicio de campaña con un adelanto de la producción y una sobreproducción de lechuga en todas sus variedades. La venta del producto difícilmente cubrió los costes de producción y se utilizó su retirada como herramienta para evitar el exceso en mercados, como ocurrió con el brócoli y coliflor, con falta de consumo en mercados, el solapamiento de producto al inicio de campaña ocasionado por las altas temperaturas, que originó la destrucción de producto a través de retiradas y un mayor destino de la producción a industria. Desde mediados del mes de enero y hasta finales de marzo, la amplitud térmica entre días y noches provocó una parada en el crecimiento de los cultivos generalizada, disminuyendo los rendimientos de las producciones muy por debajo de lo esperado. A partir de este momento la falta de producto en mercados fue generalizada y la demanda en países de destino se activó, produciendo situaciones tensas en los mercados por la falta de producto. El precio mejoró ostensiblemente, aunque a final de campaña se produjo un adelanto de producción por las elevadas temperaturas, provocando una concentración de brassicas y bajada ostensible de precios, afectando a la calidad del producto, que en gran parte tuvo que destinarse a industria. En el caso del pimiento la campaña empezó con normalidad, oferta escasa, calidades y precios aceptables, las superficies plantadas fueron similares o sensiblemente inferiores a la campaña pasada. Los rendimientos no fueron excepcionales, pero se obtuvieron buenos precios en general para todas las variedades.Para los cultivos de melón y sandía, se partía de una menor superficie plantada que el pasado año, con motivo de los bajos rendimientos en campo, mucha pérdida de producción y altos costes de la anterior campaña. En melón extra temprano, el inicio de campaña empezó excepcionalmente bien pero los episodios de lluvias aisladas provocaron daños irreparables y una pérdida de la producción en algunos casos en la totalidad del producto. Para el melón y sandía de media estación, la situación fue de total incertidumbre, con recolecciones escalonadas, provocando una disminución en los rendimientos y una falta generalizada de producto, coincidiendo esta con una ola de calor mayoritaria en toda Europa que originó una fuerte demanda de melón y sandía que no pudo ser totalmente cubierta con la escasa oferta de producto. El final de campaña en Región de Murcia fue mucho más normal, obteniendo rendimientos, calibres y calidades muy aceptables, aunque comercialmente estuvo afectado por un clima frío y lluvioso en una parte de Europa que frenó la demanda y bajó los precios, finalizando así una campaña de verano marcada por un gran desequilibrio o descompensación de oferta y demanda con sus respectivas oscilaciones de precios.
Sectorial de vino
Con una calidad de vino como muy buena, en la Región de Murcia se ha notado un importante descenso de producción de uva debido a la falta de precipitaciones y de los fenómenos meteorológicos adversos, ocasionando un problema importante para hacer frente a los costes de producción y de rentabilidad en los cultivos. Con un aumento de precios en la producción, cartón, vidrio, energía o papel, esto provocó que los costes de producción se disparasen, afectando al precio final del producto y provocando que otros vinos procedentes de otras regiones compitan fuertemente en el mercado con los vinos regionales. El mercado para el tinto fue muy difícil, debido fundamentalmente a los excedentes de producción que se venían arrastrando desde el inicio del 'Brexit' y las importantes cosechas de las dos campañas anteriores. Así, los mercados para el tinto estuvieron prácticamente paralizados y con unos precios ruinosos. El mercado para el blanco fue mucho más dinámico alcanzándose mejores precios, incluso superiores que en el tinto y con mejores resultados. La tendencia de consumo de vino blanco sigue al alza, frente al tinto. La Región de Murcia sigue perdiendo derechos de plantación, en favor de otras comunidades autónomas, cifrándose la pérdida de derechos en un 25 por ciento. El potencial de producción vitícola en nuestro país ha ido experimentado un descenso paulatino desde la campaña 2011-2012, con una reducción de 78.668 hectáreas. Desde esa campaña, la región ha experimentado un descenso de su potencial de producción que alcanza el 30%. La superficie plantada de viñedo sigue descendiendo, situándose para la Región de Murcia en 20.919 hectáreas.
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