La externalización de cobros bate un récord en la Región ante el temor a la morosidad
El volumen de sus operaciones supera los 4.400 millones anuales tras crecer un 52% durante el pasado ejercicio
El desfase entre cobros a clientes y pagos a proveedores resquebraja cualquier pyme o compañía por muy pujante que sea. Más en un momento ... de crisis como el actual, en el que solo cuatro de cada diez empresas murcianas efectúan sus pagos de manera puntual y el retraso medio está en 15 días. Ello ha hecho que la externalización de cobros y pagos alcance un récord de actividad tras crecer un 52% el año pasado al punto de mover 4.431 millones de euros. Hasta ahora el techo estaba en los 3.878 millones de 2019.
Dicha externalización tiene tres variantes: 'factoring', 'forfaiting' y 'confirming'. A diferencia de la línea bancaria de descuento comercial –a partir de recibos y pagarés–, una entidad financiera puede gestionar para una empresa cliente los cobros a clientes nacionales ('factoring') y extranjeros ('forfaiting'), así como los abonos a proveedores ('confirming').
Las compañías y pymes que recurren a estos servicios consiguen así dinero inmediato de sus ventas y pueden demorar sus desembolsos, puesto que los destinatarios ya han cobrado a través de la entidad intermediaria.
La industria y el comercio suponen el 51% de esta actividad financiera, mientras que la agricultura mantiene una presencia marginal
En concreto, el 'factoring' consiste en la cesión de las cuentas de clientes a un banco que compra las facturas a cambio de una comisión e interés en función del importe y plazo. La empresa contratante logra liquidez y simplifica su contabilidad, puesto que ya solo tiene un único cliente: la entidad contratada. El tipo aplicado es mayor que en la línea de descuento, pero no existe límite en cuanto a capital manejado. Bajo el 'forfaiting' se venden a la financiera letras de cambio y pagarés de clientes extranjeros. De ese modo se cobra sin distorsiones derivadas de la evolución de las divisas.
Con el 'confirming', los proveedores perciben el dinero antes del plazo legal (60 días) desde la financiera contratada. Las empresas que usan tal vía suelen tener muchos pagos periódicos y así se aseguran de que todos llegan a tiempo para que los suministros prosigan sin problemas.
De acuerdo con datos de la Asociación Española de Factoring (AEF), la externalización de cobros y pagos en Murcia registró en 2019 su anterior récord, con un flujo de 3.878 millones (tocó suelo en 2012, con solo 1.413 millones). La pandemia hizo que 2021 se cerrara con un movimiento de 2.910 millones, retrocediendo a niveles de 2016.
El impacto de las insolvencias generadas por los estados de alarma y el disparo de la inflación caló hondo en el empresariado murciano, por lo que optó por delegar el movimiento de hasta 4.431 millones de euros en sus transacciones durante 2022, un 52,26% más respecto al ejercicio anterior y un 14,25% más si se compara con el récord anterior de 2019.
De acuerdo con los últimos datos que maneja la compañía de seguros de crédito Cesce, tan solo el 39,84% de las empresas murcianas cumplen con sus pagos; el 51,18% se retrasa hasta 30 días; el 6,29% tarda de 31 a 120 días, y el 2,69% apela a la temida frase «ya te pagaré en cuanto pueda».
Sectores
La firmas industriales son las que más recurren a la externalización de cobros y pagos, con el 29,3% del capital empleado en tal negocio. Le sigue el comercio, con el 21,7%, y los servicios, con el 19,5%. La logística supone un 8,8%; la energía, el 8,7%; la construcción, el 6,5%, y los suministros médicos, el 2,5%. El peso de la agricultura es todavía muy reducido, con el 1,4%, pese a ser un sector al que le afectan mucho las demoras de pago de los mayoristas.
Cuatro claves
La gestión delegada de cobros y pagos también ha experimentado un fuerte crecimiento a nivel nacional, aunque no tan pronunciado como en la Región. La presidenta de AEF, Alma María Abad, destaca que aumentó el año pasado en un 29,23% hasta llegar a 257.636 millones. Dicha cuantía equivale al 19,4% del PIB.
De ese total, las empresas obtuvieron 127.631 millones cediendo el cobro de sus facturas con clientes a las entidades financieras (92.915 por 'factoring' y 34.716 por 'forfaiting') y pidieron a estas que anticipasen a sus proveedores 130.005 millones. Para el presente ejercicio, Abad espera que tales cifras crezcan de nuevo a un ritmo de «doble dígito».
'Blockchain' para universalizar estos servicios
La banca diseña una plataforma para acercar a las pequeñas empresas la posibilidad de mantener liquidez a través del 'factoring' y del 'confirming'. Su intención es ponerla en marcha en fase experimental el último trimestre del año y abrirla posteriormente a cualquier operador financiero. El sistema, bautizado como Inblock, utilizará la tecnología 'blockchain'. Se trata de un proyecto pilotado por diez entidades (Santander, CaixaBank, BBVA, Sabadell, Unicaja, Kutxabank, Cajamar, Caja Laboral, Cesce y BFF) con el apoyo tecnológico de Ernst & Young y en colaboración con la Agencia Tributaria. La plataforma Inblock será gestionada por una sociedad creada por la patronal AEF; estará abierta a todos los operadores (por exigencia de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) y operará bajo un sistema de pago por uso. En su creación se invertirán 1,17 millones y otros 5 para mantenimiento a medio plazo. La presidenta de AEF, Alma María Abad, destaca que el proyecto simplificará los procesos con facturas electrónicas a fin de que 'startups' y microempresas puedan beneficiarse del 'factoring' y del 'confirming'. Una clave para ello es que el proyecto involucra a la Agencia Tributaria, cuya verificación de las facturas casi en tiempo real ayudará a reducir el soporte documental que hoy se precisa para constatar la autenticidad de los recibos.
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