El disparo de costes contrae en casi un 17% la producción de leche de vaca en la Región de Murcia

Es una losa sobre una actividad que estaba en expansión antes de la actual crisis. De ser una actividad minoritaria, con un aforo de 32 millones de litros en 2010, Murcia cerró 2020 con 58,3 millones (más otros 7,7 foráneos) en pleno estado de alarma. Pero en 2021, una cotización promedio de 33 céntimos el litro –menos de lo que vale el agua mineral– y las escaladas de costes hicieron que las entregas cayeran a 56 millones anuales (más 7,8 de otras provincias) y a 52,7 el pasado ejercicio (más 9,1 foráneos). En ese sentido, el sindicato Coag resalta que los costes de producción ya eran entonces de 35 céntimos el litro.

El aforo propio del presente ejercicio supone casi una década perdida para Murcia. Durante treinta años, la cuota láctea impuesta por Bruselas limitó la producción española a volúmenes por debajo del consumo nacional. En abril de 2015 desapareció dicho límite y despegó la actividad murciana.

Las industrias lácteas ya no solo adquirían leche donde había grandes volúmenes (Galicia, Asturias y Cantabria), sino también donde resultaba barata su recogida y transporte. La cercanía de las granjas murcianas respecto a las zonas turísticas del Levante jugó en su favor, a lo que se sumó el crecimiento de la producción quesera local y la de postres (yogures, cuajadas, natas, flanes, natillas, arroces con leche, tartas de queso e incluso kéfir).

Murcia contaba a inicios de 2021 con una cabaña de 8.555 vacas frisonas para ordeño, repartidas entre 21 grandes explotaciones ganaderas. Pese a la escalada de costes que se inició en aquel momento, el precio en origen tardó casi dos años en reaccionar, tiempo durante el cual se redujo la cabaña bovina (en el conjunto de España 800 granjas echaron el cierre solo el año pasado).

Al final, el precio llegó hasta un promedio de 60 céntimos el litro en la Región entre noviembre de 2022 y marzo de este año, pero entonces bajó, merced a la entrada de leche europea (Alemania, Holanda, Polonia y Bélgica), cuya media se sitúa en 43 céntimos/litro. A raíz de ello la cotización de la leche murciana se ha estancado en torno a los 52 y 51 céntimos/litro. Aun así es un 45% superior al registrado en el último lustro, de acuerdo con los registros del Ministerio de Agricultura.

Pero la situación ha empeorado, en lo que va de año. A un granjero ya le cuesta 58 céntimos producir un litro, concluye un estudio de la Universidad de Valladolid. En 2021, la media de gasto en alimentación por litro de leche producida por las vacas fue de 24 céntimos, mientras que en este ejercicio se ha situado en 41 céntimos.

¿Y la repercusión sobre los consumidores? La Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil), indica que el precio final de la leche entera se ha incrementado un 13% en lo que va de año; la desnatada, un 11,3; la mantequilla, un 11,1%; los quesos, un 9,2%, y los yogures, un 8%.

Resultan cifras significativas para las cestas de compra de los hogares murcianos, que el año pasado gastaron un récord de 374 millones de euros en leche, quesos y postres lácteos (+18,7% anual), informa el Instituto Nacional de Estadística.

Por si fuera poco, la PAC 2023-2027 exigirá a las granjas nuevas inversiones. Obligará desde 2025 a las que tengan de más de 180 vacas que dispongan de patios para que puedan moverse. Otro gasto más en el peor momento.