La crisis de la pandemia provocó la desaparición de 1.300 micropymes en la Región de Murcia

La crisis económica a raíz de la pandemia acabó por llevarse por delante a 1.300 microempresas familiares en la Comunidad. Así lo destaca el informe sobre 'La Empresa Familiar en la Región de Murcia, evolución 2019-2021' presentado este viernes por la Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum. Esa evolución negativa de las sociedades mercantiles más pequeñas provoca una caída del 4,3% en el número total de empresas familiares activas.

Sin embargo, lo más importante es el aumento del 8,5% en cuanto a pymes de mayor tamaño y grandes empresas. Así que como consecuencia ha llevado consigo un incremento total del 3,2% en las cifras de empleo, al igual que un 4,7% en la generación de valor añadido bruto (VAB). Este trabajo regional, que se realiza cada dos años, analiza información proveniente de 14.633 sociedades mercantiles, 10.372 microempresas y 4.261 pymes y grandes empresas. La contribución de la empresa familiar a la economía de la Región de Murcia en 2021 se concreta en 28.522 sociedades (87% del total) que emplean a 208.000 personas (77% del empleo) y generan el 72% del VAB privado.

«La pandemia ha provocado la desaparición principalmente de microempresas que no han podido generar recursos para hacer frente al incremento de deuda. No obstante, la empresa familiar recupera dinamismo, ya que 9 de cada 10 nuevas empresas tienen carácter familiar. Además, las nuevas empresas familiares se caracterizan por un mejor equilibrio financiero y rentabilidad», ha señalado el director de la Cátedra y coordinador de la investigación, Ángel Meroño. En el acto de presentación han participado también la directora territorial de CaixaBank en la Región de Murcia, Olga García; el presidente de la Fundación Cajamurcia, Carlos Egea; y el presidente de la Asociación de la Empresa Familiar de la Región de Murcia (Amefmur), José María Tortosa.

Es destacable, especialmente, el hecho de que a pesar de la mayor desaparición empresarial, se han generado hasta 7.000 empleos más. También han mejorado sus resultados, al crecer caso cinco puntos el VAB que generan. Por tanto, han experimentado un aumento de su dimensión. Sin embargo, el crecimiento relativo ha sido mayor en la empresa no familiar por lo que la contribución de las empresas familiares societarias a la economía ha descendido ligeramente en términos de empleo (1,8 puntos) y VAB privado (2,3 puntos).

Con respecto al comportamiento económico-financiero, en global se produce una convergencia entre empresas familiares y no familiares. En las primeras, aumenta un 44,3% el endeudamiento a largo plazo que le permite mejorar un 32,1% su equilibrio financiero y mantener su mejor situación. Pese al aumento de la productividad del empleo en la empresa familiar (3,9%) todavía presenta una situación inferior a la no familiar. Sigue siendo precisas mejoras en la profesionalización para ganar competitividad. También se han reducido las diferencias en el coste financiero por su reducción en las familiares y el aumento de las no familiares.

Olga García resaltó que "los datos facilitados por este informe son esenciales para conocer en profundidad las necesidades del tejido empresarial de la Región de Murcia", mientras que Carlos Egea insistió también en su utilidad para identificar las necesidades de las empresas familiares, del mismo modo que reivindicó la importancia de emprender e impulsar proyectos empresariales, más allá de que nunca sea positivo la desaparición de 1.300 micropymes, como ha sucedido en este periodo.

Por su parte, Tortosa hizo hincapié en que “el comportamiento de las compañías más grandes evidencia la importancia de expandir la dimensión empresarial para lograr mejorar la competitividad y la productividad”. Por este motivo, añade que “las empresas familiares de mayor tamaño tendrán más posibilidades de crecer, innovar, formarse, llegar a nuevos mercados y aumentar sus posibilidades de perdurar en el tiempo”.

En el análisis realizado se constata cómo en 2023 la tasa de desaparición de empresas familiares (21,3%) pasa a ser superior a las no familiares (18,5%). Las empresas que desaparecen se caracterizan por su mayor endeudamiento a largo plazo y su menor rentabilidad económica.

Por otro lado, desciende la proporción de empresas nuevas en 2023, siendo superior en las empresas familiares (19%) frente a las no familiares (17,4%). Cabe destacar que 9 de cada 10 empresas que se crean son familiares. Respecto a las nuevas empresas no familiares, las familiares presentan un mejor equilibrio financiero y rentabilidad. La proporción de empresas que cambian de propiedad crece 10,6 puntos en las no familiares que pasan a ser familiares (14,1%), siendo muy superior a las empresas familiares que pasan a no familiares (1,4%).

Si se atiende a la evolución de los últimos informes, cabe recordar que las empresas familiares realizaron un importante esfuerzo de supervivencia entre los años 2015-2017, elevando sus niveles de endeudamiento, lo que se tradujo después, durante 2017-2019, en mejoras en su capacidad de generar beneficio y, en general, en diversos indicadores económico-financiero. Mientras que el período 2019-2021 ha venido determinado por el descenso de la actividad económica iniciado en 2020 por la pandemia y por importantes incrementos de la deuda a largo plazo como medida pública de reactivación económica.

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