«Tenemos que poner medidas para que esto no vuelva a pasar»

El Mercado de Verónicas mantuvo durante la pandemia parte de la normalidad que se había perdido en las calles. En su interior, el trabajo diario continuaba gracias a tenderos como Cristóbal Teruel, un profesional de la alimentación que cuenta con cuatro puestos de pescado y que tiene a seis trabajadores a su cargo. «Nuestro cliente principal es la hostelería, así que solo mantuvimos abierto uno de los puestos, aunque los fines de semana abríamos dos porque había algo más de público». La nueva realidad de su trabajo generó en él «cierto respeto por la incertidumbre que había, pero lo hemos llevado bien, porque la gente ha seguido viniendo bastante a la plaza y han aumentado mucho los pedidos por teléfono. Nos llamaban y se lo servíamos a domicilio. Les agradezco que hayan sido fieles al negocio», destaca.

La situación de sus puestos no era lo único que le preocupaba a Cristóbal Teruel. «Tenía miedo de llevar el coronavirus a casa y contagiar a mi familia. Cuando llegaba me desinfectaba por completo». Además, para asegurar la salud de los suyos, Teruel ha añadido a su rutina, tanto en su hogar como en el Mercado de Verónicas, todos los medios a su alcance y ha trabajado «con mascarilla, guantes y manteniendo la distancia de seguridad».

Para este murciano, la importancia reside en no olvidar lo vivido y tenerlo siempre presente. «Tenemos que ser conscientes de todo lo que ha ocurrido y hay que poner medidas para que no vuelva a pasar», asevera.