«No olvido el miedo de no saber a qué te ibas a enfrentar»

Francisco Martínez trabaja en la Unidad de Emergencias de La Manga, con base en el centro de salud Costa Cálida de La Manga, en San Javier, demarcación que recorre habitualmente y que le llevó a estar en primera línea cuando comenzó la crisis sanitaria por la Covid-19. «Esto nos pilló por sorpresa a todos, pero se reaccionó con rapidez y los protocolos de actuación sobre cómo entrar en los domicilios o cómo atender a posibles contagiados permitieron controlar el nerviosismo de los primeros días, porque no sabíamos qué nos íbamos a encontrar».

Recuerda sentir miedo y cierto desasosiego en los primeros días ante el desconocimiento de la enfermedad y el caos que provocó la llegada a la costa de visitantes de otras comunidades autónomas. «Fueron días de mucho estrés y cansancio acumulado, pero por suerte la situación se recondujo rápidamente y con la protección adecuada pudimos atender los servicios y emergencias que surgían, incluido algún caso de pacientes con sintomatología grave por Covid-19».

El equipo del que forma parte está integrado por conductor y técnico de emergencias, un enfermero y un médico. Desde que se inició el estado de alarma compartió experiencia con Silvestre Sánchez.

Acostumbrado a sortear el tráfico cuando tiene que cubrir una emergencia, Francisco Martínez no se quita de la cabeza la sensación de incredulidad que le causaba conducir la ambulancia durante el confinamiento en carreteras vacías: «Todo era fantasmagórico y muy raro, como si estuviéramos solos en el mundo, algo que nunca había sentido».