Borrar
Sadiel Rojas celebra el triunfo de este viernes ante Valencia Basket en los cuartos de final de la Copa del Rey.

Ver fotos

Sadiel Rojas celebra el triunfo de este viernes ante Valencia Basket en los cuartos de final de la Copa del Rey. Jorge Zapata / EFE

El UCAM enloquece la Copa y se cuela en semifinales

Los de Sito dominaron la primera parte con rentas de en torno a los veinte puntos, se hundieron en la reanudación con un 19-0 en contra y demostraron carácter en el cara o cruz

Viernes, 18 de febrero 2022, 22:08

Comenta

26 años después, el UCAM lo volvió a hacer. Regresó a la Copa del Rey, su primera en el formato actual bajo méritos deportivos, y volvió a hacer historia. El UCAM es equipo de semifinales de Copa del Rey después de liquidar al Valencia Basket y dejar en 'shock' a toda una ACB que no le dio ninguna probabilidad de poder con un equipo al que ya había ganado esta misma temporada. Como si más motivación le hiciera falta al equipo que más puntos mete en la Liga Endesa, que nunca había ganado tantos partidos en la primera vuelta como hasta ahora y que escribe su propia historia bajo sus propios términos, los de un Sito Alonso, que vuelve al candelero de los mejores entrenadores de la ACB con una hazaña histórica, la de meter en semifinales de Copa, su gran objetivo en Murcia, al equipo que más veces ha subido y bajado de la ACB.

Valencia Basket

Hermannsson (10), Prepelic (19), Puerto (0), Pradilla (2) y Dubljevic (8) -quinteto titular- Dimitrijevic (13), Claver (2), López-Arostegui (7), Van Rossom (0), Tobey (2), Rivero (20) y Labeyrie (0).

83

-

86

UCAM Murcia

Taylor (16), McFadden (20), Rojas (2), Webb III (13) y Lima (9) -quinteto titular- Davis (4), Bellas (7), Malmanis, Radovic (10), Cate (2), Czerapowicz (3) y Vasileiadis.

  • Parciales: 14-28, 19-23 (33-52), 31-9 (64-61) y 19-25 (83-86).

  • Árbitros: Juan Carlos García, Benjamín Jiménez y Carlos Cortés.

  • Incidencias: Palacio de los Deportes de Granada, 6.159 espectadores. Cuartos de final de la Copa del Rey.

El 18 de febrero de 2022 es una fecha para los anales del UCAM, un modesto que, después de sufrir un brote de Covid-19 en la semana anterior al torneo, se quedó sin hacer un solo entrenamiento al completo antes de plantarse en Granada, que hasta escasas horas antes del partido no sabía si podría contar con su entrenador, Sito Alonso, en Murcia sufriendo los últimos síntomas de un virus que le golpeó fuerte mientras sus jugadores emprendían el viaje. No corrió su misma suerte Óscar Lata, aún positivo en la enfermedad, y Lucas Pérez, el joven asistente murciano, fue su voz desde la banda del Palacio de los Deportes de Granada.

Con una grada que durante muchos momentos del partido pareció local, dada la enorme afluencia de aficionados murcianos, su colorido y ruido durante todo el choque, el UCAM mantiene vivo el sueño. Ahora tocará medirse en semifinales al Barça, el gran favorito y vigente campeón, o al Manresa, una de las grandes revelaciones de la temporada y que está de vuelta en una Copa 18 años después.

Pero eso será mañana. Hoy es una noche para disfrutar, para reposar el remolino de emociones en que se convirtió un partido no apto para cardiacos, en el que el cuadro pimentonero pasó por encima de un Valencia Basket armado hasta los dientes, fue remontado y ganó por segunda vez en el tercer escenario del partido. Un cara o cruz en el que demostró el carácter guerrero que durante tantos años se trabajó por hacer ADN murciano, resistiendo con gran fuerza mental el empuje del favorito después de levantarle de un plumazo su cómoda ventaja.

Solo un equipo en pista

Y es que durante los primeros veinte minutos el UCAM fue el único equipo sobre el parqué de Granada. Con una puesta en escena de desbordante energía, el Valencia de Peñarroya se empeñaba en meter balones interiores, donde más ventaja tenía, a una zona colapsada por las rápidas ayudas del UCAM, que en ataque se iba soltando la melena con los triples de McFadden -titular muchos partidos después- y conforme Taylor entraba en calor, hasta que saltaron las primeras alarmas en Valencia (12-23, minuto 8). Pero el aro en que empezó atacando el equipo de Sito, uno que está dando mucho que hablar en esta Copa de abultados parciales, entraba todo. El quinto triple del UCAM, segundo de Webb III, cerraba el primer cuarto doblando a los 'taronja' (14-28).

El UCAM recibió un parcial adverso de 0-21 en los cinco primeros minutos de tercer cuarto que le dieron la vuelta al marcador

Una desbordante energía que se traducía allá donde uno centrara la mirada: un rebote con mucho más azul que naranja, una grada que rugía como si estuviera en Murcia, un banquillo que vibraba con cada acción o cualquier jugada en ataque de un equipo que con su lenguaje corporal dice estar pasándoselo en grande. El UCAM sabía que no había fe alguna en él, como quizás Radovic sintió lo mismo cuando anotó dos triples consecutivos con celebración eufórica junto al banquillo rival, que animaba a dejarle tirar. Tiempo muerto infructuoso de Peñarroya y, con las mismas, el octavo triple del partido. Czerapowicz ponía veinte puntos de ventaja en catorce minutos (19-39).

Minutos, eso sí, de juego tosco, pero que gracias a una defensa que se mantenía excelente, permitía al UCAM contener unos buenos minutos de Prepelic para marcharse al descanso manteniendo su cómoda ventaja (33-52, descanso).

Gatillazo

El UCAM vivió la primera parte en constante éxtasis, mientras un Valencia en el que se sucedían las quejas entre jugadores pedía a gritos un parón. La salida en tromba de los de Peñarroya estaba garantizada, por lo que la misión sería controlarla. Pero nada más lejos de la realidad. Los 19 puntos de renta se esfumaron con un incontestable parcial de 21-0 con que el Valencia se ponía por delante ante un cariacontecido UCAM, que sufría los mejores minutos de Rivero -diez puntos en este tramo- en el partido, mientras entraba en serios problemas con las cuatro faltas de Lima, el día y la noche con Cate, a quince minutos del final.

Tú a tú de infarto

Cuatro minutos y 35 segundos tardó en llegar la primera canasta del UCAM, una obra de Davis. Abierta la lata no se resolvieron los problemas murcianos en ataque, pero la ansiedad se fue estabilizando y los errores defensivos de este parcial, en que descuidó mucho la línea de fondo, fueron desapareciendo para mantener a raya a un Valencia que era claro dominado del juego en estos momentos.

Dimitrijevic era quien había cogido el testigo de Rivero, y a base atacar constantemente a Bellas, que hacía un sobreesfuerzo físico para cuidar las cuatro faltas de Taylor, el Valencia comenzó a anotar con facilidad antes de afrontar el último cuarto (64-61, final del tercer cuarto).

Los murcianos tiraron de un elogiable carácter para no rendirse después de dilapidar su ventaja de 20 puntos y ganar el cara o cruz al favorito

Con un juego más de corazón que de pizarra, el UCAM necesitaba pasos adelante. Y este partido era la oportunidad perfecta para McFadden, uno de los que más dificultades está pasando por alcanzar la regularidad. Arrancó el último cuarto con un triple y otro 'camuflado' -tres tiros libes- que volvían a poner al UCAM por delante (66-67, minuto 32). Era mucho el sufrimiento por anotar en cada acción, a diferencia de la plasticidad de las acciones de Dimitrijevic y Prepelic, pero el UCAM decidió confiarlo todo al carácter. Y le salió bien.

Su peor diferencia en el partido fue un -5 que se repitió en dos ataques contestados por canastas difíciles de Davis y Radovic que evitaban el golpe de efecto valenciano. Otro triple de McFadden aparecía para empatar, y después Bellas anotaba otro para volver a poner por delante a los murcianos. Cada canasta costaba un mundo y quien sumara de seguido en el momento oportuno tendría mucho en la mano. Esa diferencia de dos posesiones de ventaja fue evitada por Lima con una mano salvadora en defensa sobre Dubljevic a 1:41 del final, que, junto con la canasta de Taylor en el ataque posterior, mandaba la presión al Valencia (80-81, 1:21).

No la conoce Prepelic, con un triple desequilibrado… Como tampoco Webb III, que contestó con otro a 43 segundos del final (83-84). Valencia fallaría después, y después de mover muy bien para dejar correr el tiempo, era McFadden, el mejor tirador, quien recibía falta para parar el reloj a 7,5 segundos del final. Los metería y, con tres puntos de ventaja, Prepelic y Van Rossom fallarían sendos triples para empatar.

El sueño sigue vivo.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad El UCAM enloquece la Copa y se cuela en semifinales